prólogo ✨

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30 de abril 2019...
Es un día frío, creo que va ha llover, aún no lo sé pero estoy segura que hoy no será mi día.

Me dirijo al baño para bañarme y volver a mi habitación para seguir leyendo y no verle la cara a mi familia.

-- maëlys, ven aquí un momento - ahora que habré hecho, me tienen aburrida.

-- ahora que hize según ustedes.

-- no le hables a tu mamá así jovencita -- dice mi abuela como siempre.

-- perdón, ahora sí que paso -- digo con un tono sarcástico e irónico.

-- dime por qué sigues hablando con Louis Gabriel, yo que te dije jovencita.

-- primero que nada, yo no hablo con ese hombre, segundo yo hablo con un Gabriel que no tiene la misma cara y vive aquí en Sutton, tercero si no me crees no es mi problema, y cuarto me retiro yo bajé para ir al baño no para escuchar sus quejas -- me dedique a caminar hasta el baño pero me detuve en seco al escuchar a mi madre.

-- a mi no me faltes el respeto, tu no eres nada más que una chica que no sirve para nada solo de andar de tirona como una verdadera perra, así que me cambias ese tono malcriada -- me volteo a mirarla.

-- exacto, soy una chica que no sirve para nada y sabes que "madre" yo hago lo que yo quiera, tu dijistes hace un año que dejarías de ser mi madre, que dejarías de ayudarme y que te valía un culo lo que yo hiciera ¿Por qué? Por un error de mierda que cometí en esta vida y por eso soy juzgada ante ti, y está bien me merezco tu desprecio, no te preocupes no sabrás nada de mi de aquí a mañana, que te vaya bien en tu hijueputa vida, ya me vale una mierda lo que piensen ustedes, ya no son mi familia, yo estoy sola en este maldito mundo, vayanse a la gran hijueputa mierda.

Al momento que volteo siento mi rostro humedo, estoy llorando, y tengo miedo, este miedo me está consumiendo, no se que hacer.

Entro a mi habitación, recojo mi libro, me pongo una chaqueta, mis zapatos y salgo de mi habitación.

-- maëlys ¿para donde vas?

-- lejos de aquí, un lugar donde si me acepten sin juzgarme, se feliz quería madre ya te quite una carga de mierda de tus hombres.

Camino hasta la puerta y mi abuela se mete en la mitad.

-- maëlys piensa bien las cosas, lo que sientes es rabia nada más, piensa bien las cosas cariño.

Me río con una risa sarcástica en su rostro

--  ¿Cariño? Ahora sí soy cariño, después de un hijueputa año soy tu cariño -- me vuelvo a reír en su rostro -- mira señora Sarah Camille, aquí la que debería de pensar las cosas son ustedes que solo les interesa el maldito dolor de la señora Anaïs, así que déjenme en paz por una vez en sus hijueputas vidas, que cuando yo también fui engañada ustedes me juzgaron así que por favor déjenme en paz yo ya las dejé en paz a ambas.

Sin más que decir me dirijo así a la salida, me voy caminando hasta un pequeño puente que está ubicado cerca de un río, no les podría decir el como se llama, como saben no salgo jamás de mi habitación.

atrapada en un secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora