oye, tu fumai?

decin19ve, no me voy a ir

01:15 am

camino con el ignacio al lado mío y si me pidieran explicar qué pasó no sabría ni que decir

— esta es my house — concluyo deteniéndome

él asiente mientras vuelvo a mirarlo y las ganas de decirle «queri quedarte en mi casa» son más grandes que yo

se ve derrotao

y no sé por qué aún lo veo hermoso weon

wea destructiva

todo me grita red flag y yo aquí como weona

lo miro y sé que estoy puro weando al ver que digo una wea, pero hago totalmente lo contrario de lo que digo

— bueno te dejo wachita — añade, pero no me suelta la mano

¿quieres quedarte?

dos palabras fácil y sencillo

respiro para no dejar que suelte mi mano mientras siento que hasta ya me arrepiento

— ¿puedes llegar a tu casa? — le pregunto

esa no era la pregunta

pero es un pregunta ve el lado positivo

— eeeh — duda mirando hacia abajo

la verdad estaba más turbio que cuando uno va a comprar un g

parecía la legua

— si queri puedes quedarte en mi casa — termino como si no fuera la gran cosa

siento como él sonríe, pero ni tengo pa que mirarlo

— ¿puede? — me pregunta

de que puedo puedo

pero se tiene que ir tempranito

pero algo es algo

— sí, pero tenemos que irnos temprano — susurro pa que escuche solo él

miró su pecho que sube y baja tranquilamente

olía a pasta

no sé cómo decirlo, pero besarlo fue al olor de la pasta

mi tío vivía impregnado a ese olor, su pieza, el baño y la casa en sí

el olor es horrible

el recuerdo del olor me revuelve un poco la wata, pero me revolvió más el hecho de que él lo tuviera, pero quizás no sea igual como el weon de mi tío

quizás

— si puedes — me responde a lo que yo asiento

hago que me siga otra vez mientras siento como me sigue como si fuera un espía

— no tienes que hacer tanto ruido que todo están z — le susurro y él asiente

entramos y siento el cambio de temperatura de una

hacía frío, pero me gusta tanto el frío weon

— ma — escucho y le tapó la boca rápido

le hago una seña de que no hable y él asiente

mi mamá me cacha y me dice hasta en clave de morse que se lo esperaba de todos menos de mí

subimos las escaleras que suenan más que la chucha y entramos a mi pieza

gracias Dios que me dio un episodio maníaco

— no hables tan fuerte — susurro en su oído y él asiente