kaburamaru (obamui) Obanai x tokito

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- kaburamaru tienes que acompañarme- tome aire para evitar molestarme otra vez con mi fiel compañero

-para ver el intento de amor, no gracias pasó- rodé los ojos no iba a seguir discutiendo con él así que decidí irme mejor, dejandolo solo en la finca

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en el momento que se fue obanai, me asegure que se fuera de verdad  y tome camino al río tenía la esperanza de volver a ver al ojiazul su presencia me traía calma y mucha paz

pero desde ese día no lo había vuelto a ver y está demás decir que fue toda una semana entera esperando verlo de nuevo claro está que a escondidas de Obanai, ya había perdido la esperanza de volverlo a ver y tendria que averiguar en dónde está su finca para ir a visitarlo

la llegar al río no lo ví por ningún lado, estaba ya perdiendo la fé de encontrarlo, pero mañana voy a averiguar dónde vive ese pilar

-¿que haces aquí?- al escuchar esa suave voz que se quedó grabada en mi cabeza la primera vez que la escuché no podía equivocarme de persona, al voltear lo ví era él, el pilar de la neblina, el niño con ojos bonitos y con un color tan especial y único al menos para mí, con un aura de paz y tranquilidad que me haría dormir en su regazo por horas y no me quejaría nunca- ¿pelearon de nuevo?- la manera en como ladeo su cabeza y camino con cuidado hasta quedar a mi lado me hizo sentir alegría, lo deje acariciar por él y no dude ni un momento para subir a sus hombros y acurrucarme en su cuello esto era perfecto y único

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No sé cuánto tiempo fui a ese río después de verlo por segunda vez, pero lo que si puedo decir con seguridad es que me dí cuenta de que esté niño iba cada tres días a ese río a lavarse las heridas que tenía en su cuerpo, cada vez que lo veía tenía las mismas heridas pero recientes al parecer nunca sanaban o se las hacía en cada misión lo cual era raro porque siempre eran los mismos cortes, como si peleará con el mismo demonio, pero siempre decía que era un simple rasguño.

este era uno de esos momentos en el cual estaba con ese pilar teníamos aproximadamente 1 mes entero viéndome con él y me daba alegría saber que le gustaba mi presencia y esperaba que Obanai nunca se diera cuenta

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empezaba a notar una conducta rara en kaburamaru, por los años que llevábamos juntos podría decir que lo conozco a la perfección y el hecho de que me oculta algo no me molestaba me intrigaba el saber que escondía de mí

-entonces hoy tampoco me acompañaras supongo- lo ví negar y asenti, la salir de la finca me subí a la copa de un árbol y lo observé desde ahí, si era algo horrible vigilarlo pero si está era la única manera de saber que pasaba por la mente de esa rata evolucionada lo iba a hacer solo para asegurarme de que no fuera algo grave

desde ese lugar note al animal arrastrarse a lo que parecía asegurarse de que ya no estaba, esto mismo hacia cada que me iba desde hacia un mes, tome aire al ver que se iba y lo seguí de una distancia prudente, ladee la cabeza al verlo detenerse frente a un río y luego entrar en este, no me moví del lugar y lo ví salir de nuevo recostandoce en la orilla del río, lo que me sorprendió fue la presencia del pilar de la neblina, se trataban con tanta familiaridad este hablaba con kaburamaru como si este le fuera a responder como lo hacía conmigo, así pasaron horas hasta que el arrastrado estúpido se quedó dormido sobre las piernas del menor.

no dude ni un momento en acercarme, mi acción lo tomo por sorpresa y lo noté por el pequeño salto que dió al ver mi presencia- me asustaste- llevo una de sus manos a su pecho mientras con la otra seguía acariciando a mi compañero de vida- supongo que vienes por él- volvió a verme con esa típica mirada vacía, camine hasta quedar a su lado y me senté aún viendo fijamente a mi mejor amigo

-supongo que tienen mucho tiempo viéndose a escondidas- pareció no entender y ladeo la cabeza

- ¿a escondidas?- me miraba con obvia confusión en sus ojos y expresión

-kaburamaru- asintio- el se a ido a ver contigo a escondidas de mí- se sonrojo y miro a otro lado

-no sabía eso- siguió acariciándolo- le diré que no venga más- negué

-aunque se lo digas lo va a seguir haciendo- me cruce de brazos mientras lo veía asentir una y otra vez, al mirarlo más de cerca note sus heridas las mismas que le ví aquella vez pero otra vez estaban abiertas, sus pestañas largas y oscuras la punta de su cabello de un color azul al igual que sus ojos, su ropa intacta pero se notaban unos leves cortes en la piel lechoza de sus brazos y cuello no note en que momento empecé a tocar las heridas de su rostro con las puntas de mis dedos para no lastimarlo más de lo que estaba

-son solo rasguños- cerró su ojo en una expresión de dolor en el momento que toque una herida en su pómulo, frunci el ceño y aleje mi mano, soltó un pequeño suspiro, dejo a un lado a kaburamaru y fue al río para lavar sus heridas

-el que laves tus heridas no va a curarlas- lo ví asentir y me puse detrás de él- déjame ayudarte- tome un poco de agua mojando un pañuelo y  limpie sus heridas con cuidado, cerró sus ojos, sus labios rosados estaban aprisionados en sus dientes y sus mejillas aún estaban teñidas de un leve rosado, sus labios estaban brillosos y rojos e inchados por la resiente liberación de los dientes del ojiazul, me aleje y tome a kaburamaru me fui sin despedirme igual no éramos amigos ni conocidos somos simples extraños.