【2】

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Tiempo después

Un hermoso erizo azabache con franjas rojas al igual que sus hermosos ojos, caminaba leyendo, Shadow, era un chico sumamente atractivo e intelectual, adoraba la lectura y ayudaba a su padre vendiendo las piezas de carpintería que este fabricaba, mientras se detenía para cambiar de página alguien lo detuvo.

—¿Otra vez tú Scourge? -habló con frustración el de ojos rubi- ¿Me permites continuar?

— Oh Shad, tan lindo, esa no es manera de dirigirte a mí -sonrió y le quitó el libro de las manos lanzandolo a su ayudante Manic-

—¿Ah? ¿Podrías devolverme mi libro? -dijó cansado el azabache no era la primera vez que el erizo verde con ojos azules lo hostigaba-

—Oh, vamos, cuando te cases conmigo no dejaré que pierdas tu tiempo en esas cosas -lo tomo con cuidado de la cintura-

Shadow se desprendió de su agarré con amabilidad, él no era grosero, pero ya estaba llegando a su límite

—Mira, Scourge, no estoy interesado, genuinamente -sin más tomó su libro y siguió caminando-

Manic miró a su jefe enojado, mientras esté hacía una rabieta y se jactaba de que aquel erizo oscuro sería suyo

—Pero Scourge, hay muchas damas interesadas en ti y... Muchos chicos también -dijó un poco sonrojado-

El ojiazul ni le dió importancia a sus palabras, Shadow sería suyo a como de lugar.

Mientras tanto el erizo oscuro seguía su camino a casa, guardando su libro y tratando de abrir la puerta, estaba cerrada.

¿Papá? ¡Papá! -exclamo si respuesta-

Hey Shad -habló Silver preocupado, un erizo albino vecino del joven- Mephiles no está, lo ví irse en la mañana al bosque y aún no ha llegado.

El chico se sorprendió mucho, su padre no salía sin avisar, y menos al bosque tanto tiempo, ya estaba oscuro, agradecido se marchó al bosque con una lámpara y caminó por mucho tiempo, casi por horas gritando el nombre de su padre, sin ninguna respuesta, la angustia lo estaba comiendo, ya pensaba en devolverse cuando un castillo se asomó a lo lejos, no creía que fuera la mejor opción, pero también creía que podría ser la última. Siguió avanzando hasta llegar a su destino, el castillo estaba abandonado o eso parecía, simplemente continúo, al entrar estaba oscuro, la lámpara casi se estaba por acabar así que entró con prisa, había un gran salón, bien cuidado para su sorpresa, vio unas escaleras y decidió subir, tenía miedo e incomodidad, al llegar al último escalón escuchó gritos ahogados

—¿¡Papá!? -irrumpió en la habitación donde venía el ruido-

Para su sorpresa había alguien más allí aparte de su padre, había alguien o algo demaciado grande que estaba encorvado y se fue acomodando a medida que la luz de la lámpara se consumía

—¿Ho-hola? -tartamudeo Shadow asustado, la luz se había extinguido y sentía el aliento y la respiración de alguien más cerca de él-

Se encendieron luces alrededor de él y deslumbró a su padre y a aquel ser horrible con ojos esmeralda mirándolo, aún lleno de terror decidió enfrentar a la criatura

¡Suelta a mi padre! -miró con miedo pero tratando de mostrar seguridad-

—Shadow, cariño, vete -habló Mephiles casi sin voz-

La bestia se acercó al azabache y le gruñó

—Hijo, vete! -repitió con angustia el azabache con rayas azules pálido-

—¡Tómame a mí! Deja a mi padre ir por favor -suplicó el joven mirando a la bestia-

El mounstro azúl totalmente de pie, habló su voz era rasposa y melancólica

—Bien, lo dejaré a cambió de ti.

El padre del chico lloró y fue liberado, le suplicaba a su hijo ir con él pero la bestia se interpuso

—Lo hecho, hecho está, puedes retirarte -gruñó el ojiverde aterrando al de ojos palidos causando que huya en busca de ayuda-

El chico miró aturdido todo le daba vueltas, la valentía que fingió se había disipado totalmente y finalmente se desmayó

Despertó momentos después, creyendo que fue una pesadilla, pero sintió un vuelco en su estómago al ver a la criatura a su lado, con una sopa

—Ten, está es tu habitación ahora -dijo dejando la sopa y marchandose-

Simplemente se quedó allí, asustado sin saber que hacer exactamente, luego de un rato se levantó de la cama y fue hacia la puerta, la cuál estaba cerrada, forcejeó sin éxito
...

—Señor! Esas son buenas noticias -dijó una vela amarilla sonriendo-

—Tails, ¿Por qué lo serían?

—Sonic, mi señor, ¿no lo ve? Él podría romper la maldición! -la vela se veía emocionada tenía esperanza-

—No digas tonterías, ¿Quien se enamoraría de alguien tan horrible como yo?  Menos alguien como él, no lo viste Tails, es bellísimo... -suspiró la bestia con amargura-

—Bueno... Eso quiere decir que no le desagrada...

—¡Deja de decir esas cosas si no quieres que te aplaste! -gritó con el color rojo subido a las mejillas-

—Mi señor, solo digo que se puede intentar...

Sonic calmando su sonrojo pensó, tal vez podía invitarlo a cenar

•Sonadow•【La Bella y La Bestia】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora