La necesidad de el dinero es algo que no deja caer en la locura, o más bien nos lleva a hacer locuras.
Por una locura Sanji, conoce al gran Jefe, Zoro Roronoa. Fue simplemente una casualidad.
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-No voy a poder obtener ese dinero para la próxima semana, perdóneme señor Osiga- se disculpo el rubio-
-Necesito ese dinero para la próxima semana o te sacare a la calle Sanji, ya son dos meses en que no me pagas nada niño- contesto- Deberás tener el dinero para la próxima semana si o si
Y ese alto señor de pelo canoso se fue dejando al rubio con las palabras en la boca.
-Mierda- susurro el rubio tomando su celular- Llego tarde
Sanji salió disparado del pequeño departamento, rogando que el metro no se vaya. Bajo las escaleras del metro con rapidez viendo a su tren llegar, por lo que acelero y entro todo agitado, no había tanta gente como de costumbre, por lo que pudo sentarse tranquilamente.
Su vista estaba tranquila en el celular, pero sentía como alguien lo observaba, cuando levanto u mirada vio a un alto moreno de pelo ondulado y nariz grande que lo miraba como si el tuviera algo.
Una parada después este moreno se paro acercándose a Sanji.
-Tienes un buen cuerpo, llámanos- susurro dejando una pequeña tarjeta en sus piernas- Nos serás de ayuda, pequeño rubio. Soy Ussop un gusto
Dejo la tarjeta y se bajo en la parada, el rubio vio confuso la tarjeta. "XXZ"
-¿Esto no es una página porno?- susurro Sanji-
Sanji quedó mirando la tarjeta antes de guardarla en su bolsillo del pantalón.
...
El rubio se movía a lo largo de toda la cocina, acomodando los platos.
-Sanji, mesa 5- dijo uno de los tantos cocineros-
-Voy- grito Sanji tomando la plata y caminando hacia las mesas-
Tres horas después Sanji estaba afuera fumando intentando descansar, pero pudo hasta 20 minutos ya que lo volvieron a llamar, tiro el cigarrillo y volvió a entrar
-Nos vemos mañana Sanji- le dijo su jefe-
-Nos vemos mañana Zeff- sonrió Sanji mirando todo lo que tenía que limpiar-
Sanji se quedó limpiando hasta las 3 de la mañana y cuando por fin termino cerro el restaurante. Camino lentamente hasta el metro, se sentó y el sueño empezaba a apoderarse de su mente y su cuerpo.
Cuando llegó a su parada, bajo y camino lentamente hasta su pequeño departamento, entro en el y fue directo a la cama, mientras se sacaba el pantalón la tarjeta que le había dado aquel moreno.
Tomo la tarjeta entre sus manos y la reviso por los dos lados, sin pensarla dos veces tomo su computadora y busco aquel sitio.
