Tan fragante

Capítulo 113

Chu Xia levantó la cabeza, dos ojos marrones asomaban tras el largo flequillo, apretó los labios secos y le dijo a Shen Jue: "Yo... tengo un regalo para ti".

Shen Jue aún mantenía el movimiento de hace un momento. Después de un rato, la mano izquierda libre se levantó lentamente y apartó suavemente el flequillo delante de los ojos de Chu Xia. Sus ojos quedaron al descubierto, reflejándose claramente a sí mismo. El corazón de Shen Jue se ablandó, y cierto rincón oculto se derrumbó inexplicablemente. Shen Jue le preguntó: "¿Qué es?".

Chu Xia bajó los ojos y le dijo a Shen Jue: "En la mochila".

"¿En la mochila?". Shen Jue miró hacia la cama que tenía detrás. La mochila de Chu Xia estaba allí, pero parecía que no había nada dentro.

Shen Jue soltó la mano de la pared, y la sombra que envolvía a Chu Xia también se alejó mucho en ese momento, sus ojos se volvieron más brillantes, y Shen Jue le dijo: "Ve y cógelo".

Sentía cierta curiosidad por saber qué tipo de regalo de cumpleaños le haría este pequeño pervertido, ¿sería otro cuadro? ¿O una tarta de cumpleaños?

Chu Xia se acercó a la cama con pequeños pasos. El sistema en el espacio del sistema estaba aturdido en ese momento. No parecía ver al líder del equipo Chu para elegir un regalo para Shen Jue. En su mochila... parece que sólo hay eso.

El sistema de repente entendió las intenciones de Chu Xia, y dijo que el Líder del Equipo Chu estaba actuando en sus verdaderos colores, y el Líder del Equipo Chu tuvo que decir que eran sus habilidades de actuación.

Chu Xia sostuvo su mochila delante de Shen Jue. Shen Jue la cogió y se la colgó de la mano.

Shen Jue se apoyó en la puerta que tenía detrás y pudo oír vagamente los pasos de los criados que pasaban por el pasillo exterior. Llevó la mochila y le preguntó a Chu Xia: "¿El regalo es una mochila?".

Chu Xia negó con la cabeza. El propietario original de la mochila llevaba usándola más de un año. Era un poco exagerado enviar un artículo tan usado a Shen Jue, y no lo había utilizado él solo.

"¿El regalo está en la mochila?". Shen Jue volvió a preguntarle.

Chu Xia asintió, sus ojos se iluminaron un poco, como si hubiera visto el desarrollo de su trama después de que Shen Jue abriera su mochila escolar.

Shen Jue abrió la cremallera de la mochila, bajó la cabeza y echó un vistazo al interior; luego dio un paso adelante, se acercó a la cama, agarró el fondo de la mochila y lo dejó caer sobre la cama, de modo que el contenido cayó sobre la cama con estrépito.

El sistema cerró los ojos un poco insoportable. Además del lubricante que Chu Xia había preparado antes, también había unas cuantas cajas de Durex recién compradas, todas ellas de gran tamaño.

Los ojos de Shen Jue se detuvieron y miró las cosas que había vertido sobre la cama. Pensó en un montón de posibilidades en los pocos pasos que acababa de dar, pero nunca pensó que Chu Xia le haría estos regalos.

Realmente tenía que encontrar un lugar donde no hubiera nadie y dárselo en secreto.

La punta de la lengua de Shen Jue se deslizó desde los dientes superiores hasta los inferiores, y volvió a su posición original. Sus ojos volvieron a Chu Xia. Chu Xia bajaba la cabeza y se miraba los pies. Pareció darse cuenta de la presencia de Shen Jue. Levantó de nuevo la cabeza y se encontró con los ojos de Shen Jue. Shen Jue volvió a levantar la mano y apartó el flequillo que tenía delante de la frente. Los ojos tras el flequillo brillaban, como si esperaran los elogios de Shen Jue.

Shen Jue soltó una carcajada, qué pervertido.

Quién regalaría estas cosas por su cumpleaños.

Aunque Shen Jue nunca ha estado expuesto a esas cosas entre hombres y hombres, cuando los chicos se reúnen, a menudo salen de sus bocas algunos chistes verdes, por lo que sus conocimientos en esta área no están en blanco, y naturalmente conoce estas cosas. Para qué sirve algo.