Manual para entender de dónde venimos y a dónde vamos

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©Copyright Gonzalo Alvarez García (ordosgonzalo)

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Edición, maquetación, diseño y publicación de ©ordosgonzalo 2021

La historia del hombre, es la historia de la materia, la historia de su evolución, desde que ha pasado de ser una materia inerte a ser una materia viva y de una materia viva a una materia pensante, lo que le ha permitido al hombre saber situarse en la tierra, en su sistema solar y en el universo, llegando a comprender sus orígenes, su evolución y su futuro.

La materia ya existía en el Universo y siempre existirá, es lo único eterno que conocemos, así que hace más de 4 mil millones de años en el agua, con luz y una temperatura adecuada surgió la primera célula y con ella la vida orgánica, la vegetal que daría paso a la vida animal, a los humanos y a sus sueños.

Esta no es una obra para entendidos, ni siquiera para lectores formados, lejos de ello, está destinada a gentes sencillas, a aquellas que lamentablemente no han tenido la oportunidad de ir a la universidad, ni la de leer un trabajo resumido en un lenguaje sencillo, sobre la historia del planeta Tierra y sus habitantes.

Es un trabajo hecho a partir de documentos científicos, recientes, serios y rigurosos, sin la menor mezcla de interpretaciones religiosas o de especulaciones acientíficas, todo su contenido proviene de trabajos contrastados por la comunidad científica, desechándose las teorías no demostradas, las opiniones no contrastadas y por supuesto, todo aquello que tiene su origen en las especulaciones sobre los "misterios" o las suposiciones sin bases científicas.

Los seres humanos son de tendencia egocéntrica y los científicos no se escapan a esa tendencia, es por esto que algunos de los descubrimientos científicos y algunas de sus teorías, tienden a resaltar la parte localista e incluso nacionalista de los descubrimientos.

Así algunos rusos abogan por la teoría de que el Homo Sapiens es una evolución del Homo Siveriensis, Homo Altaiensis u Homo Denisoviensis, más conocido como Homínido de Denísova, al igual que algunos chinos defienden la misma teoría para el Hombre de Pekín, o los australianos exageran las peculiaridades de su isla continente, a pesar de la singularidad de Madagascar, mientras los Norteamericanos hablan de sus actuales ciudades para hacer referencias a fósiles que tuvieron vida antes de la separación de los continentes o la polémica sobre la domesticación del maíz que ocupa a ecuatorianos y mexicanos, entre otras pugnas.

Hemos desechado todo este tipo de egocentrismos y frivolidades, que por otra parte, muchas veces, no se corresponden con la realidad.

Para resolver estos "conflictos" la comunidad científica internacional establece criterios "aceptados" como ciertos y comúnmente compartidos, lo cual no impide que algunos científicos o grupos de científico, mantengan sus criterios discrepantes y no evita que las productoras de documentales tiendan a la fantasía y el espectáculo, cuando tratan estos temas, en algunos casos con frivolidad.

En todo caso hemos procurado no caer en este error y remitirnos a lo comúnmente aceptado por la comunidad científica internacional, evitando repetir estos errores, que sólo crean confusión entre los "legos", es decir entre los que no tienen formación científica y dando a conocer los criterios que se siguen en las distintas disciplinas de la ciencia.

Aquí no hay fe que valga, ni interpretaciones interesadas o torticeras, aquí, sólo hay ciencia y material científico demostrable, producto del trabajo acumulado por la investigación de la ciencia a lo largo de los siglos y a la luz de sus nuevos descubrimientos.