Capítulo 40

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Liliana

Nathan y Nicol habían salido no sé a dónde , Omar y Minerva tenían que ir aún evento el cuál no quise ir gracias a que mi visita del mes llegó y está dándole con todo

Ahora juego con Daniel a dominó mientras me tomo una pasta para calmar el dolor de espalda , afuera está cayendo un aguacero y me parece que Omar y mine no podrán llegar esta noche

— oye tía – pongo un ficha y lo miro — ¿ Por que Nicol le gritaba a Álex en su habitación ? 

Por un momento me olvidó del dolor de espalda y solo me quedo mirando a mi sobrino sin poder creer lo que acaba de decir

— ¿ Que Nicol que ? – ay Dios

si , tú sabes que mi habitación queda al final del pasillo y la de Nicol al lado mío

— ¿ Exactamente qué le gritaba ?

— prácticamente gritaba su nombre y luego se oyó un fuerte golpe ...¿ Acaso Alex la golpeó ?

¡ Por fin !

— bueno  , no sabría decirte , Nicol no me ha comentado nada

— pero ..

Daniel no pudo terminar de hablar ya que se escucho un fuerte grito en la cocina Y luego las luces se apagan

— perfecto – oigo decir a Daniel — esta es la parte en qué aparece el payaso diabólico y nos mata

— no te dejaré ver más película de terror con Nathan

— no dan tanto miedo , tu amigo es el asustadizo que se asusta hasta con el sonido del viento

Volvemos a escuchar el grito y yo quiero salir corriendo fuera de esta casa

— vamos a ver qué está pasando – dice Daniel como si nada

Enciendo la linterna de mi teléfono y sigo a Daniel a la cocina pero no vemos nada

— no hay nadie – susurro

—  shh , escucha

Nos quedamos en silencio y por un momento no se oye nada pero luego de unos segundos puedo escuchar unos débiles quejidos

— tía ,  una mujer está en labor de parto

¿ Como entro ?

— ayu... Ayuda – habla débilmente

Me arrodilló frente a ella y puedo ver cómo la cabeza de la criatura está fuera pero el resto de su cuerpo aún no sale . La mujer vuelve a pujar y como veo la situación si sigue así nos moriran

— Daniel necesito que vayas por ayuda y luego regreses con toallas

No dice nada y sale corriendo a pedir ayuda

Estoy perdida  , no sé por dónde poner mis manos o que hacer para ayudarle a sacar el bebé

— necesito que respires profundo – digo lo primero que se me viene a la mente 

Con cuidado y con manos temblorosas sujeto el cuello del bebé

Dios no dejes que por mi torpeza el bebé muera

— necesito que pujes con fuerza

La mujer comienza a pujar y con cuidado trato de jalar un poco al bebé pero no tanto  para no lastimarlo

Seguimos así por unos cuantos segundos más y mientras ayudo a la mujer, Daniel llega y me trae una pila de toallas y un hombre de seguridad se queda viendo la escena

LA MUJER DEL MAFIOSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora