El comienzo de Megan

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No recuerdo muy bien, como empezó todo,tampoco recuerdo si hubo alguna esperanza de que mi madre saliera viva del apartamento donde tuve el primer contacto con esas...cosas.Cosas, era una estupidez de injusticia, el hecho de que algo que ni siquiera sabia que existiera, me arrebataran lo más amado que tenia.

La primera noche que pase después de que mi madre no saliera del apartamento y que yo acelerara por la calle principal llevándome todo a mi paso de lo que se encontraba por la  calle,fue dura. 

Mientras aceleraba podía escuchar sus gritos, aun siguen frescos en mi memoria, como si tan solo ayer, todo hubiera explotado, recuerdo que avanzaba por la carretera principal y que aun así, podía seguir escuchando sus gritos.

Recuerdo haber prendido la radio, los gritos de mi madre abrumaban mi cabeza, haciendo que mi pie se aplastara con mas fuerza, sobre el acelerador.

-Ya no hay más escapatoria. todas las ciudades han sido infectadas, cuídense y aléjense de las zonas pobladas.

Y solo empezó a hacer ruido, no sabía dónde ir, no sabía si sobreviviría o si de casualidad alguien nos salvaría.

Aunque eso paso hace mas de once meses. Así que ya lo tengo superado un poco.

Ni una mierda lo tengo superado.

Aun escucho los fuertes gritos, aun sigo teniendo miedo de todo lo que pasara, de lo que paso, de todas esas cosas que vagan sin sentido, tengo miedo de sus ojos, se esos ojos que mi madre vio un segundo antes de morir.

Después de más de cuatro horas manejando el tanque casi estaba vacío , tenía hambre, en la esquina de la carretera vi un letrero de gasolinera y junto a este una señal de un pueblo llamado Mc Call, pare al lado de la estación de servicio baje con el arma que mi madre siempre tenía en la guantera y puse a llenar el tanque, para después volver a subir a la camioneta.

Las cosas se volvían rutinarias, vagar por la ciudad en busca de alguien que estuviera vivo, que aun estuviera sobreviviendo, después, solo volver a esa pequeña casa que condicione y por mala suerte, que el maldito destino me quizo otorgar , ahora estaba infestadas de esas cosas.

Suspire con cansancio, la noche anterior no fue de las mejores, cuando los ...o las..., no se como llamarles, tal vez les,  entraron a la casa por la ventana, me hizo recordar muchos sucesos del pasado, sobre todo a mi madre. No fue una noche fácil, los sueños y pesadillas se mezclaban, provocandome dolor de cabeza al despertar, jamas sabre si fue bueno o no.

Espere a que terminara de llenarse el tanque, mientras pensaba que carajos iba a hacer ahora ,solo tenía diecinueve años y no puedo hacer esto, como iba a sobrevivir a un apocalipsis, lo había hecho durante once meses pero no es lo mismo esconderte como un cobarde a estar en las calles en donde te pueden atacar y tomar desprevenido .

Cerre los ojos con fuerza, intentando apaciguar el dolor de cabeza que intentaba hacerse presente, y al parecer lo estaba logrando...respira profundo, lo principal era formar un nuevo plan.  

Primero un nuevo refugio ,segundo comida ,también necesitaba ropa nueva al igual que productos de limpieza . 

Baje del auto al escuchar el sonido de un salto del tanque estar lleno, cerre la tapa, manteniendo cerca mio el arma, mire a ambos lados , dándome cuenta de la tienda de comestibles, ahora abandonada.

Camine con cuidado, intentando escuchar cualquier sonido que me mantuviera alerta, sintiendo el gatillo en mi dedo y el paso del arma en mi mano , abrí la puerta y me apresure a tomar todo la necesario ,comida en latas , botellas de agua y una que otra bolsa de gomitas, podía estar en un puto apocalipsis y posiblemente morir mañana, pero mi amor por las gomitas jamas desaparecería.

Me pare en seco cuando vi un libro arriba de la repisa del mostrador, era un libro de lo más insignificante, teniendo en cuenta con todo lo que estaba pasado. Pero era ese maldito libro.

Suspire al saber que mama me estaría maldiciendo si no lo tomaba.

Así que termine de tomar el libro de KJ Klune, para guardarlo en la mochila.

Salí del establecimiento a mi camioneta, llene los bidones, los guarde en la cajuela y me encamine al pueblo de Mc Call. El pueblo parecía sacado de película ,excepto por que ahora había vidrios rotos, cuerpos en el piso,( eso era mala señal), y se veía un ambiente muy pero muy tétrico .

Tome una calle en la que llegue enfrente de una tienda de ropa deportiva , intente ver su interior, tomando en cuenta que la puerta se encontraba abierta y alguien pudo haber entrado, apague la camioneta, suspirando mientras tomaba el arma y le quitaba el seguro, alcance la mochila de entrenamiento, abriendo la puerta del carro.

No di ni diez pasos cuando escuche aquel ruido, jamas me acostumbraría a el, camine aun mas rápido de lo que pude para entrar  en la tienda, olvidando las precauciones que se suponía que debía de tener, cada que entraba a algún establecimiento.

Trabe la puerta, dejando a aquello vagar afuera, lejos de mi y de mi vista.

Suspire encendiendo la linterna que tenia en la mochila, la encendí, sintiendo el miedo de ver alguna criatura cuando la encendiera, pero la luz ilumino el lugar y  aquel miedo se esfumo.

Camine por los pasillos, recogiendo algunas prendas que lo mas seguro era que me quedarían, mire ambos lados del pasillos y intente escuchar algo, asegurándome de que no existía ningún peligro hay adentro. Deje la mochila en el piso, junto con la linterna, dude al dejar el arma.

Me deslice de mi camiseta, tirándola al suelo y cambiándola por una nueva, tome lo mas rápido que puede mi mochila , llenándola de todo lo que verdaderamente necesitaba , con un nuevo par de tenis, los viejos se encontraban agujerado.

Mi corazón empezó a golpetear con normalidad apenas me encontré de nueva cuenta en la camioneta, dejando atrás aquel miedo de que algo estuviera atrás de mi, deje que aquellas ideas se fueran de mi mente antes de arrancar.

Estaba pensando en que haría digo ya sé que tengo que hacer, pero, ¿en dónde? Lo mas difícil del apocalipsis era aquello, encontrar un lugar seguro donde hospedarse, no necesitabas un arma, necesitabas una estrategia, una razón para seguir viviendo y sobre todo , una seguridad al dormir.

 Tome el camino hacia la carretera de nuevo, no quería arriesgarme en ese pueblo, suficiente revuelo había tenido escuchando las pisadas, mis ojos cansados delataran de igual manera que anochecía , baje en la primera desviación de la carretera, adentrándome mas por este, pasando un letrero con nombre de un lugar.

Dixie.

Seguí conduciendo, no me importaba no conocer el pueblo, era mucho mejor si no lo hacia, había demasiadas posibilidades si quería turistear y ninguna terminaba bien para mi. Pise el freno cuando vi una cabaña, estaba lo suficientemente alejada del pueblo y lo bastante cerca para huir.

Solo necesitaba dormir.

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