↳ ❝ [ Donde Katherine solo quiere disfrutar de su "viaje" pero acaba enamorándose del conde, Anakin Skywalker]❞
FemOc x Anakin Skywalker
Todos los derechos al podcast Dangerously yours Ep Masquerade.
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EL SUAVE VIENTO GOLPEABA MI CARA mientras yo disfrutaba de la sensación. Nada más despertarme por la mañana, me puse en pie sin siquiera mirar la hora y me dirigí a la cafetería del hotel. Era un sitio elegante, había que admitirlo pero lo mejor de todo era la terraza al aire libre. En esa misma me encontraba sentada, un café en mano acompañada de un libro. Para ser más concreta, se trataba de Mujercitas. Debía admitir que el libro me había enganchado, más que cualquier libro que me había leído. Me sentía fascinada por las hermanas March, pero sobretodo Jo y Amy.
No hay nada mejor que leer un libro y sentirse identificada con uno o varios personajes, es una manera de entender que no estás sola, que hay alguien pasando por lo mismo. De entender que lo que sientes no es raro sino normal, encontrarte a ti en un personaje es todo.
Suspiré y miré miré la hora en un reloj que colgaba de la pared. 8:30, todavía era pronto, además no tenía nada especial que hacer hasta por la noche.
En la noche anterior había sido acompañada por el famoso cond- Anakin Skywalker, como el mismo me había pedido que lo llamase. Después de el encuentro en mi puerta y explicarle la situación me invitó a cenar, para mi sorpresa. Pero la cosa no quedó ahí ya que esta misma noche saldríamos camino a la feria, cuando me invitó no pude negarme, no podría negarme ni aunque no quisiese. Me lo había pasado bien en su compañía, el era encantador por mucho que me costase admitirlo, tenía algo que simplemente te atraía a el y por mucho que intentase evitarlo no podía huir de ello.
-Perdona.- una suave voz me sacó de mi ensimismamiento, mi mirada se dirigió hacia la fuente de la voz. Una chica joven, posiblemente de mi edad con pelo y ojos marrones junto a unas cejas finas, me miraba en busca de mi atención.
La miré un tanto confundida.- Hola...- dejé la frase en el aire con la intención de que dijese su nombre. De repente me di cuenta de la falta de respeto que estaba cometiendo por lo que me levanté rápidamente quedando así a su altura.
La mujer, la cual era un poco más baja que yo, estiró su mano hacia mi.- Padme.- agarré su mano y la sacudí educadamente.- tengo entendido que eres la condesa Rishola.
