Maldito deseo (+18)

capitulo 4 noche de bodas

Estábamos en el hotel y toda la decoración estaba hermosa; las velas, los pétalos de rosa y el vino que estaba en la cama le daban ese toque romántico. Yo estaba nerviosa y Max lo noto por eso me sirvió una copa de vino y me dijo:
- Se que tienes miedo, pero no te preocupes porque haré que esté experiencia sea la mejor de tu vida; bebé está copa de vino para que podamos continuar- yo bebí la copa y cuando la dejé en esa pequeña mesa que estaba en la esquina de la habitación él me tomo de la cintura y me quito poco a poco el vestido hasta dejarme en aquella lencería, después me cargo y me llevo hasta la cama; comenzó a besarme con tanta pasión que yo no me pude resistir y le recibí muy bien ese beso. Él se quitó la ropa y me mostró esos grandes músculos y eso no era lo único grande que tenía, ya que cuando se quitó el pantalón yo me asusté al ver la monstruosidad que tenía entre las piernas; me quedé inmóvil por unos segundos y luego le dije:

- Eso no va a entrar Max- él me miró sonrío y me dijo

- no te preocupes no soy una bestia para meterlo de una, antes de eso hay que preparar a esta pequeña para que lejos de sentir dolor pueda sentir placer- yo me puse roja y el comenzó a tocarme; primero mis senos y después mi entrepierna para luego comenzar a masturbar esa zona e ir metiendo sus dedos uno por uno hasta llegar al tercero

- espera- le dije jadeando- ya no cabra otro

- ya no pensaba meter otro- el me beso y me separó más las piernas para que se pudiera acomodar
- ya no es necesario lubricar a esta nena porque ya está muy húmeda- sonrío y lentamente metió su miembro en mí y cuando me dio la primera embestida comencé a sangrar y a gritar de dolor, en ese momento el se detuvo y me dijo
- maldita sea Karla ¿por qué mierda no me dijiste qué eras virgen?
- no lo creí necesario y mucho menos pensé que doliera tanto- le dije con lágrimas en los ojos- el suspiro y comenzó a moverse un poco más lento para que no sintiera tanto dolor.
  Un rato después comencé a sentir un leve cosquilleo en esa zona que hizo que olvidará el dolor que sentí al principio, gemí su nombre y el se excitó más.
- No hagas eso porque apenas puedo contenerme y no quiero que vayas al hospital en la primer noche querida- me dijo jadeando y dándome besos. Con cada embestida yo sentía que el era mío, no me di cuenta cuando acabo y cuando lo hizo me abrazo diciendo

- eres mía Karla, no voy a permitir que otro hombre te tenga porque a partir de hoy todas tus primeras veces son mías- dijo eso y nos quedamos dormidos abrazados y exhaustos.

  Al día siguiente

Me desperté buscándolo y me di cuenta que se estaba bañando, intente levantarme y caí al suelo como un gran dolor en la entrepierna, el al escuchar el ruido salió de la ducha; me cargo y me dijo:
- No te levantes bruscamente porque lo de anoche no duró unos minutos y el dolor que tienes tampoco así que descansa- yo le contesté lo siguiente
- me quiero bañar- en cuanto el escucho eso me cargo y me llevo a la ducha volví a mirar su cuerpo y aún no sabía cómo eso había entrado en mi cuerpo.

  Así fue como viví mi primera vez con un desconocido que ahora era mi esposo y que me había dicho que era suya.
   Continuará.....