Love Letters - Percy Weasley.

III

Lyra Regina Black

Penny, Penny, maldita y condenada Penny. ¿Porque siempre tenía que aparecer de alguna forma en nuestros mejores momentos?

- Sabes que lo que menos me importa es caerle bien a tu noviecita, Weasley. Y estoy segura de que es lo mismo con ella, no le importa caerme bien.

Ví su expresión cambiar a un ceño fruncido, lo que me hizo suspirar, adoraba verlo molesto, pero no cuando yo era la causa de aquel sentimiento. Su rostro se suavizó poco a poco, supuse que al fin estaba comprendiendo que su insistencia en el tema solo me alejaba más de la idea de formar una amistad con aquella chica.

- Solo quiero que mi novia y mi mejor amiga se lleven bien, me gustaría poder pasar tiempo con ambas sin tener que estar corriendo de un lado a otro, o al menos poder mencionarlas sin que se molesten conmigo por ello.

Confesó, me causó ternura aquel deseo, pero no podía dar mi brazo a torcer ahora o sería imposible sacarla del camino para cumplir mi cometido.

Luego de aquella pequeña discusión ambos tomamos caminos separados, los siguientes meses se la pasó pegado a su adorada novia. Mientras que yo alejaba a cualquiera que se acercará a mi.

Ya ni siquiera se tomaba el tiempo para estudiar conmigo como antes, lo que me irritaba cada día más, pero aún así, tomé valor y le volvi a escribir.

⇥⇤

"Mi querido Percy ¿Cómo te ha ido estos días?

Sé que tal vez la ausencia de mis cartas te haya hecho dudar, pero sigo aquí, admirando tu perfecta presencia cada día en el gran comedor, distrayendome en clases cada que sonríes, tratando de acercarme lo suficiente durante las clases para poder contar las hermosas pecas en tu rostro. ¿Que te puedo decir? Me tienes hecha un desastre, pero solo hay una cosa que me molesta de ti y es tu novia.

¿Porque estás con una chica así? Tal vez yo no sea la mejor para juzgar, pero ¿Que es lo que le viste? Lo admito, tiene puntos por ser bonita, pero estos se descartan completamente cuando conoces su personalidad. Es tan sosa, es tan aburrida, es tan genérica, es como un personaje sin relevancia en una película donde tú eres el protagonista, no resalta en lo absoluto, no es tu final feliz, aunque tampoco estoy diciendo que yo lo sea.

Si, tal vez esta carta se volvió más agresiva de lo que yo habría deseado, pero si te vieras con mis ojos sé bien que entenderías a lo que me refiero. Alguien tan perfecto como tú solo está destinado a la grandeza y esa chica es como un ancla en tu vida que no te deja seguir adelante. Espero tomes en cuenta mi consejo, hay muchas chicas en esta escuela ¿Porque no puedes probar con alguien más?

⇥⇤

Envié la carta y mire el reloj antes de salir de las mazmorras, había pasado mis horas de estudio encerrada en mi habitación, pero finalmente entendí que no podía esconderme para siempre de mis sentimientos. Caminé tranquilamente hasta uno de los salones donde Percy y yo solíamos estudiar, oyendo su voz y la de su dichosa noviecita allí. ¿Acaso estaban peleando?

Me paré junto a la puerta para poder escuchar, tratando de que ninguno de los dos notará mi presencia mientras la oía gritarle por aquella carta. ¿Quien se creía para hablarle así? ¿Cómo se atrevía a culparlo por eso? Él no tenía la culpa de ser demasiado para ella, quería entrar ahí, quería darle un buen golpe en su asqueroso rostro para que cerrará la boca pero no tuve el valor cuando oí las palabras de mi adorado pelirrojo.

Lo oí decirle que la amaba, prometerle que ella era la única y jurarle por su vida que siempre lo sería, fue entonces cuando ella le hizo una petición.

- Esto lo escribió ella, lo sabes bien, Percy. Lyra Black me odia, y si está detrás de ti, yo ya no quiero que estés cerca de ella.

Abrí la puerta en aquel momento, quería verla a la cara cuando él le dijera que estaba loca, que yo era su mejor amiga, que yo llegue primero y que me iba a quedar, pero al final, la que parecía estar loca era yo.

- Lyra es mi mejor amiga, Penny, y no creo que haya escrito esto, pero si tú te sientes insegura de que yo me acerque a ella, entonces está bien, me alejaré.

No podía creer lo que había escuchado, quería llorar, quería gritarle, quería golpearlo, pero no tenía tiempo para ese tipo de niñerías, tenía clases a las que asistir y esperaba luego encontrar un consejo en el mayor experto en amores no correspondidos, mi adorado padre adoptivo, Severus Snape.

En cuanto las clases terminaron me apresuré por los pasillos, ignorando los llamados de Percy, quien venía con Penélope de la mano en mi dirección. Maldije internamente mientras trataba de perderme en la multitud y baje a las mazmorras para entrar al despacho de mi padre antes que ellos me alcanzaran.

- Lyra ¿Que es lo que pasa?

Preguntó él mientras levantaba la mirada de su libro para observarme a mí, fue en ese momento que me di cuenta que no había pensado en cómo decírselo, sabía lo dramático que él podía ser y realmente no deseaba confesarle sobre mis sentimientos por aquel pelirrojo, temía la reacción que él pudiera tener.

- Papá, quería hacerte una pregunta.

Dije mientras me sentaba en la silla frente a su escritorio, jugando con mis dedos algo nerviosa, tratando de no mirarlo a la cara pues no deseaba revelar mis intenciones.

- Si a ti te gustara alguien, y ese alguien tuviera novia ¿Cómo te desharías de ella?

Oí su suspiro y subí mi rostro para observarlo, viendo cómo llevaba una de sus manos a su cara, tratando de ocultar su ceño fruncido.

- No puedo expulsar a nadie, Lyra. Y tampoco puedes hacerle daño ¿Está claro?

Alce una de mis cejas pensativa, pues realmente no había contemplado aquellas opciones, aunque ahora eran demasiado tentadoras. Mi mente ya estaba procesando, ideando planes y buscando formas de herir lo suficiente a aquella chica como para que le sacarán de la escuela, pero todo se detuvo de repente en cuanto la idea de que Percy me descubriera y me odiara por ello vino a mi cabeza.

- No podría herirla, y si tú te metieras también sería riesgoso para mí, él me odiaría si me descubre.

Mi padre solo asintió, volviendo a tomar su pluma para seguir haciendo correcciones en su libro de pociones, espere pacientemente, pues sabía que era su forma de pensar, y me acomodé en mi asiento cuando me miró.

- Solo confiésate a él, querida. He visto como ese Weasley te mira ¿Realmente crees que no será capaz de dejarla para correr detrás de ti?

Me quedé helada al oír sus palabras y me levanté de golpe para salir de la oficina, murmurando maldiciones nuevamente mientras caminaba sin mirar. ¿Confesarme? ¿Cómo se le ocurría? ¿Y que era eso de que él la dejaría por mi? Percy estaba obsesionado con esa chica. ¿Porque habría de dejarla por alguien como yo?

Dejé salir un quejido de fastidio mientras apretaba la varita en mi mano, necesitaba desahogarme. Pero una voz conocida me ayudó.

- ¡Tierra llamando a Lyra! ¡Esperanos Black!

Detuve mi paso y voltee lentamente para ver a mis clones favoritos acercarse a mi, Fred y George siempre me sacaban una sonrisa con sus bromas, pero la expresión de preocupación en sus rostros me indicaba que está vez no estarían de humor para divertirse.

- Chicos ¿Que pasa? ¿Están bien?

Me acerqué más a ellos y solo pude corresponder cuando ambos me abrazaron, pude sentir como temblaban, lo que me preocupaba aún más, algo había pasado.

- Ginny... Ella desapareció.