Y de pronto, aquella niña ya estaba creciendo, estaba entrando a sus 12 años, para esa edad, aún no conoces mucho de la vida ¿Verdad? Aquella niña con tantos sueños por delante, con un futuro comprometedor y una vida de en sueño, una niña teniendo sus propios sueños y metas. Pero debemos ser realistas. No todos los sueños ni todas las metas se cumplen en esta vida. Siempre habrá uno o que otro que no pueda cumplirse, por muy absurdo que suene ó muy imposible que este.
Describamos a esta pequeña niña, a esta niña tan inocente que permanecera, esperemos por mucho tiempo más.
No tan alta para su edad, cabello café oscuro. Un hermoso cabello sedoso y brillante, ojos oscuros. Unos ojos tan lindos y profundos como el cielo a media noche. Dirían muchos que es la niña más amable y simpática que hayan podido conocer, una niña que aún conserva su pureza e inocencia. Quizá son cosas que uno piensa al ver a una pequeña niña así, pero uno nunca sabe la triste realidad en la que podría vivir una niña a sus tan solo 12 años. A veces es la excepción, a veces lastimosamente no.Quizá con el tiempo las heridas que carga la niña y aquella alma que está llevando la lección en esta vida, sanen y no duelan más, quizá conozca a alguien que le ayude a sanar cada herida en su piel, en su corazón y en su mente.