𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 ✶ 𝖣𝗈𝗇𝖽𝖾 𝖫𝗂𝗌𝖺 𝗉𝖺𝗌𝖺 𝗎𝗇𝖺 𝗌𝖾𝗆𝖺𝗇𝖺 𝖾𝗇 𝗈𝗍𝗋𝗈 𝗆𝗎𝗇𝖽𝗈 𝗆𝗎𝗒 𝖽𝗂𝖿𝖾𝗋𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖺𝗅 𝗌𝗎𝗒𝗈.
Historia inspirada en la película llamada;
"El regreso del gato"/"The Cat Returns"/"Haru en el Reino de los gatos".
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En el banquete, habían muchos invitados y en el centro estaba sentado el Rey y casi al lado estaba Lisa, estaba llorando en silencio, mientras que los invitados estaban hablando muy bien de ella, de lo bonita que era, sus hermosas patas al igual que sus orejas, por el lado de Roseanne la miraba con tristeza mientras servía leche en las copas a los invitados. Y Jin estaba detrás de Lisa mientras seguía durmiendo dentro de la jarra de gelatina.
Un chef gato le había entregado su platillo que era un pescado fresco, Lisa solo estaba sollozando, el Rey solo la observó y llamó a su fiel amigo Jackson.
-La novia no parece complacida, Jackson, ¿cual es el entretenimiento de hoy? -miro al gato romanito.
-El de siempre su Majestad -respondió.
Somi fue a dar comienzo al pequeño teatro que iban a hacer para poder entretener al rey, a los invitados y a Lisa.
En la primera actuación, estuvo muy interesante para el público, pero menos a Lisa que solo estaba sollozando, el Rey gruño un poco, no quería ver llorar a la prometida de su hija.
-Quiero algo más divertido -exigió susurrando.
Y así fue, uno de los malabaristas se ofreció para sorprender a la señorita Lisa, pero eso ocasionó un error, la gata que también trabajó ahí, el malabarista utilizó sus camarones como pinzas y uno de ellos hizo que el peto de la gata se rompiera y se le viera todo.
Al público no le gustó nada, y eso hizo que el Rey hiciera un gesto de cortarle la cabeza, llegaron unos oficiales para tomar a ese gato y tirarlo por la ventana del Castillo.
Se había formado un gran silencio, pero sólo se escuchaba a Lisa jugando con la cola de su pescado chocando con el plato junto con su rostro reprimido.
-Siguiente -habló el Rey.
La tercera actuación no le fue tan bien, al Rey ni siquiera le había gustado, había tanto silencio que uno de los gatos que era el invitado empezó a reír a carcajadas, el Rey estaba teniendo un tic en su ojos y eso fue señal de que uno guardias lo agarraran y lo tiraran por la ventana también.
El Rey enfurecido se levantó del asiento frunciendo el ceño.
-¿Eso es lo mejor que tienen?
Eso hizo que los demás gatos que iban a entrener en el banquete dieran pasos hacía atrás.
Pero, derrepe había llegado una gata con un traje negro con una capa de color azul, con un gorro elegante con una pluma, unas botas negras y un antifaz de metal.
La gata misteriosa se acercó al Rey dando una reverencia mientras estaba firme.
-Su Alteza, permítame entretener a la Señorita Lisa -dijo con una voz un poco gruesa y fina.
El Rey lo estaba pensando un momento, hasta Jackson le había dado una razón para que pudiera aceptar, el Rey solo asintió mientras acariciaba sus bigotes.
