•Sonadow•【La Bella y La Bestia】

【4】

Ya era de día y Sonic se levantó para ir a la habitación de Shadow, cómo se esperaba, él no estaba, sintió dolor en su corazón ¿Pero que podía esperar? Él era consiente de que se quedaría sólo para siempre.

El ojiesmeralda bajo las escaleras y fue a la cocina sólo para encontrarse a aquel erizo oscuro en ella cocinando

—¿Shadow?.. pensé que te habías ido

—Hola Sonic... Yo, bueno, decidí quedarme un rato...

—Esto, esto es un truco ¿Verdad?

—¿Por qué lo sería?

El azul lo miro de pies a cabeza, cubierto de harina y salsa, era tan tierno, no podía creer aquello, se sentía bien, muy bien, no sentía eso hace años

—Eso ¿Eso qué es? Huele bien

—Oh, eso es un chilidog, mi madre los hacía cuando era pequeño -sonrió el azabache con algo de tristeza en su voz-

—¿Puedo probar?

—Claro -shadow le entregó aquel platillo y el ojiesmeralda se lo comió de un bocado, era lo mejor que había comido en su vida-

—Es, es delicioso

—Gracias, me gusta cocinar

—¿Hay más?

El erizo ojirubi rió y le dió otro chilidog al azul, este lo comió de un bocado de nuevo, ambos rieron un rato por ello, él día transcurrió con normalidad charlaron un rato y después estuvieron en la biblioteca leyendo, leyeron poesía y varias obras literarias.
Al caer la noche el azabache decido dar un paseo por el castillo, eso de estar sentado tanto tiempo en la chimenea por el frío lo tenía cansado... Llegó a una zona del castillo que no conocía, estaba como abandonada allí encontró algo que le llamó la atención, era una hermosa rosa, protegida por un cristal

—Oh, es muy bonita, ¿Porque estará aquí? -trató de tomarla cuando sintió un gruñido horrible venir detrás de él-

Era Sonic, lo empujó y tomo la rosa gritándole al azabache

—¡QUÉ HACES AQUÍ! ¡NO DEBÍAS HABER ENTRADO AQUÍ!

Shadow salió corriendo estaba muy asustado, cruzó la puerta del castillo y llegó al bosque, el frío azotaba su rostro aún así nunca dejo de correr, freno cuando su cuerpo no puedo más, trató de tomar aire pero algo llamó su atención, eran lobos, en menos de un minuto se veía rodeado no sabía que hacer, la manada se acercaba...
De repente la bestia hizo presencia, salto delante el ojicarmesí y recibió mordidas y arañazos por parte de los lobos, a pesar de eso logro ahuyentar a todos, a duras penas volvió al castillo con el chico. Sonic reposo en su trono luego de soltar al pequeño con delicadeza, este solo lo miraba asustado y preocupado

—Puedo... Puedo curarte?..

—No hace falta...

—Dejame hacerlo... -el azabache tomo unas vendas y un poco de agua caliente y comenzó a limpiar la herida del azulado-

—¡AGh! ¡Me estás lastimado!

—Si te quedarás quieto sería más fácil...

—¡Esto no hubiera pasado si no te hubieras escapado!

—¡Esto no hubiera pasado si no me hubieras asustado!

—¡Tampoco hubiera pasado si no se te hubiera ocurrido ir a la zona oeste!

Shadow tomó aire y continúo, ya no quería discutir

—Lo siento

—...

No hablaron por un momento, sentían pena ambos y estaban dolidos y el ojiesmeralda soltó

—Yo también lo siento Shadow

—Bueno... Debo cauterizar la herida o se infectará -el erizo oscuro tomó una varilla de metal y la calentó en la chimenea, luego de un momento tomó el brazo de Sonic y colocó la varilla-

—¡AGH! -exclamó Sonic soltando un grito horrible-

Luego de un momento Shadow había culminado con la limpieza y sellado de la herida

—Gracias por salvarme Sonic...

Y sin más se acurrucó en el pecho de aquel mounstro de ojos verdes
Esto tomó por sorpresa a la bestia pero el calor del chico era agradable, le generaba paz, su aroma era dulce, casi embriagador, no sabía cómo reaccionar, sólo se quedaron allí, sumidos en un abrazo fueron interrumpidos por una vela amarilla que saltaba de emoción, Shadow se levantó para verla

—¡Se ven tal lindos juntos! ¿Verdad Amy? -exclamaba Tails tratando de no apagarse mientas daba brinquitos-

—¡Si! ¡Si lo son! -habló la tetera con la misma emoción-

—Sigo sin entender como hablan.. -soltó el azabache sonrojado- es mejor que me vaya a dormir -y sin más se fue a su habitación-

Los objetos se desanimaron y vieron a la bestia gruñir

—Gracias por arruinarlo

—Lo sentimos señor -dijeron los objetos al unísono-