F1 ONE SHOTS; SHIPPS

01

Memories -chestappen
[Checo Pérez por Max Verstappen]
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—Max espera, lo que dijiste, no es verdad, ¿o si? -Checo lo detuvo tomándolo de su antebrazo.

El menor giró inclinando levemente su cabeza a un lado, puso toda su atención en el mayor frente a él, la mirada de este se veía preocupada.

—Es verdad, ya no tengo tiempo para estar con ustedes simplemente jugando -dijo con seriedad.

Checo notó un gran cambio en la mirada del más alto. No se veía el brillo como el que mostró la vez en que les dijo "ustedes son especiales".

—Estás mintiendo -no soltaba su brazo aún. No quería dejarlo ir.

El automóvil que recogería a Max ya estaba esperándolo un poco lejos de allí, pero Checo no lo dejaba irse por su agarre. Tomó la mano de Checo suavemente para hacer que soltara el agarre, pero no cedía.

—No estoy mintiendo. -dijo simplemente.

—¿Por que conduces de esa forma? Es muy peligroso -dijo Checo cambiando de tema. Los ojos marrones del mayor eran tan preciosos, era lo que siempre había pensado el menor respecto a eso, de hecho todo en Checo le parecía completamente bello.

—¿Acaso enserio te importa? -soltó de golpe Max.

Checo lo miró confundido. ¿Pero que demonios estaba diciendo? —Claro que me importa.

—¿Por que?

—Me importas tú Max -admitió el mayor.

El más alto arqueó una ceja sin creer lo que había escuchado. Con un rápido movimiento Max tomó al mayor por las muñecas para empujarlo contra una pared, acorralándolo allí. Sostuvo sus dos manos por encima de la cabeza del mayor tomándolas con una de sus manos, mientras que su mano libre la dirigió al rostro del mexicano. Acarició con suavidad su mejilla, notando el cambio veloz de la respiración del mayor, podía asegurar que escuchaba los rápidos latidos de su corazón.

—¿Por qué te importo? -le preguntó acercando más su cuerpo al del contrario.

Checo giró su cabeza hacia otro lado, no podía ver a Max estando tan cerca suyo, se sentía derretir literalmente al sentir el cuerpo del más alto frente al suyo.

Sintió la mano del menor tomarlo por el mentón haciendo que volteara a verlo.
—Dime.

—¿Por que quieres saber? -su mirada empezó una guerra con la del mayor, para ver quien cedía antes, pero el no pensaba hacerlo.

—Me causa intriga -dice sin más sonriendo levemente.

Checo tragó saliva cuando sintió la mano del menor tomarlo por detrás de su cuello. Podía sentir su respiración chocar con la del menor. Era demasiada cercanía para poder tener compostura, después de todo no siempre tenias una gran oportunidad como esa para tener a la persona que te gusta frente a ti.

—Me atraes -admitió sin más. Sus manos se reposaban en el pecho del contrario haciendo presión para tratar de alejarlo, pero tampoco empujando tanto porque no quería alejarlo en realidad, ya estaba cediendo y sus manos allí simplemente estaban quietas.

Max sonrió con diversión y después no esperó ningún permiso o invitación y comenzó a besar alocadamente los labios del mayor. Checo abrió su boca por la gran sorpresa que le causó sentir los labios del menor junto a los suyos, y Max aprovechó esa acción para pasar su lengua por el piercing frío en el labio del mayor y luego entrar en su cavidad bucal.

Checo jadeó levemente en cuanto sintió como Max mordía su labio y jugaba con su piercing. Era un beso lleno de emociones por parte suya, más apasionado por parte del más alto. Max bajó una de sus manos a la cintura del mayor y lo atrajo por completo hacia su cuerpo, haciendo que sus entrepiernas se chocaran, logrando sacar un suspiro por su parte y un gemido ahogado por parte del mayor. Con su otra mano enredaba sus dedos en el cabello del mayor, jalándolo levemente. Bajó sus besos hacia el cuello, lamiendo y dejando algunas marcas a su paso.

—Mmgh Max -gimió el mayor sintiendo los dientes del menor morder su cuello suavemente. El rodeaba con sus brazos el cuello del más alto, dejándose tocar a como le placiera al menor.

El menor bajó una de sus manos hasta las nalgas del mayor para apretarlas un poco. —Mierda Sergio, adoro tu cuerpo -admitió el menor comenzando a meter su otra mano por debajo del uniforme del mayor, para comenzar a acariciar su abdomen y después pellizcar sus pezones.

—Mmmgh- Max espera -pidió el mayor recordando que estaban en público, sabía que nadie pasaba por allí ya que era una zona medió abandonada, pero después de todo su mejor amigo Lewis se había quedado esperándolo cerca de allí cuando el le mencionó que iría a hablar con Max antes de que se fuera para hacerlo entrar en razón.

Bien que lo estaba haciendo entrar en razón eh.

Max volvió a besar los labios del mayor con rapidez, sus labios y los del contrario ya se encontraban medios rojos e hinchados por el constante roce y mordidas entre ellos mismos.

Pero se detuvo después de finalizar el beso, recordando que debía regresar a casa lo antes posible si ya habían llegado por el, no quería hacer enfadar a su padre.

Se alejó del cuerpo ya muy bien manoseado por su parte del mayor, viendo el desastre que en tan solo unos cuantos minutos había creado de él. Dios, se le antojaba jodidamente poder continuar hasta el final con el, pero sabía que sería imposible. Enamorarse de alguien le era imposible por el hecho de que el no sabía realmente lo que era amar a alguien. Había sido mal instruido al respecto, y no pensaba en jugar con los sentimientos de su persona especial porque no quería lastimarlo ni hacerlo sufrir.

Se aclaró la garganta antes de hablar.
—Perdona por eso. -se detuvo unos segundos y después siguió hablando.
—Me iré mañana en la noche, así que no podré salir a competir con ustedes una vez más, espero que tengan una gran vida aquí -admitió el menor. —Se que podrás conseguir a alguien mejor que yo, que de verdad valga la pena, yo soy un caso perdido -dijo casi más para sí mismo, para recordar la mierda de persona que era.

Se giró sobre sus talones para retirarse de ahí después de despedirse del mayor. Pero mientras caminaba para irse a donde se habían estacionado, la mano del mexicano tomándolo por la muñeca lo detuvo nuevamente haciéndolo girar de golpe. Estaba por decir algo, hasta que sintió los labios del pelinegro contra los suyos, aceptó con gusto el beso y lo reclamó muy bien, dejándose llevar por lo suave y distinto que era ser besado por Checo, que cuando el lo había besado hace unos minutos atrás.

—Vuelve pronto, estaré esperando -dijo el mayor, sintiendo sus ojos llorosos.

Max le sonrió por última vez, secó las lágrimas que cayeron por sus mejillas y después se despidió otra vez y se fue, dejándolo solo por completo.

Checo se dejó caer de rodillas al suelo, su corazón le dolía, sentía una gran opresión dolorosa. Lloró a mares por largos minutos.

...

Lewis cubrió su boca al instante después de haber visto el beso que Checo le dio a Max al despedirse, y de las palabras que le dijo. Suspiró, sabiendo que nunca había tenido oportunidad de llegar a hacer algo más con su mejor amigo que eso, su relación solo se basaría en eso siempre. Jamás le confesaría sus sentimientos, ni cuando estaba al tanto de que su hermoso mejor amigo estaba completamente enamorado de él rubio.

Escuchó los sollozos y luego el gran llanto proveniente de su mejor amigo, salió de detrás de la pared donde había estado parado desde hace unos segundos atrás y se digirió junto a su mejor amigo para tocarle el hombro, este alzó la mirada y en cuanto vio a Lewis sonrió levemente y terminó casi casi lanzándose a sus brazos para llorar aún mucho más.

—Me duele mucho -le contó el menor entre sollozos.

—Se lo que se siente -admitió el mayor acariciando con suavidad la espalda del contrario.

Así estuvieron un largo rato, hasta que Checo se quedó completamente dormido. Lewis decidió cargarlo en sus brazos para después caminar a la parada de autobuses, sentandose allí con el cuerpo del menor en brazos pidió un chofer. Para así dirigirse a su casa.