↳ ❝ [ Donde Katherine solo quiere disfrutar de su "viaje" pero acaba enamorándose del conde, Anakin Skywalker]❞
FemOc x Anakin Skywalker
Todos los derechos al podcast Dangerously yours Ep Masquerade.
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Budapest, 1915
Katherine's POV
-BUENAS NOCHES SEÑORA.- EL HOMBRE QUE TRABAJABA en el hotel donde me hospedaría me saludo amablemente. Supuse que trabajaba ahí debido a su cliché uniforme rojo y dorado, un gracioso sombrero rojo reposaba sobre su cabeza, y por la manera en la que se mantenía de pie junto a la recepción del mismo. Tenía un aire amigable, al fin y al cabo se pasaba el día tratando con grandes cantidades de gente.
-Hola.- le saludé de vuelta y caí en cual era su trabajo. El hombre se encargaba de llevar las maletas a las habitaciones de los que se hospedaban en el edificio, así que, extendí la mano en la que sujetaba mi bolsa y se la di.- Envíe mi bolsa a la suite número 913.- pedí amablemente en su dirección.
-Si señora.- agarró la bolsa y se la pasó a su compañero.- Venga señora.- y con eso me empezó a dirigir dentro de las enormes instalaciones del precioso e inmenso hotel. Mis ojos eran incapaces de despegarse de la lujosa pero increíble decoración alrededor de las paredes, los grandes espejos, las impresionantes lámparas con forma de tela de araña que iluminaban todo el lugar, por no hablar de los gigantescos salones.
Nunca había estado acostumbrada a este tipo de ambiente, me sentía un poco fuera de lugar, como cuando te presentas a una fiesta en la que todo el mundo lleva sus mejores galas menos tu. A lo lejos pude divisar como el compañero de mi guía se llevaba mi equipaje por lo que, suponía, que era el camino hacía mi habitación.
Ya me encargaría de llegar a ella más tarde, en ese preciso instante no quería hacer nada más que cenar.
Me giré a ver al joven hombre que me guiaba entre los inmensos salones los cuales parecían laberínticos, su pelo era de un tono rubio sucio y corto, además de estar bastante bien peinado. Sus ojos, al contrario que su claro pelo, eran marrones avellana aunque tiraban hacia un color mas oscuro. Su postura era firme y erguida, y aunque mantuviera su papel como trabajador de un importante hotel, se podía ver como su pequeña sonrisa daba a entender que era una persona amable y dulce, lejana a los estirados ricachones que se alojaban en el.
