Ryder.
Presente.
Amé a una chica. Amé tanto que me quede casi por completo vacío. Amé durante un largo tiempo a Nixie, aun sabiendo que ella nunca me amaría, jamas me correspondía, aun así me advirtió. Nixie no tenía nada viviendo dentro de ella, desde hacía mucho tiempo.
No importo lo mucho que luchara por ella.
O que mi mejor esfuerzo tal vez no fuera el mejor esfuerzo para salvarla.
Quisiera no haberla amado tanto. Pero fue algo hermoso, algo indescriptible mientras estuve a su lado, pero ahora, es como el peor sentimiento, la he perdido y la he perdido para siempre.
Ella ya no camina entre los vivos, se arrastra entre los muertos.
Ella no quizo que salvaran su alma.
Quería irse a cualquier lugar que las almas condenadas y malditas fueran.
Pero yo sabía lo que ella era.
Un angel que extrañaba su hogar.
Si tan solo hubiera visto cuando Nix levantaba su bandera blanca.
Tal vez la hubiera ayudado.
Me enamore de la persona mas asombrosa.
Ella había puesto un hechizo sobre mi.
Todo era perfecto.
Hasta que la perdí.
Ella era mi sol.
Mi alma.
Mi todo.
Yo tenía todo a su lado. Incluso si ella no era capaz de amarme.
Yo no quería despertarme de este sueño.
Y vivir en esta maldita pesadilla donde no tengo nada.
No la tengo a ella.
Estoy perdido.
Y no creo que alguien pueda encontrarme.
Nadie podía escucharme gritar.
Mi sombra había desaparecido de mi lado.
No tenía nada.
El amor que alguna vez estuvo en mi corazón. Se esfumo.
Tal como ella se fue de mis manos.
Solo espero que ella se encuentre bien. A donde quiera que su alma se haya marchado y finalmente encuentre la felicidad que yo nunca pude darle.
FIN
