Capítulo 3.

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Nuevo comienzo.

Era un nuevo día, Mabel estaba medio cuerpo fuera de la cama, aún dormida, hasta que pudo oler el delicioso olor de huevos estrellados y tocino.

Al darse cuenta de su posición, trata de no caer, pero era inevitable y cae de cabeza al suelo.
Con un poco de dolor, pero, con una sonrisa, se dirige donde proviene tal olor delicioso, encontrándose con su hermano, quien llevaba un delantal y preparaba el desayuno.

- Eso realmente te queda bien, espero que así seas con mi futura cuñada. -

Suelta de la nada, haciendo dar un pequeño salto a su hermano, quien estaba concentrado preparando el desayuno.

- ¡Dios mío, Mabel!; ¡realmente me asustastes! -

Exclamó su hermano alterado, recibiendo una sonrisa de su hermana, quien se sentó para poder comer.

- ¿Ya te lavaste los dientes? -

Su hermana al escucharlo se paraliza y sonríe de forma nerviosa.
Sabía que no lo había hecho, estaba tan ansiosa por comer, que se le había olvidado.
S

ólo niega con la cabeza, haciendo que su hermano frunce el ceño levemente.

- Ve ahora mismo. -

Con pereza y sin ningún tipo de ganas decide ir, no le gustaba ver a su hermano enojado, pero aveces era inevitable.

Luego de un par de minutos, ya con sus dientes y cara lavada, se sienta en una silla, esperando su desayuno.
Su hermano quien ya había terminado, le sirve a su hermana, para luego sentarse con ella, y así ambos comer juntos.

- ¿Mabel, donde está pato? -

Curioso pregunta, desde que llegaron no lo había visto, su hermana lo había traído con un poco de dificultad, ya que, ahora era mucho más grande e hicieron todo lo posible para poder traerlo.

- Está en la habitación, aún dormido. -

Respondió mientras daba otro bocado al tocino.

Soos, que, en ese momento pasaba por la sala, los saluda y les informa que estará con su esposa, Melody.
Quienes han estado viviendo en una pequeña, pero, acogedora casa.

Los gemelos al terminar su desayuno y Dipper al ganarle a su hermana en un reto de "a ver quien mira fijamente sin reírse", sale de la cocina y se dirige a su habitación, dejando a su hermana lavando los trastes.

El menor toma su libro de misterio, en el cual de portada tiene escrito "1".
Ya había empezado a escribir sus propios descubrimientos y la mayoría de las que tenía su tío Ford en el diario.

Ya listo sale de la habitación y bajando las escaleras se encuentra con su hermana en la entrada,
la cual no pareciera satisfecha.

- ¿Es en serio? ¿De nuevo con las anomalías del pueblo? -

Dice indignada cruzando sus brazos, no podía creer que su hermano se iba otra vez hacia el bosque.

- Mabel yo... -

Antes que pudiera siquiera decir algo, su hermana lo interrumpe.

- No Dipper, no puedes irte, sin mi. -

Dipper sonríe ante eso, quizás su hermana lo apoyaría con sus investigaciones.
La abraza, luego ambos caminan dirigiéndose al bosque, hablando y recordando de la mayoría de las grandes anomalías de ese pueblo.

Sin darse cuenta llegaron a la estatua de Bill Cipher, la cual se veía vieja.
Había crecido mucha flora, musgo, pero, lo que más le sorprendió ver fue que estaba rota en la parte de su gran ojo.

Ambos se vieron con un poco de miedo, temían que se volviera a repetir lo de hace ya varios años.

Dipper sugirió volver a casa, con el propósito de no seguir viendo esa estatua, su hermana aceptó y se adelantó primero.
Dipper si la vuelta y antes de siquiera dar un paso sintió una respiración en su nuca dejándolo inmóvil.

Juntando todas sus fuerzas, volteó la cabeza lentamente, pero no miro nada.
Dejo salir un pesado suspiro y siguió a a su hermana, sin darse cuenta que la estatua se había roto un poco más en la parte de su ojo.



























Miércoles 24 de Mayo.

❥︎ 𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora