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Advertencia:leve (casi nada) de angustia, faltas ortográficas? Probablemente
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"Sabes... siempre desconfié de las moscas" dijo Eddie.
"Hm?"
"Digo, ¿por qué razón se frotan las patas? ¡Seguro que planean algo!"continuó Eddie.
-silencio-
Mira, no lo juzgues, ¿Bien? Estaba dando todo de si en estos momentos!
Y sabes porque? Pues bien.
Desde hace un tiempo, Eddie Dear había logrado descifrar el significado del constante aleteo en su estómago y su palpitante corazón cada vez que se encontraba enfrente de su vecino de tez grisácea.
Eddie estaba enamorado, flechado por Cupido, como solía decirle Sally.
Entonces mientras evitaba la mirada seguramente poco impresionada del amante de los insectos comenzó a preguntarse como demonios llegó a esto...
Oh vaya que lo recuerda.
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Empezó hace unas semanas cuando porfin comenzaba a comprenderse a si mismo, y no amigo, nada de eso fue facil.
Saber que estaba enamorado solo había traído más problemas que soluciones.Quien diría que entregar el correo seria una tarea complicada?Cada vez que miraba a Frank sus palabras tropezaban y solo podría tartamudear un saludo para después decir cosas sin sentido de las cuales terminaría arrepintiendose mientras caminaba entregando los demás paquetes!
Sus amigos, que al principio encontraron esto gracioso, decidieron que comenzaba a dar pena.La mirada abatida que a este punto parecia estar siempre presente y el dezgano para nada habitual de su cartero local comenzaba a deprimirlos.
Un empujón fue muy necesario, empujón porque un ligero empujoncito no ayudaría en nada.
Primero fue Howdy
El dueño de la bodega lo retenio cuando estaba apunto de salir de dicha bodega para seguir con su trabajo.
"¿Qué tal un libro sobre insectos? Estoy seguro de que tengo uno de esos por algún lado!" sugirió la marioneta más grande.
De echo la idea no sonaba tan mal, a Frank le gustaban los insectos y estar en medio de la nada sin algo para poder saber que tipo de criaturas veias no parecia muy practico y hasta sonaba frustrante.
Con una rápida exclamación y una sacudida demasiado entusiasta hacia el dueño de la bodega, Howdy le entregó dicho libro riendo cuando el cartero se iluminó tal cual un niño con un juguete nuevo.Decidió que por ese dia no cobraría nada, ya que en sus palabras era "en nombre del amor verdadero".
