Checo Pérez y Charles Leclerc eran dos jóvenes pilotos de carreras prometedores. Si bien eran ferozmente competitivos en la pista, tenían una relación amistosa fuera de la pista.
Un día, Checo notó que Charles parecía un poco deprimido y decidió hacer algo para animarlo. Le dio a Charles un pequeño regalo: un llavero con un auto de carreras en miniatura. Charles estaba sorprendido y conmovido por el gesto.
Durante las siguientes semanas, Checo siguió dándole a Charles pequeños obsequios: un nuevo par de guantes de carreras, un libro sobre estrategia de carrera y un amuleto de la suerte para colgar en su auto. Charles no podía creer lo considerado y generoso que estaba siendo Checo con él.
Con el paso del tiempo, los pequeños obsequios de Checo se convirtieron en una tradición entre los dos conductores. Intercambiarían artículos antes de cada carrera, cada regalo simbolizando la suerte y la camaradería entre ellos.
Años más tarde, tanto Checo como Charles se convirtieron en pilotos de primer nivel en su campo. A menudo contaban la historia de cómo dar y recibir pequeños obsequios ayudó a fomentar una profunda amistad y respeto mutuo.
Cada vez que se cruzaban en la pista, ambos se sonreían rápidamente, sabiendo que su apoyo mutuo iba más allá de sus técnicas de carrera. Para Checo y Charles, se trataba del vínculo que habían llegado a compartir a través de sus pequeños actos de bondad y tal vez, había un poco de amor en eso.
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5 veces dónde el Checlerc demostró su amor
Historia CortaCada persona tiende a mostrar su amor de diferentes formas, según Gary Chapman existen 5, los cuales explica en su libro "Los cinco lenguajes del amor" lo diferentes tipos son: palabras de afirmación, tiempo de calidad, dar regalos, actos de servici...