𝖺𝗅𝗀𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝙖𝙢𝙖𝙨｜𝘳𝘰𝘪𝘦𝘳

𝘁𝗿𝗲𝘀

__ ¡Spreen! ¡Hola, Hola, Hola, Hola..! ¿¡Estás ahí!?

El argentino tallo sus ojos con frustración, no reconocía la voz que ahora mismo le gritaba desde afuera de su casa.
Abandono su cama y salió con pereza.

__ Ya era hora cabron, llevo media hora tocando y gritando.

__ ¿Roier?

__ Soy yo, ¿Tan poco tiempo dejaste de verme y ya me olvidaste?

Sonrío, no iba a negar que había extrañado a aquel chico que ahora mismo tenía enfrente.

! !

__ Entonces... ¿A dónde íbamos?

__ Como chingas, pendejo. Te hice una pinche cena romántica ¿Ok?

__ Nah, ¿Cena romántica? ¿Podemos quitar la palabra romántica?- Hizo comillas enfatizando la palabra romántica.

__ ¿Apoco no te emociona cenar conmigo de esa forma?

__ No.

__ Claro-. El castaño marco con diversión la pequeña y esponjosa cola que se movía por la alegría que sentía, por un instante odio ser un híbrido oso.

Paso sus manos por detrás y bajo el rostro ocultando sus mejillas decoradas de carmín. Detestaba ser tan transparente y casi vulnerable con Roier.

__ ¿Te chiviaste? ¿Osea que si quieres venir conmigo a una cena romántica?

__ ¡Ya boludo, para!

! !

__ ¿Tú cocinaste esto?

__ Si, pero Mariana y Missa también me ayudaron-. Cruzo sus manos bajo su mentón mientras observaba comer al argentino.

__ Capo, les quedó delicioso-. Quito la vista de su siguiente bocado para ahora alzarla a su acompañante__. ¿Vos no comerás?

__ Estoy bien, la cena es para tí.

__ Pensé que sería para los dos.

__ Me gusta consentirte, pero si me lo pides te acompañaré.

El azabache dejo caer sus orejas, empezaba a sentirse abrumado, el sentimiento apareció de la nada.