Capítulo 10: Peter Peter Death Eater

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10. Peter Peter Mortífago

“Bueno, hola, Peter. Mucho tiempo sin verte.” Sirius no sabía cómo Remus era capaz de fingir calma, pero era envidiable. No estaba haciendo ningún esfuerzo por ocultar su furia.

"S-Sirius... R-Remus," chilló Peter. "Mis amigos... Mis viejos amigos..." Pero sus ojos se movían nerviosamente, traicionando sus verdaderos sentimientos.

"¿Amigos?" Remus repitió, todavía en ese mismo tono tranquilo, como si fuera un día cualquiera. "No me di cuenta de que los amigos se apuñalaban por la espalda". Su voz se endureció. "O hacer que los maten".

"Remus, no le crees, ¿verdad?" Pedro jadeó. "Intentó matarme".

Remus le dirigió una mirada casual a Sirius y se encogió de hombros. "No puedo decir que lo culpe".

"¡Ha venido a tratar de matarme de nuevo!" Peter gritó, señalando a Sirius. "Él mató a Lily y a James y ahora me va a matar a mí también... tienes que ayudarme, Remus..."

Sirius se rió con dureza. "¡Oh! Sigues con eso, ¿verdad? ¡Déjalo ya, Peter! Todos sabemos la verdad ahora".

"¡No!" Peter se volvió hacia Harry y agarró el borde de su túnica. "Harry, honestamente no puedes creerle a Sirius -"

Sirius rugió con furia. ¿Cómo se atrevía él, la rata traidora, a hablar con Harry? Se lanzó hacia adelante, pero Ron fue más rápido, pateando a Peter en la ingle y enviándolo de espaldas.

"¡Quedense atrás!" gritó, su voz fuerte incluso cuando sus piernas temblaban.

"Ron..." Peter se giró y lo miró suplicante, aunque tuvo el buen sentido de no acercarse de nuevo. "¿No he sido un buen amigo... una buena mascota?"

"Si hiciste una rata mejor que un humano, no hay mucho de qué jactarse, Peter", gruñó Sirius.

"Todo este tiempo... yo... ¡te dejé dormir en mi cama!" Ron se volvió hacia Harry. "¿Qué quieres hacer con él?"

Harry vaciló. Sus ojos se posaron en Sirius, con una mirada contemplativa en su rostro, y luego de regreso a Peter. "No podemos matarlo".

"¿Qué?" Remus y Sirius exclamaron al unísono.

"Sirius todavía está huyendo", señaló Harry. "El hecho de que Pettigrew esté vivo es una prueba de que no todo es lo que pensábamos. Además, no creo que mi padre hubiera querido que sus mejores amigos se convirtieran en asesinos, solo por él". Señaló con la cabeza a Peter.

Sirius tragó saliva. Harry realmente era el hijo de Lily. Podía ver que Remus estaba pensando lo mismo. Ron, aunque luciendo muy reacio, hizo un pequeño ruido de acuerdo.

"Muy bien. Pero aún tenemos que confinarlo". Remus se subió las mangas. Sirius dejó escapar un suspiro inaudible. ¿Por qué tenía que verse tan atractivo haciendo eso?

Peter, sin duda desesperado ahora, trató de huir. Pero Ron sacó la pierna, enviándolo al suelo. Delgadas cuerdas salieron disparadas del extremo de la varita de Remus y se envolvieron alrededor de los brazos, las piernas y la boca de Peter. Entonces Remus gritó "¡Estupefacto!" y Peter se quedó flácido.

Por un momento, todo quedó en silencio. Entonces Harry levantó la cabeza y miró a Sirius. "Terminará pronto. Serás libre".

Sirius asintió, con la boca seca. Estaba tan cerca... pero se sentía tan lejos. Llevemos a esta alimaña al castillo.

"Ustedes dos", dijo Remus, dirigiéndose a los niños, "vuelvan al castillo y díganle al profesor Dumbledore que vamos. Si alguien pregunta, díganles que les he dado permiso a ambos para salir de sus dormitorios, pero nada más. "

"Sí, señor," dijo Ron y, tomando la mano de Harry, se marcharon.

Remus los observó irse con leve interés. "¿Están juntos?"

"Sí." Sirius le sonrió. "Me estaban diciendo cuando llegaste."

"Oh." Remus inclinó la cabeza y se frotó la nuca, un hábito que claramente no había dejado desde sus días de escuela. "Bueno, pensé que estabas atacando a Harry."

"Nunca. Ahora lo sabes." Sirius tuvo que luchar para evitar que su voz chillara porque Remus todavía tenía la manga arremangada, dejando al descubierto la piel pálida de su antebrazo.

La leve sonrisa en los labios de Remus le dijo a Sirius que no lo había logrado. "Vamos. No estará dormido por mucho tiempo".

Levitó el cuerpo de Peter y comenzaron a regresar al castillo.

"Sin embargo, tengo una pregunta, Moony", dijo Sirius después de un momento, porque no estaba dispuesto a dejar que Remus tuviera la última palabra. "¿Todavía crees que el tocino es el engendro del diablo?"

El poner los ojos en blanco de Remus fue suficiente respuesta.

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