SMOKE ( jay jo )

#11

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CAPITULO 11

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Sus ojos oscuros miraron la foto frente a ella con desdén. Los ojos ahumados parecían mirar dentro de su alma, se sentían tan reales. Un escalofrío le llegó a la espalda. Ella lo odiaba. Odiaba el efecto que la imagen tenía en ella. Le molestaba más quién estaba en esta foto.

¿Cómo podía haber tenido una influencia tan fuerte sobre ella? No se conocieron por mucho tiempo. ¿Por qué era tan adicta a él? ¿Por qué su partida la molestó tanto?

Ella no era así en absoluto. Ella nunca ha sido tan emocional. Ella no se enamora de alguien tan rápida y fácilmente. Entonces, ¿por qué sentía todos estos sentimientos? ¿Qué le había hecho Jay? ¿Cómo se las arregló para cambiarlos tanto en tan sólo unos pocos meses? ¿Qué le había pasado?

Ella no era así. Frente a la foto de un chico, casi rompiendo a llorar. Ella no debería ser este tipo de chica.

El pincel en su mano estaba temblando por la presión que ejerceia su mano. Una mirada intensa a la imagen frente a ella, el latido del corazón tan fuerte que ni siquiera escuchó el sonido de la puerta.

Su cabello se cayó de su cola de caballo medio atada. Las gafas en su nariz de repente se sintieron mucho más pesadas de lo que eran. Sus ojos seguían cada línea, cada mechón de cabello que pintaba con tanta pasión. Una pasión que amaba. Que ella pasó porque quería.

"Es hermoso..." susurró una voz detrás de ella.

Los ojos del Sr. Nam estaban fijos en la pintura frente a él. Sin darse cuenta, una lágrima cayó. Se olvidó de por qué estaba allí ante la vista frente a él. Como si hubiera sido golpeado por una ola de emociones. Y se hundió profundamente en el mar de las emociones. En el lienzo estaba su alumno, Jo Jay colgando boca abajo. Su rostro ocupaba el 50% del lienzo.

Una mirada de dolor estaba pintada en su rostro. El pelo fue tirado hacia abajo por la fuerza de la gravedad. Labios agrietados y secos. Una sola lágrima cayó de su ojo derecho. Y había hilo rojo alrededor de su cuello como si alguien fuera a colgarlo de ellos. El fondo fue cepillado en un marrón grisáceo oscuro y le dio a la imagen un ambiente oscuro.

El Sr. Nam sintió sentimientos de la imagen. Miedo, tristeza, duda, autodesprecio, estrés y opresión.

Era una imagen que no podía ser descrita. Solo podías verlo y sentirlo. El Sr. Nam podía sentir las emociones como si él mismo fuera la imagen. Azadeh permaneció tranquila, dejando que su maestro examinara la pintura, con la cabeza ligeramente inclinada. Una gran mano se posó en su hombro apretando ligeramente.

"Sra. Hong", comenzó, "usted es una verdadera artista".

Azadeh sintió un calor familiar en su corazón, pero no fue suficiente para traer una sonrisa a sus labios. Murmuró un suave gracias, sin atreverse a mirar hacia arriba. Su maestro de clase notó su estado de ánimo deprimido y tuvo una idea de dónde venía este estado de ánimo sombrío.

"Azadeh". Dijo su nombre. Azadeh miró ligeramente por encima del hombro.

Su visión está cubierta por una sábana blanca. Tomó la hoja de la mano de su maestra y leyó las palabras escritas en ella,

"Si solo me quedara una semana de vida, ¿qué harías primero...?" El Sr. Nam asintió y le entregó un bolígrafo. "Escribe tu respuesta y tráeme el papel".

A medio camino de alejarse, fue interrumpido por la voz de Aza. "Haría un viaje..." El hombre giró levemente hacia ella, observándola mientras sostenía la hoja de papel. "¿Y con quién?" "Con mis amigos y mi familia..." Hizo una pausa, "Alquilaríamos una casa y pasaríamos los seis días juntos". "¿Y el séptimo día?" preguntó. "Visitaría la tumba de Baba y le hablaría de los seis días".