𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧𝗢

Bronca, fútbol e incidentes

Universo alterno.
No son streamers.

Adaptación: antdzz

Contenido explícito 🔞.

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Iván le tiene bronca a Rodrigo.

El tipo de bronca que no era sana ni justificada. Había nacido de la nada, sin respaldo real.

Ellos se conocían de chicos, sus madres eran amigas y ambas familias cenaban todos los domingos juntos. Pero nunca se cayeron bien.

Y lo peor era que todos parecían ponerse del lado de Rodrigo, diciéndole al pelinegro que seguramente algo habrá hecho para ganarse el odio de Carrera.

Iván odiaba a Rodrigo, y odiaba aún más la imagen tan perfecta que todos parecían tener de él.

Quería mostrarles a todos que Rodrigo era molesto, malcriado y, sobretodo, un pelotudo bárbaro. Un manipulador. Quería arruinar la imagen de nene bueno, dulce e inteligente que tenía el castaño.

Su mente solo sabía darle lugar a Rodrigo: qué hacer para mandarlo al frente y dejar a la vista la máscara que el castaño portaba con tanto orgullo, cómo desmoronar sus años de supuestas buenas acciones, la manera de demostrar cuánta razón tenía cuando blasfemaba acerca del tipo. Era hilo tras hilo, tras hilo, tras hilo, tejiendo una red de ideas y posibles planes para llegar a ese objetivo común.

Pero, claro, era todo un tema poder salir a flote cuando Carrera tenía a todo el mundo de su lado. Abanderado, «niño bien», adorado tanto por alumnos como profesores, el preferido de las masas, el que nunca se metía en papelones... ¿cómo desconfiar de alguien así? ¿Dónde estaba el error que Rodrigo debía cometer para perder todo el avance que había hecho en todo ese tiempo?

En pocas palabras, estaba obsesionado. Lo odiaba, sí, pero no podía dejar de pensar en él. En su odiosa sonrisa y en su cuerpo, tan vulgar y pecaminoso.

Iván todavía no lo sabía, pero iba a hacer lo necesario para descubrir el talón de Carrera y destruir su reinado. Estaba seguro de que, muy en lo profundo, Rodrigo escondía una verdad que podría someterlo ante Buhajeruk.

«Cuestión de tiempo, Iván; ya vas a encontrar la oportunidad de arruinarlo». Bueno, la oportunidad sí que estaba ahí, solo necesitaba jugar bien sus cartas.

Y encima estaba más cerca de lo que se imaginaba, porque no faltaba mucho para el cumpleaños de Tomas, quien sabía armar una buena fiesta.

O mejor dicho, una buena zona de batalla.

Por otro lado estaba Rodrigo, quien no se quedaba atrás.

Él odiaba a Iván, casi tanto como Iván lo odiaba a él. Motivos sobraban, y había uno en especial, uno que si alguien se enteraba estaba arruinado, que destacaba entre los demás. Pero esta razón pensaba llevársela a la tumba si es que podía.

Por eso se esforzó el doble para mantenerlo por lo que era; un secreto. Era capaz de cualquier cosa con tal de conservar su puesto en lo más alto de la cadena social alimenticia.

Su mente comenzó a vagar nuevamente en Iván. Sus pensamientos eran invadidos por el pelinegro.
Y cualquiera podría pensar que Rodrigo estaba rencoroso con Buhajeruk, y en cierta parte era así.

Buhajeruk era atractivo y tenía algo que al castaño le atraía. No sabía si era por su cabello negro, lo cual tenía algunos cuantos rulos que volvían loco a Rodrigo, o su sonrisa que lo dejaba sin aire, o si era por el simple echo de que Iván lo odiaba.