02: Sospechas

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Capítulo 2
Sospechas

Markus la misma noche que me pidió el divorcio decidió llevarse todas sus pertenencias de nuestra casa

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Markus la misma noche que me pidió el divorcio decidió llevarse todas sus pertenencias de nuestra casa. Dejando de él únicamente los recuerdos de lo que fue nuestra vida juntos. Fotos en marcos donde nos veíamos felices y enamorados. Objetos que habíamos comprado de recuerdo de nuestros múltiples viajes. Y lo más significativo, había dejado a Panucho, a nuestro bello hijo perruno. Una cosa era dejarme a mi pero otra era dejar a nuestro perro. El pobre no entendía absolutamente nada de lo que pasaba, creía que nos iríamos de vacaciones.

Me deprimía bastante este lugar. Lo sentía ajeno, sin vida.

—Más te vale que ahora sí te dignes a abrir la maldita puerta Elianna Moretti— gritaron a través de la puerta de mi hogar seguido del timbre.

Sabía perfecto de quién se trataba, Fabiola, mi mejor amiga. A quién había estado ignorando desde hace 2 días, a quien solo le había enviado un mensaje diciéndole «se acabó, Markus rompió conmigo». No se que diablos hacía aquí, hasta donde sabía se encontraba en Italia. Al abrir la puerta pude ver qué no venía sola, Samantha, mi manager también venía con ella.

—¿Qué diablos quieres decir con "se acabó"?— dijo mi amiga haciendo comillas con sus dedos.

—Pues eso Faby, Markus acabó con nuestro matrimonio. Me pidió el divorcio— dije yendo a la cocina seguida por ellas— Tomen asiento que es una dolorosa historia.

Y tras meditarlo mucho comencé a contarles todo lo que había sucedido ese triste día para mi. Fue difícil porque aun es algo resiente y por ende las lágrimas me traicionaron y caían como cascadas por mis ojos. Dolía y demasiado.

—Es un completo idiota— dijo al final de mi relato Fabiola.

—No puedo creer lo que me cuentas Eli, hasta hace unos días se veían enamorados. De los años que llevo trabajando contigo y con él nunca me imaginé que terminaría así lo que tenía, es más, nunca imaginé que tan siquiera iban a terminar. Eran la pareja del siglo— concluyó Samantha.

Está última me extendió la caja de pañuelos y la caja de pequeños chocolates con bombones que me trajeron para poder aminorar mi dolor. Y es que si soy sincera por ratos descansaba pero parecía que solo estaba recargando pilas para poder llorar con mayor fuerza, así habían transcurrido estos dos últimos días.

Mis amigas decidieron que comenzaría mi proceso de cura y sanación. Y como Markus ya se había llevado gran parte de sus cosas, por no decir todas, sería una tarea fácil según ellas pero sería verdaderamente difícil para mi porque por más que tirara a la basura las fotos, los recuerdos de lo que un día fuimos los tendría siempre en el corazón. Dos terremotos llamados Sam y Fab pasaron por mi casa, quitando cualquier rastro de él, físicamente.

Al poco rato mis amigas decidieron irse y dejarme descansar. Pero no pude. Las sábanas de nuestra habitación todavía tenían olor a él. Me dolía y me daba rabia, mucha rabia porque para él fue tan fácil decir adiós, irse y terminar con nuestro matrimonio y no esforzarse y agotar hasta la última esperanza. «Ya no te amo» No se ni de donde saque valor y comencé a quitar con rabia las sábanas de nuestra habitación, las metí a lavar y puse unas nuevas. Con tal, con el paso de los días su olor iría desapareciendo debido a su ausencia.

Por un momento la rabia se apoderó más de mí, ¿Por qué se rindió tan fácil? era la pregunta que más rondaba por mi cabeza. Hasta que una nueva se hizo presente y con ella una nueva inseguridad, ¿Me dejó por que ya tiene a alguien más, a otra mujer? Palidecí de solo pensarlo y me sentí mal conmigo misma por pensar así de él.

No, él no era así. Era el hombre perfecto, esa palabra ni siquiera le hacía justicia a lo buen ser humano que era.

Esa noche no pude dormir nada. Toda la noche me la había pasado pensando en qué fue lo que provocó en concreto el que me dejara de amar y nuestra ruptura. Le echaba más la culpa a nuestros trabajos, porque por ellos hubo mucha distancia ya que yo tenía muchos proyectos en diferentes países al igual que él y casi nunca los países en los que estábamos coincidíamos. Si nos veíamos era por videollamada y casi una o dos veces por mes, ¿Qué clase de matrimonio se separa por mucho tiempo?

Di al bingo cuando encontré la causa que más creía acertada, mi ausencia. Esto pudo haber desencadenado una infidelidad por parte de él. Ya ni siquiera nos abrazábamos o besábamos mucho, ni hablar de hacer el amor. Mi corazón latía demasiado rápido de solo pensar que existía una gran posibilidad de que él hubiese encontrado a alguien más, alguien que le daba cada una de las cosas que su esposa no podía debido a su trabajo. Y es que si hago memoria, cuando estuvo grabando su más reciente película hubieron muchos rumores entre él y su compañera actriz con la que trabajó. Pero no podía ser, él me había dicho que las veces que los habían visto juntos también iban con parte del elenco, nunca estuvieron solos y Markus me decía que solo eran malos entendidos y que a ella sólo la veía como su compañera.

Pero no, me negaba a dudar de él. Nunca me dio motivos y creo que esta separación fue más culpa mía que de él.

Me levanté de la cama por un vaso de agua y el golpe de realidad llegó a mi nuevamente. Seguía amando como loca a Markus y quisiera poder arrancarlo completamente de mi corazón. Ser libre de cualquier sentimiento que tengo, así como él lo es actualmente.

Y aunque me costara aceptarlo, tendría que aprender a vivir sin él. Pero no podía recordar como era mi vida antes de que él llegara porque prácticamente estuvimos toda la vida juntos.

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⏰ Última actualización: May 18 ⏰

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