"Ataque de irà"
UNO
Alai.
Toqué el timbre de la casa de los Hemmings, esperando una respuesta rápida. La mamá de Luke, mi mejor amigo, Liz me había llamado hace unos minutos, me había pedido que vaya a su casa urgentemente, ya que Luke estaba teniendo uno de sus ataques.
Luke es mi amigo desde que tenía 10 años y èl 12 años, ahora tenía 16 y èl 18, habíamos crecidos juntos. Luke era como un hermano mayor del alma. Pero èl siempre tuvo un problema; sus ataques de irá. Simplemente èl no podía controlarse, empezaba a ponerse como loco y nadie podía pararlo, no sin terminar lastimado gravemente. A pasar los años, aprendí a tranquilizarlo, un poco. Por eso su madre me había llamado. Aunque no lo voy a negar, le tenía un poco de miedo.
La puerta se abrió, y de allí salió la señora Hemmings, un poco nerviosa.
"Hola querida" me sonrió forzosamente.
"Hola señora Hemmings" le devolví la sonrisa.
"Pasa, cielo" se corrió a un lado.
"Gracias".
Nunca había tenido una muy buena relación con la mamá de Luke. Ella no quiere a Luke, lo trata como la mierda y a mi me trata como si fuera la enfermera de su hijo, eso no me molesta, pero si me molesta que trate mal a Luke, cuando èl es una hermosa persona.
"Èl esta arriba, en su habitación, ve" me dijo, y luego se dió vuelta, dirigiéndose a la cocina.
Suspire y empece a subir las escaleras, que me dirigían a la habitación de Luke.
Estaba enfrente de la habitación de Luke, escuche ruidos dentro de ella. Èl estaba arrojando cosas, rompiéndolas. Di unos golpes a su puerta, acomandome el cabello. Sentí unos pasos cerca de mí. La puerta se abrió, dejándome ver a Luke, èl me miro, su respiración estaba agitada y sus puños estaban apretados.
"Amy" susurro.
Me acerque a èl y lo abrace, me devolvió el abrazo y me introdujo a su habitación. Mantuvimos el abrazo por un buen rato, se sentía bien. Nos separamos y pude observar como pedazos de vidrios estaban en el suelo, consecuencia de sus ataques, Luke dirigió su mirada a donde estaba la mía.
"L-o si-ent-o" menciono avergonzado.
"No importa" le conteste, sentándome en su cama, el hizo lo mismo.
"No quería que vengas, no tenías que molestarte"
"Luke, tu no eres una molestia" le sonreí "¿Quieres descansar?" asintió.
Me recosté en su cama, y èl se acomodo en mi estomago. Acaricie su cabello rubio, eso lo tranquilizaba. Su respiración se tranquilizo, se había dormido. Cuando duerme parece un ángel, aunque conmigo el es un ángel.
Hasta ahora...