Él está tan furioso

Chapter 18

Li Xiang se ahogó durante mucho tiempo antes de recuperarse, no pudo evitar mirar a Wen Yufeng.

"¿Autoaprendizaje?" Hermano Yu, hablas en serio, ¿no me estás tomando el pelo? "

"..."

Wen Yufeng no dijo una palabra, solo volvió la mirada hacia atrás y miró a Li Xiang con pereza.

Li Xiang encogió el cuello y respondió con valentía: "Uh, vamos primero".

"......Espera un momento."

Wen Yufeng gritó: "Tengo algo que preguntarte".

"¿Oye?"

Al escuchar que Yufeng realmente se iba a preguntar algo, Li Xiang se acercó a él con curiosidad.

"Hermano Yu, ¿qué pasa?"

...

Veinte minutos más tarde, los estudiantes de la segunda y sexta clase de la escuela secundaria miraron al frente del salón de clases estupefactos: Wen Yufeng, que nunca había aparecido en el autoestudio vespertino, entró desde afuera.

La mano izquierda que colgaba a su lado también llevaba una caja de postre bien empaquetada.

Wen Yufeng entró al aula todo el camino, los rasgos faciales del rostro de Qingjun siempre mostraban una sonrisa juguetona y sus ojos siempre se posaban en una determinada posición.

Luego se detuvo y se inclinó hacia adelante, la sonrisa en sus ojos se hizo más espesa.

En este momento, la chica detrás del escritorio frente a él todavía estaba acostada sobre la mesa con asombro, con una expresión baja en algún lugar en el aire de la nada, obviamente sin notar su apariencia.

Esos ojos que siempre fueron hermosos y claros no tenían enfoque.

"¿Qué pasa con la melancolía?"

De repente sonó una voz masculina baja y limpia, los delgados hombros de Qin Qing temblaron y rápidamente enderezaron su cintura.

Todavía estaba un poco inmersa en sus pensamientos anteriores, y había un poco de emoción aturdida en sus ojos al mirar al chico.

Esta es la primera vez que Wen Yufeng ve esos ojos y emociones en una niña.

Parece un gatito doméstico que se ha perdido, mirándote con un cuerpo joven encogido, pero escondido en lo profundo de sus pupilas, está ansioso por probarlo sin siquiera saberlo.

Es solo que Wen Yufeng no esperó a que Wen Yufeng lo estudiara con detenimiento, la niña ya había reducido su expresión y había bajado los ojos.

Las pestañas ligeramente rizadas proyectaban una tenue sombra sobre su piel blanca como la porcelana.

"Estoy bien."

La voz de la niña es muy suave.

Wen Yufeng frunció el ceño ligeramente, pero rápidamente suavizó sus emociones.

Levantó la mano y puso la caja de postre que llevaba sobre la mesa de la niña, su voz no era rápida, y pareció haber un sabor reconfortante cuando escuchó con atención.

"Su cena."

"..."

Qin Qing no pudo evitar mirar la hermosa y delicada caja de regalo.

Pasaron unos segundos antes de que recuperara el conocimiento y sacudió la cabeza apresuradamente: "Mayor, yo ..."

"La última vez, no soy tu mayor."