- Xiao Zhan va a casa de su tío Wang en sus vacaciones de verano, el joven Xiao no sólo descubre que su tío es el hombre más jodidamente apuesto, sino, que también descubre nuevas prácticas y le enseña el "mundo real".
Mientras uno en su inocencia...
Un nuevo día había comenzado, en una bonita habitación se encontraban dos personas enamoradas en los brazos del otro respirando de manera relajante, cómodos con la presencia de su acompañante.
El mayor empezaba a removerse de a poco, despertando. Cuando finalmente abrió los ojos lentamente y se dio cuenta de donde estaba y con quién, empezó a divagar en sus pensamientos luego de mirar el rostro angelical de su acompañante.
Yibo no tenía nada que cuestionarse con respecto a su amor por Zhan, él lo tenía bastante claro, lo quería y mucho, lo ama sí es más sincero. Pero, no puede ser egoísta y sólo pensar en su persona, debe pensar en Zhan, en su hermana...
Él se lo diría, por supuesto que sí, se enfrentaría a ella si tuviera que hacerlo, porqué él ama a Zhan y no podría imaginarse una vida sin él luego de conocerlo, ¿cómo podría vivir sin ver sus dulces pucheros y su bonita sonrisa? No podría, no lo haría.
Ya hablo con su nana y está le daba todo su apoyo, también sabía que su nana ya se lo había contado a Dili de seguro y sabía con certeza que también contaba con ella. En cuanto a su entorno de trabajo, le importaba una maldita y jodida gran mierda, Zhan no volvería a pisar ese lugar, no mientras su empleadito Ayanga estuviera allí. Sobre su cadáver.
Pero su hermana, su bella y dulce hermana. Él será sincero y le demostrará que en verdad ama a su pequeño, que haría hasta lo imposible sin él y que sería desgarrador vivir sin su presencia.
Él ama a Zhan, nada cambiará eso.
Zhan es como un pétalo de rosa que cae lentamente en un día de frío invierno, bonito, suave y frágil.
Su bonito, suave y frágil pétalo.
Luego de estar varios minutos pensando y aclarando sus siguientes movimientos para que todo salga bien con su Zhan, sintió que esté empezaba a moverse.
— A-Yi. — susurró.
— estoy aquí, amor. — respondió dejando un beso en sus mejillas y acomodandolo mejor en sus brazos.
— mi esposo A-Yi. — musitó. Yibo siente su corazón latir con gran fuerza y su estómago revolverse de tanto amor.
— mi esposo A-Yi, te quiero mucho.
— yo te amo, mi amor.
— ¿me amas?. — cuestionó levantándose y mirándolo a los ojos.
— te amo. — respondió Yibo mientras se acercaba para tomar sus labios y besarlos dulcemente.
— A-Yi ama a A-Zhan, A-Zhan también ama a A-Yi. Ahora somos esposos. — dijo con una radiante sonrisa mientras se subía sobre Yibo y daba brinquitos.
— Ahg, amor, por favor no hagas eso. — gimió un poco.
— Bo yo.. — lo miro tiernamente. — ¿podemos hacer eso que hicimos en la oficina?
Antes de que pueda responder alguien tocó la puerta. Mierda, él sí quería, le hubiese mostrado a Zhan como realizar una felación pero será para después al parecer.
— A-Yi y A-Zhan, la señorita Wang está aquí, mis pequeños. — pronunció la señora Mei desde afuera.
Gran mierda, al parecer, todo el maldito plan se le tendrá que adelantar.
— está bien, en un momento bajamos, Mei, gracias. — Mei se retiró sin más, bajando con una sonrisa radiante.
— ya bajan, mi señorita Wang.
— está bien, gracias. — respondió ella dulcemente.
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