El camino no tomado | Negan x Rick

Segunda Temporada | 2

En el camino de regreso, a medida que los muros de Alexandria se acercan, la espina sigue retorciéndose, sigue cavando más profundo. Y él piensa que la razón principal no es la humillación de lo que sucedió allí afuera, o incluso que Rick accedió a la demanda de Maggie de apaciguarla. No es como si tuviera una opción con el bienestar de Alexandria en juego.

No, es la forma en que Rick parece estar tomando esto a la ligera, como si no fuera gran cosa. Al menos podría haber dicho algo. Mostró un poco de comprensión y simpatía.

Joder, había sido más comprensivo durante el encuentro anterior de Negan con Maggie. Todavía puede recordar cómo la mano de Rick, tan notablemente ausente esta vez, apretó su hombro para tranquilizarlo. La reconfortante presencia de esa mano incluso había sido lo que lo había animado a dar ese primer paso y emprender el camino hacia lo que eventualmente se convirtió su relación, a años luz de distancia de la de prisionero y alcaide.

Incluso si la amenaza de hoy para su vida no hubiera sido tan grave, Maggie podría haber empuñado un arma en su dirección general, pero al menos no había aparecido con la intención de asesinarlo directamente, ni el encuentro tan emotivo. , él y Rick ahora han construido otro tipo de relación por completo. Seguramente no había sido demasiado esperar algo de apoyo en lugar de que Rick esperara que simplemente se callara y cumpliera.

Él aplasta la voz dentro de él susurrando que esto no es más que sus propias fechorías que regresan para atormentarlo, y que no tiene a nadie a quien culpar sino a sí mismo. En un mundo justo, habría pagado por sus crímenes con una pena mucho más severa de lo que terminó pagando. Y tener que usar grilletes durante unos días o el tiempo que Maggie se quede es una incomodidad insignificante. Los usó todos los días durante el primer medio año antes de que Rick finalmente se diera cuenta de que Alexandria probablemente soportaría ver a Negan sin ellos. Pero no se trata realmente de eso. Solo hubiera querido una pizca de... apoyo de Rick, en lugar de ser ignorado e ignorado.

La tela alrededor de sus rodillas todavía está húmeda, sirviendo como un poderoso recordatorio de la indignidad que lo invadió. Claro, no es como si no se hubiera arrodillado por su propia voluntad, y repetidamente, desde que lo trajeron a Alexandria, y todavía puede recordar cada instancia. Pero el punto es que esos tiempos no eran comparables. Porque en ese entonces, la relación entre él y Rick había sido de un tipo diferente, y al menos una parte de él todavía había sido impulsada por el miedo y la desesperación. Y esta mañana ha degenerado en un retroceso gigante, como si hubiera sido teletransportado del Renacimiento de espíritu libre a la maldita Edad Media. Y lo peor es que no parece ser gran cosa para Rick.

Sin embargo, no le dice nada de esto a Rick, mientras arrastra los pies medio paso detrás del otro hombre, ardiendo en silencio.

Pasan las puertas de Alexandria, continúan por el camino de grava que conduce a la casa de Rick. La luz del sol que cae sobre su cabeza desde el cielo azul claro casi se burla de la oscuridad de su mente rumiante.

Cuando lograron entrar, Negan cierra la puerta detrás de ellos con más fuerza de la que debería, y el golpe hace que el espejo del pasillo vibre. Rick no dice una palabra mientras gira hacia el gabinete en la esquina, abre el cajón inferior y saca los malditos grilletes. Joder, Negan no tenía idea de que Rick los había escondido allí una vez que ya no los necesitaba. Justo allí, en el pasillo, y nunca sospechó que estaban cómodamente acurrucados allí a un pie de distancia, esperando su momento, mientras pasaba junto a ese gabinete todas las mañanas de camino al trabajo. Se siente como una traición que Rick los haya mantenido en lugar de deshacerse de ellos, como si esperara o al menos sospechara que algún día podría decidir encadenar a Negan nuevamente.

Él mira hoscamente a los aros de metal demasiado familiares y la cadena adjunta cuando Rick se acerca. Maldita sea, cómo odia esas cosas. Se niega incluso a mirar a Rick mientras extiende sus manos y Rick cierra los grilletes alrededor de sus muñecas. El sonido es una afrenta para sus oídos, y el metal helado contra su piel desnuda. Le recuerda desagradablemente a los viejos tiempos. En un abrir y cerrar de ojos, es como si hubieran retrocedido cientos de millas en el camino largo y a menudo rocoso que han recorrido.