Capítulo 10

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No es una cita

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No es una cita

El domingo llegó más rápido de lo que creía, se sentía ansioso y nervioso. Se cambió unas 3 veces y sentía que su cabello estaba peor que otros días.

— Esto no es una cita — se repetía frente al espejo — Vamos a hablar sobre lo que pasó en la fiesta, te olvidarás de él y seguirás con tu vida.

Salió de su casa, el día era frío pero no demasiado, perfecto para un café, que ironías de la vida. Llegó rápidamente, el lugar no estaba tan lleno por lo que se sentó en el lugar más alejado que hubiese disponible, no quería que alguien los reconociera y se armaran suposiciones erróneas, lo cual no sería sorprendente ya que al parecer todos en japón sabían que Kirishima era gay y está en una relación por lo cual estaba siempre en la mira de los fisgones.

— Hola — escucho una voz femenina a su lado, una camarera con un escote demasiado pronunciado estaba de pie a su lado, se inclinó para limpiar la mesa, que obviamente no estaba sucia. Le sonrío con todos sus dientes — En que te puedo servir hoy — preguntó. Sabía que esa no era la frase típica de las camareras y que estaba coqueteando descaradamente con él, no iba a negar que no era guapa y que cualquier otra persona hubiese devuelto la sonrisa, pero él no.

Su vista fue atraída a la puerta donde un alto, musculoso y bien vestido Kirishima lo buscaba con la mirada. Cuando creía que no podía ser más sexy, venía él y lo aplastaba como la roca de Indiana Jones. Después de unos segundos sus miradas se conectaron y él le sonrío de vuelta, siendo esa la única sonrisa que de verdad lo cautivaba.

— Lamento llegar tarde, yo... no tengo excusa, perdón.

— No te preocupes, yo acabo de llegar. — se sorprendió siendo amable. Miró de nuevo a la camarera y la vio sonriéndole ahora a Kirishima, incluso parecía que el escote era más profundo que antes y eso si que no lo iba a permitir.

— Traenos 2 cafés, rápido. Antes de que te de una neumonía. — soltó. La camarera lo miró de nuevo y le lanzó una mirada furiosa para alejarse moviendo exageradamente las caderas.

El silencio incomodo atacó de nuevo, estuvieron así hasta que les trajeron los cafés, fue cuando Kirishima pidió un sándwich y lo mismo para él. Espero pacientemente a que comience a hablar mientras tomaba un sorbo.

— Blasty yo... perdón, Bakugou. Quiero pedirte disculpas por lo que paso, no reaccione apropiadamente a tus sentimientos y siento que te lastime. De nuevo, perdón por eso.

Lo miro incredulamente

— ¿Y? — Pregunto, esperando algo más.

— Eso es todo

— ¿Eso es todo?

— Si

— ¿Por eso hiciste tanto escándalo? ¿Por "dañar" mis sentimientos? ¡¿Es en serio?!

Lo que quiero contígoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora