Lo diras algun dia, Cariño. Urusei Yatsura

INABA AL RESCATE (CAPITULO 7)

¡No lo digas aun Cariño! ¡aun no puedes morir! ¡No me dejes! ¡Por favor quédate conmigo!

- Lum, no puedo más, yo...-  Ataru trataba de resistir lo mas que pudo, pero cada vez le costaba mas el mantenerse consciente, poco a poco iba cerrando sus ojos.

- Te... Quie... -

- !Espera!, ¿que esta pasando? Mierda, todavía no puedo irme, ¡todavía no! ¡Despierta despierta! ¡LUUUUUUM! –

El alma de Ataru poco a poco se despegaba de su cuerpo, el solo ver que estaba dejando sola a Lum, no podía soportarlo, trataba con todas sus fuerzas volver a su cuerpo pero fue en vano.

- ¡LUUUUUUUUUUUM! Maldición, no me puede escuchar -

Mientras más se alejaba, a lo lejos veía que sus padres habían llegado, aun con más fuerza trataba de volver, pero algo se lo impedía. De pronto una Luz había aparecido arriba de donde se encontraba el alma de Ataru y poco a poco lo fue arrastrando.

- ¡HEY NO ESPERA ESPERA! ¡NO ME QUIERO IR AUN! ¡NO NO NO! –

Aquella Luz estaba succionando el alma de Ataru, terminando de llevárselo por completo, la luz desapareció.

Poco después, Ataru estaba cayendo sobre un gran vacio oscuro, gritaba del terror pues aun siendo solo su alma, sufría de vértigo.

- ¡AAAAAAAAAAHHHH! – cerrando sus ojos no quería ver en donde caería, pero de pronto sintió el piso, cayó estrepitosamente a lo que era aparentemente el suelo, era una sorpresa puesto que no le dolió tanto como pensaba que seria.

- Auch, ¿pero que fue todo eso? - Ataru observo todo a su alrededor, era un lugar completamente en blanco, esto lo asusto un poco, puesto que no sabia si se trataba del cielo o el infierno.

- Tengo que encontrar la forma de salir de aquí, no quisiera pasar toda mi existencia en un lugar como este, pero ¿qué es eso? -

Ataru se percató de alguien a lo lejos, era una chica con un traje muy peculiar, se parecía al de la agencia de Inaba, pero en vez de ser de temática de conejo, este era de gato. Rápidamente se emocionó al ver una chica en un traje como ese, sus instintos de cacería de chicas estaban reavivando otra vez.

- ¡OYE LINDURA! ¡ESPERAME! – Ataru con su típica cara sonriente, iba detrás de aquella chica.

Ella se percató de la presencia de Ataru y rápidamente se asustó al verlo.

Entonces comenzó a correr mas de prisa, puesto que Ataru estaba tras de ella.

- ¿A dónde vas? ¡Yo no muerdo preciosa! –

De pronto la chica aparentemente paso por una especie de puerta que se camuflaba perfectamente con la nada misma, esto desconcertó un poco a nuestro castaño, preguntándose si se trataba de una entrada secreta, pues no había ni una puerta en todo el lugar, acto seguido se adentró igual hacia donde la chica se había ido.

- Si esto llega a ser la entrada al cielo, ahora si me alegraría de estar muerto. –

El gusto le duro poco, puesto vio solo un pequeño cuarto, pero ahí se encontraba la misteriosa chica.

- ¿Que se supone que es este lugar? Bueno eso no importa, ¡ven a mis brazos hermosa! –

Al estar cerca de la chica, Ataru fue recibido por un fuerte golpe en la cabeza con un mazo, al casi perder la consciencia logro escuchar una pequeña conversación.

- ¿Quién es este tonto y porque te perseguía? se supone que un alma no debe estar aquí –

- Lo se pero no dejaba de perseguirme, y lo único que pude hacer era golpearlo con el mazo, y ahora ¿que hacemos con el? –