Karla Fonte es una chica de 22 que está perdidamente enamorada de su mejor amigo, pero su vida se ve afectada después de que su familia la obligará a casarse con un desconocido provocando un cambio radical en su vida diaria
Los días se hicieron muy cortos, ya que todo el día pensaba en la boda y también en como le iba a dar esa noticia a mi mejor amigo, sin darme cuenta el estaba justo detrás de mi se acercó a mi oído y me susurro - por qué tan pensativa cariño- yo me sonroje un poco el me abrazo y en ese momento llego mi prometido a tomarme del brazo y jalar con suavidad para que soltará a mi amigo en ese momento me quedé en silencio y el dijo. - Quien eres y por qué estás tocando a mi prometida- el se sorprendió y me miró en tono de pregunta lo único que dije fue - iba a decírtelo, pero no sabía cómo él es mi prometido me voy a casar en dos días lamento mucho no decirte antes- el solo sonrió con tristeza y me dijo - no te preocupes tarde o temprano me iba a entrar crees que pueda asistir a la boda ¿o tampoco puedo hacer eso? Porque esas cosas no se le ocultan a tu mejor amigo Karla- yo no sabía que decir en ese momento y solo conteste - hoy te lo iba a decir es más- le entregué un sobre- esa es la invitación hoy te la iba a entregar, yo aún no asimilaba la boda- el miro a mi prometido y me dijo - estás de acuerdo con este matrimonio o tus padres te obligaron Karla - yo acepte el matrimonio por voluntad propia - ya veo entonces solo me quedé desearte una feliz boda y un exelente matrimonio nos vemos en la ceremonia, también espero que tú prometido te permita seguirnos viendo- Max me tomo de la cintura y le contesto - no tengo ningún inconveniente con ello puesto que Karla será mi esposa y tú solo eres un simple amigo- el sonrió y note una mueca en la boca de Luis. Mi mejor amigo se fue y Max se quedó un rato conmigo en ese momento estábamos en la sala y cuando el se fue me encerré en mi habitación a llorar por última vez por Luis, los días pasaron y llegó el día de mi boda.
En ese momento yo no estaba emocionada, pero tampoco enojada no tenía emoción alguna o eso pensé hasta que llegue a la iglesia y mire a mi prometido.
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Él estaba radiante ya que aunque yo no quería ese matrimonio eso no significaba que Max fuera un hombre feo; más bien era un hombre elegante y muy atractivo la que no encajaba era yo, cuando me acerque el me susurro - te ves hermosa- yo creí sus palabras y pensé que realmente valió la pena las horas de maquillaje y de peinado.
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El sacerdote dió la misa y al finalizar la ceremonia el me beso con dulzura y yo acepte ese cálido beso que me dió. Poco después fuimos a la fiesta y fue una celebración grande debido a quien era mi ahora esposo había muchos periodistas en las esquinas tomando fotos de la celebración poco a poco iba callendo la noche y yo estaba nerviosa porque sabía que el momento de perder mi virginidad estaba por llegar y cuando me di cuenta el momento había llegado
Continuará....
Y yo soy la autora está es mi primera novela así que no me juzguen y ayúdenme a mejorar
