6. NO PUEDO CREERLO

9 3 0
                                    

Respiré profundamente y...
Sonó mi teléfono.

Carol- ¡Joder!

¿Diga? -Contesté.

Una voz a través del teléfono.

-¿Carol?

Carol- ¿Quién eres?

-Tu jefe.

Carol- Ah, buenos días Izan.

Izan- Te necesito aquí ahora mismo. En dos horas es la hora de comer y esto está lleno.

Carol- Entro por la tarde hoy.

Izan- Ya no, vente para acá ya, te lo compensaré.

Carol- Salgo ya.

Colgué.

Me vestí rápidamente, dejé todo tirado en la cama y salí de casa rápido.
El bar estaba lleno y había mucho trabajo.
Para mi sorpresa, estaba mi ex, Alex ahí y me tocó atenderle y no estaba solo.

Carol- Hola, ¿Vais a comer dentro o fuera?

Alex- Amor, ¿Dónde quieres?

Chica- Aquí dentro. -Dijo mirándome de arriba a abajo.

Alex- No os he presentado ¿no?
Laura, Carol.
Carol, Laura.

Carol- Encantada. -Me dí la vuelta cuando les asigné la mesa.

Laura- Pues yo no estoy encantada.

Entré rápidamente en la cocina y me puse a llorar.
Entró Izan para ver como estaba, porque lo había visto todo.
Izan es un chico bastante joven, tiene 26 años, ojos azules y moreno, tiene muchísimas pretendientas y todos en la ciudad lo conocen.

Izan es un chico bastante joven, tiene 26 años, ojos azules y moreno, tiene muchísimas pretendientas y todos en la ciudad lo conocen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Izan- ¿Estás bien?


Carol- No, ese es mi ex y ha venido con la que me estaba engañando.
Y... no quería que supiera donde trabajo.

Izan- Esque esto lo conoce todo el mundo.

Carol- Si, pero no sabía que se lo podía permitir.

Izan- Bueno, tu atiendelos que yo vigilo y si se pasan los echo.

Les serví una jarra de agua, como a todas las mesas.

Carol-¿Sabéis ya lo que queréis?

Alex sirvió a ella y después a él mismo.
Laura bebió un sorbo de agua y la escupió.

Laura- ¡ESTA DEMASIADO FRÍA! -Dijo gritandome.

Alex acercó su baso al borde de la mesa y lo dejó caer.

Alex-¿Qué pasa? ¿Esto no lo vas a limpiar?

En ese instante noté una mano en la cadera.

Izan- Cariño, ¿va todo bien?

LO QUE NO SABESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora