Capítulo 1

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-Qué ganas tengo- decía mi mejor amiga, Paris.

-Esta noche nos lo vamos a pasar en grande- dice Dorothea.

-Siempre decís lo mismo- dije.

-Tía no digas eso- contestó Chlodette.

-Es la verdad- le contesté viendo que la fila disminuir.

Esa noche habíamos decidido salir a celebrar que habíamos aprobado segundo de carrera.

-¡Hola! Perdón por tardar, es que no sabía qué ponerme- nos saludó Inez con los tacones en la mano y la respiración entre cortada por corner. Ha llegado tarde toda su vida, ella es la única amiga que conozco desde la infancia.

-Siempre te pasa lo mismo- le dijo Dorothea con un tono respectivo de voz, bromeando.

Anne la miró con mala cara mientras se ponía el tacón que le faltaba.

-No es mi culpa que quedemos tan pronto- dijo ella indignada.

- ¿Las once te parece pronto?- le contestó Chlodette.

-Oh, sí mira, todavía queda tiempo para una siesta, ¿Te vienes?- le ironizó Paris.

-Dejarme en paz- fingió que se enfadaba mientras se cruzaba de brazos.

-Y si dejamos de pelearnos y miramos la cola que tenemos delante- dije con resignación.

-No seas tan amargada, Chloé. Además todavía qued…- se cortó a sí misma al ver que éramos las siguientes.

Nos acercamos rápidamente hacia los hombres de seguridad.

-DNIs- dijo secamente el más alto de los dos.

Mientras le dábamos nuestros DNIs el otro nos miraba con aburrimiento.

Cuando terminaron de comprobar las identidades y confirmar que eran verdaderas, entramos al recinto.

Era una discoteca bastante espacioso, con su típica pista de baile, la barra, el dj, los reservados y sus baños, no era tan grande cómo otros en los que habíamos estado pero, tampoco era pequeño.

Nos sentamos en unos reservados mientras Clodette y Inez iban a por las bebidas. La pista de baile estaba llena de gente, la música no era de mi agrado pero, estaba bien para bailar.

-Tengo unas ganas de verano- dije.

-Si si si y sobre todo por el viaje que planeamos a París- cuando Dorothea lo dijo, instintivamente nos giramos hacia mi mejor amiga.

-No me miréis así- dijo la aludida.

-Ya estamos aquí- Chlodette.

-Tengo que contaros algo muy fuerte- nos dejó en suspense Inez mientras me dirigía una mirada sospechosa y se sentaba en su sitio- he reconocido a un chico del instituto.

-¿Quién?- le pregunté intentando que no me diera algo por la espera.

-James- soltó ella tan tranquila.

-No ¿no? Te juro que cómo esto sea una broma te voy a matar- la amenaza

-¿No me crees?- Le mandé una mirada significativa- date la vuelta en dirección a los baños de chicos- dijo.

Me dí la vuelta tan rápido que creí que se me iba a salir volando. Efectivamente, ahí estaba. No me podía creer que el chico del que me había enamorado años atrás estuviera ahí, pensaba que no volvería a verlo. La verdad es que ya no sentía nada por él, ya no le veía y tampoco llegamos a ser nada, James nunca supo que me gustaba de él y no nos volvimos a hablar desde que nos graduamos. Así acabó esa bonita etapa.

-Madre mía, si es- dije. Nadie entendía nada excepto Inez y yo.

-¿Alguien puede decirnos qué está pasando?- preguntó Paris.

-Ese era el chico del que Chloé se gustaba en el instituto- contestó Inez por mí.

-Me gustaba, en pasado, os advierto antes de que os hagáis ilusiones- me apresuré a decirles.

-Claro, claro- dijo Chlodette.

-Chica, si que tenías buen gusto- dijo haciendo énfasis en el "tenías"Dorothea.

-Sí tenía, en pasado- insistí.

-Mientras vosotras os peleabais he encontrado información- nos cortó Inez, mientras nos pusimos a prestarle atención.-Está soltero, vive por nuestra zona y estudia en la universidad de derecho, comparte piso con dos chicos: Émile y Patrice.

-Nos has contado toda su vida- le respondió Chlodette.

-Después de este discurso, ¿Podemos ir a bailar?- preguntó Paris.

-Si, que para algo hemos venido- le concedió Doroth (el diminutivo de Dorothea).

Nos encaminamos a la pista de baile.

No se cuanto tiempo estuvimos allí pero, yo tenía ganas de ir al baño y con urgencia.

-Paris, ¿me acompañas al baño?, me estoy meando- le pedí.

-Que fina la chica, claro que te acompaño- me contestó.

-Gracias.

-Vamos al baño- Paris avisó a las demás mientras yo nos hacía espacio en dirección al servicio.

Cuando llegamos me metí a un cubículo mientras mi compañera me esperaba afuera. Al acabar de hacer mis necesidades salí, ella se estaba retocando el maquillaje. Paris era una chica muy guapa, con su nariz pequeña pero respingona y unos ojos verdes preciosos, era de estatura normal y rubia con el pelo ondulado. Llevaba un vestido corte, pegado al cuerpo azul con unos tacones blancos, para ser sincera, le quedaban genial.

-Yo que tu me retocaría el maquillaje- me dijo entre risas.

Me miré a mi misma atravesdel espejo, en algún momento se me había corrido todo, madre mía qué mal iba, aunque no creo que fuera por el alcohol, si no por saber que aquí había una persona que tanto había influenciado en mi adolescencia. Me arreglé el maquillaje.

-No te rías- la advertí al ver que no paraba de reír.

-Tenías que  haberte visto, te has puesto rojísima.

-Que va- y acabé contagiada de su risa, con la mirada que me lanzó tu ve que aceptarlo.- Vale igual un poco.

Cuando conseguimos callarnos decidimos salir del baño. A eso que salíamos mi hombro choca contra alguien.

-Perdón- decimos a la vez.

Todo pasa por algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora