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Narra Roxana
Todo estaba llendo como yo lo había planeado,[ en este momento Roxana tenía 13 años al igual que Haveron, Bavilo tenía 15 años, Ariana 14 y Kamal 11 años. ]
Había planeado nomas sobresalir en la magia defensiva así superando a Ariana, eso hizo que la emperatriz me viera como una amenaza.
La emperatriz había convencido al emperador para llevarme a la guerra, el emperador aceptó no muy convencido ya que soy una de sus hijas favoritas.
Yo sabía que la emperatriz esperaba que muriera en la guerra, pero ella nunca esperaba que yo hubiera entrenado en secreto para este momento.
Me daba risa como ella bailó voluntariamente en la palma de mi mano.
La despedida fue emotiva pero yo ya estába decidida desde hace mucho a participar, al único que extrañare será al hermano Bavilo.
En la guerra me dieron un apodo la Bruja Escarlata, en el tiempo de guerra me hice amiga de Nell, el se ofreció a enseñarme más el manejo de la espada yo acepte.
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4 años estuve pero Por Fin término la guerra, en este momento me encuentro en un carruaje de regreso a Arbezela.
Lo primero que hice al llegar al Palacio de la Rosa Roja fue correr a mi habitación para darme el baño que tanto ansiaba.
Tiempo después fui convocada por el emperador, me apresure a llegar pues sabía que mis hermanos ya se encontraban ahí.
− ¡ROXANA DE SECRAMISE, SEGUNDA PRINCESA DE ARBEZELA, HA LLEGADO! − anunciaron mi entrada los guardias que custodiaban la puerta del Salón.
Al entrar pude sentir que todas las personas que estaban en el Salón voltearon a verme, camine tranquilamente asta el lugar donde Ariana y el emperador se encontraban.
− Lo siento por la espera, Su Majestad − hago una reverencia perfecta.
− ¡ Mi linda escarlata ¿descansaste bien?! − el emperador se aleja de Adriana para venirme a abrazar, Ah~ que divertido, puedo ver cómo Ariana tiembla ligeramente del enojo contenido porque le quite la atención del emperador.
− Que bueno que aigas regresado, hermana − dice Ariana al acercarse a nosotros.
Que hipócrita.
− Padre me podría soltar para saludar a mis hermanos − digo un poco incómoda ya que desde que estoy aquí no me e acostumbrado a sus muestras de cariño.
− Claro mi preciosa hija − puedo notar que su voz suena con una pizca de tristeza pero en este momento lo que más me importa son mis hermanos.
Me acerco lentamente a mis hermanos, a mis espaldas pude escuchar como el emperador y Ariana volvían a hablar cariñosamente.
Cuando llegue con mis hermanos el primero que me saludo fue Bavilo con un fuerte abrazo de oso.
− ¡Me alegra que aigas regresado, hermana! − siento como si me sacaran las costillas.
− Yo también te extrañe hermano − digo también para abrazarlo.
Después nos acercamos a nuestros otros hermanos, platicamos algunas cosas como de que la emperatriz al darse cuenta que yo todavía estaba viva me comprometió con el segundo hijo de un Duque, aunque todavía no es oficial claro.
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Espere asta que todos se fueran para hablar tranquilamente con el emperador, cuando los únicos que quedábamos en el Salón me acerque a él.
− Padre − llame, parecía desconcertado de que todavía siguiera ahí.
− Que pasa mi querida escarlata − dijo preocupado.
− Puede que suene demasiado osado de mi parte, pero me podría dar el gran honor de yo entregar entregar el emblema de honor porfavor − hice ojos de cachorrito se que con eso no se podrá negar a mi peticion.
− No es ninguna osadía mi linda escarlata − saca de su chaqueta el emblema de honor y me lo entrega.
− ¡Gracias padre! − lo abrazo para que mi actuación sea convincente, lo suelto para despedirme − Con su permiso me retiro, padre − hago una leve reverencia.
− Claro debes de extrañar a tu madre − no conteste y comencé a encaminarme hacia la salida.
Al salir me encontré al hermano Bavilo discutiendo con Ariana.
− Si enserio creyeras eso, no tendrias que amenazarme − dijo Ariana.
− Hermano − hable en el momento que llegue al lado de mi hermano.
− ¡Hermana! − se contento Bavilo en el momento que se percató de mi presencia.
− ¿ De qué hablan? − me hice la desentendida.
− Nada hermanita − dijo Ariana con su típica sonrisa falsa para alejarse de nosotros en dirección a donde se encuentra el emperador.
Entonces en este momento es cuando le pide a padre hacerse un joyero.
− Hermano, vamos con madre − enlace mi brazo con el suyo y comenzamos a caminar en dirección al Palacio de la Rosa Roja.
El recorrido fue tranquilo, con una hermosa charla entre hermanos, al llegar con madre Bavilo se retiró par seguir con sus estudios.
Tuve una charla con madre nada fuera de lo normal ella quejándose de la emperatriz y yo escuchando la para consolarla.
En la noche me fui a mi habitación, ya en mi habitación repase el plan varias veces en mi cabeza.
− Mañana comienza la segunda parte del plan − dije para después caer en los brazos de Morfeo.
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