Capítulo 2.

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De regreso.

Eran las tres de la mañana, el sol aún no había salido, pero, el hijo menor de los Pines, ya se encontraba despierto, había vuelto a tener otra pesadilla, otra vez con el ser de un sólo ojo, estaba harto de siempre lo mismo.

Hace un par de horas, en la mente de Dipper.

Se encontraba en el medio de un bosque, estaba recostado en un árbol, la brisa fría golpeaba su rostro, parece que era media noche.

Se levantó y caminó sin rumbo fijo, intentando salir de aquel lugar.
Sin embargo entre más caminaba, sentía unas miradas puestas en su nuca, sentía que si pudiera ya se la hubieran perforado.

Era una sensación horrible, empezó a correr tratando de evitar sentirse observado, sin embargo se sentía peor que antes.

- ¡¿Qué es esto?! ¡Dejen de mirarme! -

Preguntó y exigió ya desesperado por la horrible sensación.
Su respiración estaba agitada, sentía que había corrido un maratón, de repente sintió como desde atrás le posaban unas manos en su boca, tapando la en el instante, haciendo le imposible gritar.

Forcejeó pero el agarre se hizo más fuerte, teniendo como consecuencia el dolor en su boca.
Sentía como se apegaban más y más a su espalda, poniéndolo más nervioso y alterado todavía.
Sintió una respiración en su cuello y de pronto un susurro en su oido.

- Volverás a estar cerca. -

Y con eso se levantó repentinamente de su cama, sudando y con su respiración agitada.
Tratando de regular su respiración, intentaba descifrar a quien pertenecía aquella voz que le habló.

Ya más calmado, se levanta de su cama y sale de su habitación, dirigiéndose a la cocina por un vaso de agua. Necesitaba despejar su mente, así que luego de servirse el agua, se dirigió hacia afuera, se sentó en las gradas y contempló unos momentos el cielo.

En los alrededores solamente se escuchaban los sonidos de los pequeños grillos, el viento frío y tranquilo, tambien se observaba las pequeñas lucecitas de las luciérnagas y lo último pero igual de hermoso, el cielo, estaba estrellado, Dipper pudo contemplar su marca de nacimiento, la constelación de la Osa Mayor.

Fascinado y ya más tranquilo, decide volverse a dormir, en unas horas tenía que viajar a Gravity Falls con su hermana.

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Los Pines estaban listos, apuntó de partir y sus padres despidiéndose de ellos.
Mabel y Dipper subieron al autobús, siguieron despidiéndose de sus padres por la ventana hasta que ya no pudieron verlos más.
Se sentaron juntos, hablaban recordando la última vez de su estadía en Gravity Falls.

Ellos aunque ya casi no interactuaban demasiado por los estudios, quienes los tenían ocupado (en especial a Dipper), aún seguían manteniendo esa chispa entre ellos.

Siguieron conversando hasta que ambos gemelos se quedaron dormidos, estaban cansados ya que se tuvieron que levantar muy temprano para así no poder perder el transporte.

Su viaje era un poco largo, la mayoría la pasaron riendo y durmiendo.
El menor por algunas razones no podía dormir, sentía que si se dormía, tendría otra pesadilla.

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Luego de algunas horas, el menor de los Pines pudo observar la llegada a su destino, Gravity Falls, se emocionó y despertó a su hermana, la cual estaba dormida.

Cuando se bajaron del autobús los recibieron las amigas de Mabel, Candy y Grenda.

Corrieron hacia ellas con gran emoción y muchos gritos, después de todo, no se habían visto hace cinco años.

- Te extrañamos mucho -

Dijeron las chicas dándose un fuerte abrazo triple, se separaron y prosiguieron a saludar a Dipper, quien estaba feliz por su hermana, ella ya le había comentado acerca de cuanto extrañaba este lugar y a sus amigos y amigas.

Estuvieron platicando hasta llegar a la cabaña del misterio y se sorprendieron al ser recibidos con una fiesta hecha por Soos, el cual le dieron un gran abrazo.
Estaban todos los del pueblo inclusive los Noroeste, la familia de Gideon, hasta Wendy y su familia.

Los gemelos estaban super felices, saludaron a todos los invitados. Aunque habían pasado cinco años, no había cambiado demasiado el pueblo.

Los gemelos al no notar la presencia de quienes querían saludar desde hace ya mucho tiempo, decidieron preguntarle a Soos.

- Oye Soos, ¿aún no han vuelto el tío Ford y el tío Stan de su viaje? -

Preguntó Dipper, quien tenía una mirada curiosa.
Al oír la negativa de Soos, sus ojos mostraron completa tristeza y decepción.

- Vamos bro-bro, no estés triste, en unos días más volverán, ahora deberíamos de llevar nuestro equipaje a nuestras habitaciones.  -

Y con eso su hermana tomó de la mano a su gemelo y lo llevó a su antigua habitación.
D

espués de todo era media noche, ya todos se habían marchado.

Luego de observar por un rato la habitación se dieron cuenta que no era lo suficientemente grande para ellos, ya que ninguno de los dos tendrían privacidad.

En eso Soos pasó y al ver lo angustiados que estaban los chicos les propuso quedarse en la habitación de sus tíos, ya que Stan tenía su propia habitación y de igual forma Ford también tenía, sólo que está se encontraba en "La habitación secreta". Y técnicamente no les gustaba la idea de dormir allí.

Quien aceptó de inmediato la propuesta fue Mabel, ya que le fascinaba la idea de poder quedarse en la habitación de su tío, pensaba que así ya no lo haría extrañar más.

- Bueno, me iré a desempacar y luego a dormir. -

Y con eso se adentro a su antigua habitación y les dió las buenas noches a todos.

No le tomó ni una hora para desempacar todo su equipaje, estaba todo ordenado y eso le gustaba mucho a Dipper.
Tomó un baño y se alistó para poder dormir, se dirigió a su cama y tan pronto como su cabeza tocó el almohada se durmió.

Estaba cansado, eso era evidente, después de todo sus amigos los sorprendieron a ambos y eso los tenía super alegres, ya que significaba que no se habían olvidado de ellos.
Mientras dormía se le dibujó una gran sonrisa.























Jueves 11 de Mayo.

❥︎ 𝐄𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora