Church ||James Potter||

1. No dejó de mirarte

2 de junio del 2017 

Tessa Harrison

Yo estaba segura de que sería de mí en este día, seguramente sería lo mismo que todos los días, con la única diferencia de que este día prefería quedarme en casa, pero eso era obvio que no podría ser posible.

Hoy era uno de esos días en los que no me apetecía hacer nada, simplemente quedarme en la cama con un enorme bote de helado, mientras veía alguna comedia, porque estaba segura de que si ponía alguna romántica lloraría por lo sola que estaba.

A mi mejor amiga Marls le pasaba lo mismo, al vivir juntas siempre preferíamos una película de risa o de terror, aunque siempre acabábamos durmiendo juntos. Si nos mataban que fuera estando juntas.

Marlene y yo éramos mejores amigas desde que éramos unas niñas pequeñas en pañales, lo bueno de todo esto es que el tiempo nos hizo más unidas y cuando cumplimos los dieciocho fuimos a vivir juntas, y mientras estudiábamos también trabajábamos. Incluso trabajábamos por las noches en un club.

Pero ese era otro tema, tampoco es que me hiciera gracia ir a veces, pero todo lo hacía para ayudar a mis padres con algunas deudas que tenían. Entre ellas estaban las deudas del hospital, ya que mi madre estaba enferma y las cosas no eran tan fáciles como creíamos que serían.

Ellos no sabían de mi trabajo y prefería que siguieran sin saberlo, aunque solo bailaba, por obvias razones, con poca ropa. Lo bueno es que nadie nos tocaba, mi jefa era un encanto y nos protegía a Marlene y a mí demasiado. 

Éramos como sus hijas y siempre se preocupó por nosotras. Incluso había muchas veces que nos decía que fuéramos a trabajar en la barra, algo que las dos agradecíamos demasiado. Ahora, con veintidós años, no sabía qué haría con mi vida. Había terminado hace nada la Universidad y sinceramente siempre me había gustado la literatura y la música, es más, por mi cumpleaños Marlene había ahorrado demasiado para comprarme un teclado, así que siempre que tenía tiempo solía practicar con videos de Youtube.

Era algo que de verdad me gustaba, así que si podía practicarlo siempre que podía.

Hoy era viernes, por lo que a Marlene y a mí nos tocaba ir al club, como mencioné antes, tenía muy pocas ganas de ir, pero debía ir porque el viernes pasado logré que Rose, nuestra jefa, me dejara faltar, pero había una buena razón. Ese día estuve mal del estómago y estuve con la regla, así que pude quedarme en casa disfrutando del día. Disfrutando a mi manera, eso era obvio.

¿Y qué hice en ese día? Pues estar acostada en mi cama mientras comía palomitas y veía alguna película. Un plan aburrido para unos, pero para mí era el paraíso. Así que sin duda alguna lo disfruté demasiado.

Lastimosamente, hoy no podría hacerlo, así que con la poca fuerza que tenía decidí levantarme de la cama. Había dormido la siesta porque era algo que necesitaba demasiado si quería estar en condiciones para el club.

Odiaba demasiado no poder disfrutar de mis días, pero lo bueno es que tenía a mi mejor amiga, y sabía que siempre la tendría a mi lado, pasara lo que pasara. Así que estaba demasiado agradecida por eso.

Recogí mi habitación y me puse ropa cómoda porque seguramente iría a correr aunque sea un rato para despejar mi mente. Al salir ya lista encontré a Marlene haciendo un trabajo en la cocina mientras se tomaba su café.

—Buenas tardes querida mejor amiga —ella se giró un poco para verme con una sonrisa.

—Buenas tardes dormilona, por cierto te he preparado tu café, aunque intuyo que irás a correr —asentí.