kaburamaru (obamui) Obanai x tokito

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los pasillos de la finca mariposa eran más solitarios de lo que recordaba, igual el frío de la noche no podía quedarme allí por más tiempo así que apenas pude fui a hacer algunas misiones

-¿desde cuando sabías?- por supuesto que kaburamaru nunca dejo de preguntar y yo nunca le dejé de contestar lo mismo

-no sé nada- esa respuesta parecía nunca gustarle a kaburamaru pero lastimosamente él tampoco me daba respuesta a mis preguntas- iré a ver a mitsuri- camine en dirección a la casa de la pilar del amor y no pareció rechistar por mi decisión encambio solo se acostó en mis hombros y no dijo absolutamente nada, ni cuando estábamos a solo pasos para entrar, ni cuando estábamos caminando por los pasillos de la finca hasta encontrar a la pelirosa

-¡¡Obani!!- se lanzó hacia mi, brazandome con sus brazos y piernas la sujete con cuidado, intenté mantener el equilibrio y sonreí mitsuri era la unica que se emocionaba tanto al verme  además de kaburamaru, nunca nadie se había preocupado tanto por mí como ellos dos lo hacían y estaba muy feliz de que mi corazón le pertenezca a esta linda señorita, la dejé con cuidado en el suelo y le sonrei, mi sorpresa fue que kaburamaru nunca se comporto de manera diferente a su lado ni se movió en todo el rato que estuvimos con mitsuri y más me sorprendió fue que se dejó acariciar por ella aún le daba la espalda pero que se dejara tocar por ella y era un avance así que al salir de la finca ya a altas horas de la noche, no dude ni dos minutos en agradecerle por cómo se portó delante de mitsuri

-solo lo hago por él- su comentario me hizo frenar el paso y voltear a verlo aún en shock- solo quiero ir a verlo- nos quedamos en silenció un momento y no puse ninguna queja ante su petición, desvíe el camino a la finca mariposa. El camino fue inundado por un silencio para nada incómodo, me hundí en mis pensamientos aunque no tenía nada en mente, estaba totalmente en blanco sin pensar nada, sin mirar el camino, sin hablar nada

tome un atajo para llegar más rápido debido a la desesperación que empezó a tener kaburamaru, lo noté por los constantes movimientos que hacía en mis hombros, al llegar al lugar camine por los pasillos y me encontré a las tres niñas aprendices de medicina- señor Obanai- hicieron una reverencia y pase por su lado al ya saber en dónde estaba la habitación del ojiazul, al llegar a esta fui detenido por las tres niñas las cuales me seguían de cerca, las mire un momento mí intención no era ,intimidarlas pero al parecer eso fue lo que logré, temblaban un poco y su mirada era una de completo miedo- ¿que sucede?- mi voz salio más fuerte de lo que quería, haciendo que las niñas retrocedan un poco.

- el s-se f-fue -todo quedo en silencio por un momento, aleje mi mano de la puerta y le dí la espalda a las niñas, seguí caminando por los pasillos, buscando algún indicio del ojiazul, sentí como kaburamaru bajo de mis hombros desesperado y salió casi corriendo en dirección al bosque el cual quedaba a un lado de la finca, voltee a ver a las niñas que me seguían de cerca- se fue el mismo día que lo trajeron- silencio- la señorita shinobu le dijo que se quedara para terminar de sanar sus heridas pero él no quizo- tome un poco de aire y seguí el mismo camino que tomo kaburamaru con la diferencia de que fui detrás de él por los árboles, lo seguí de Serca hasta llegar al río, me quedé quieto al ver a kaburamaru enrrollarse en el cuello del ojiazul

este solo sonrió y restregó su mejilla contra la cabeza de la serpiente, mientras soltaba leves risas me senté en la rama del árbol, mientras los veía choque con los ojos azules y este me dió una leve sonrisa la cual no devolví solo frunci el ceño y desvíe la mirada, desde mi posición no podía escuchar nada de lo que hablaban solo susurros, cerré los ojos y intenté olvidar dónde estaba justo ahora pero no note en que momento me quedé profundamente dormido

-iguro- empecé a abrir mis ojos lentamente, encontrándome con la figura del ojiazul frente a mí, me levanté de golpe sintiendo un mareo repentino por mi acción lleve mi mano a mi cabeza y como pude ví mi alrededor aún estaba encima del árbol, volví a ver al ojiazul aún con mi mano en mi cabeza- lo siento no quería asustarte- soltó otra vez esa leve sonrisa y lleve mi mano a su mejilla, aún tenía la marca de la herida estaba seguro que con el tiempo se quitaría pero igual no pude evitar fruncir el ceño al sentirla entre en la punta de mis dedos se removió y se alejo de mí tacto, bajando del árbol y caminando hasta quedar a un lado de kaburamaru para después sentarse dándome la espalda

valla, así que Haci se dan las gracias por salvarme la vida de dónde venía él- ¿a qué hora se durmió?- baje del árbol y camine hasta estar a un lado del ojiazul.

- tú ¿te gusta mitsuri-san?- su pregunta me tomo por sorpresa, me acerque a kaburamaru con el ceño fruncido por alguna extraña razón me molestaba de sobremanera que me preguntara esto, quizás el ojiazul  quería algo con la chica que me gustaba, antes de agarrar a kaburamaru sentí las manos del ojiazul tomar mis manos, voltee a verlo este no me miraba solo miraba sus pies- Iguro ¿te gusta mitsuri-san?- me solté de su agarre de manera poco delicada, llevo sus manos a su pecho y se alejo de mí

- y tú ¿para que mierda quieres saber eso?- su sonrojo no lo deje pasar, lo tome del cuello y lo pegue al árbol con fuerza ya estaba lo suficientemente cabreado como para  pensar en el estado de sus heridas, apretaba su cuello con fuerza mientras el intentaba liberarse de mi ataque de irá- alejate de ella- volví a golpear su espalda contra el árbol una y otra vez hasta que sentí un apretón en una de mis piernas al voltear al lugar ví a kaburamaru- no te metas

-tengo qué- voltee otra vez y lo solté, cayó de rodillas mientras llevaba una de sus manos a su cuello intentado respirar, le di la espaldame dispuse a caminar hacia mi finca cuando sentí de nuevo su agarre

-¿que mierda quieres?

- Iguro, gracias por lo que hiciste por mi ese día- mordió su labio inferior sin mirarme a la cara- yo... -sacudio su cabeza aún sin mirarme- tú.. tu me gustas- su piel lechoza fue invadido por un pronunciado sonrojo, me solté de su agarre con la misma brusquedad y hice una mueca de asco

- esto es estúpido, no me toques- me di media vuelta dispuesto a irme, pero tenía al ojiazul frente a mí- ¿que mierda?- en un abrir y cerrar de ojos tenía los labios del ojiazul sobre los míos, sus ojos cerrados y sus mejillas aún más sonrojadas que antes, sus manos acunando mis mejillas y sus pies en puntas para poder alcanzarme y aún así no llegaba a mi tamaño, reaccione tarde pero lo empuje lo más lejos que pude y le di un fuerte golpe en el abdomen, volvió a caer de rodillas mientras escupía sangre en su mano la otra la tenía en su abdomen- ¿!que mierda te pasa¡?- estaba impactado no sabía todo lo que le estaba diciendo de lo enojado que estaba solo lo veía llorar en silencio mientras me miraba, apartó su mirada y me fui dejando a kaburamaru.

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todas y cada una de las palabras que decia Obanai lastimaban al ojiazul lo noté por todas las lagrimas que ví rodar por sus mejillas en el momento en el que las decia y también por todas las que derramó en cuanto se fué

me acerque y enrolle en su hombro, limpio sus lágrimas con las mangas de su traje de una manera muy rústica dejando pequeños rasguños, suspiraba cansado después de llorar por tanto tiempo y lo más triste es que solo lo podía verlo llorar sin decir absolutamente nada

-yo me confundí- su voz salio en un susurro entre cortado- yo pensé que él- se hizo bolita llevando sus rodillas a su pecho- pensé que él sentía lo mismo por mí- volteo a mirarme y acaricio mi cabeza- por eso- limpio su nariz- le dije lo que sentía- silencio- pero nunca pensé que.. le diera asco solo verme- hundió su cara entre sus rodillas y lloro- yo le doy un puto asco, lo escuchaste- siguió llorando y solo estuve con él hasta que se fué