Las cosas pasan

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Contenido explícito, dirty talk, degradation kink, sexo en lugares públicos.

Ivan top, Rodrigo bottom.

Capítulo medio largo, 11977 palabras.



───¿¡QUÉ MIERDA HACÉS ACÁ, PELOTUDO?!

Si había maneras malas de despertar, una de ellas era a los gritos. Y si el que te gritaba era Martín, agarrate porque te ibas con más de una patada.

───¡RAJÁ! YA SE FUE TODO EL MUNDO MENOS VOS Y TOMAS.

───Uhh... ───Carrera se puso una almohada en la cabeza para tapar la luz que se colaba por la ventana. Todavía no había recuperado ni la mitad de la consciencia y ya lo estaban volviendo loco───Dejame reaccionar aunque sea. Un rato más, dale, dejame dormir.

───Te voy a pegar tal patada en el tuje que todos tus parientes lo van a sentir, ¡dale, rajá!

Rodrigo tenía una resaca de la puta madre. Se prometió nunca volver a tomar, aunque siempre decía lo mismo y terminaba cada vez peor. La próxima vez seguro terminaba en una zanja.

Fue a la escuela como pudo, encima que se atrevió a tomar entre semana. Nunca odió tanto ser del turno de la mañana.

Martín lo había echado de la casa de Tomas a eso de las cinco de la mañana. E ir a su casa a dormir un ratito más no estaba en discusión. Su madre lo iba a matar si lo veía llegar a esas horas y en un estado tan deplorable.

Suspiró. Al menos Tomas no lo estaba acompañando. Le tenía aprecio al castaño, pero se ponía insoportable cuando estaban ellos dos solos. Lo besaba y lo tocaba, lo agarraba de la cintura. Todo muy empalagoso para ser solo una relación casual.

A veces odiaba mucho que Arbillaga fuera el único gay (aparte de él) del secundario. Le gustaría estar con otros hombres, y si tenía suerte estar con uno que se pareciera a Iván.

Rodrigo se mordió el labio. Ayer estaba borrachísimo pero se acordaba de la discusión y el forcejeo. También se acordaba del pete.

En ese momento pensó que era una buena idea. Se había creído el tipo más suertudo del mundo. Al parecer la costumbre de tomar malas decisiones estando borracho seguía presente.

Al menos Iván iba a borrar el video y el asunto se olvidaría por completo, ¿no?

...

Iván llegaba tarde, de nuevo. Se había quedado dormido cuando se acostó en su cómoda cama, con pantalones y zapatillas. Y con el recuerdo muy vívido de lo que sucedió en la casa de Arbillaga.

Iván pensó que se iba arrepentir cuando se despertara, pero no. El remordimiento no lo atacó en ningún momento de la mañana, al contrario, más de una vez se había puesto a ver las fotos de Rodrigo haciéndole un pete.

La cara de puta de Carrera fue imposible de olvidar. La forma en la que, aún con semejante pene en la boca, gemía y jadeaba. La saliva y algunas gotas de semen en su cara colorada lo perseguía.

Y por culpa de eso estaba llegando tarde. Se había despertado con una erección que le dolía como la concha de la lora.

Todo culpa de Rodrigo. Lo odiaba, a él y a su ridículamente gran habilidad para hacer petes.

Cuando lo vio ahí, sentado tan cerquita de Arbillaga, actuando como si no le hubiese dado el pete de su vida, sintió bronca.

La normalidad de Carrera lo hacía sospechar; ¿a más de uno de sus compañeros le habrá hecho una paja o un pete?

𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora