Tim era un chico bastante distinto al resto de otros niños, a diferencia de ellos que les gustaban los cromos de beisbol y los videojuegos, a él le gustaban las películas de terror y hacerles bromas a los hijos de los vecinos alegando la llegada de los marcianos, y en una ocasión les hizo pensar que hubo un asesinato en su casa y que él era la propia víctima, era tan realista que incluso llamaron a la policía. Dado que sus padres, Bill y Jean, y su hermano menor, Daniel, no estaban muy unidos, y que estaban bastante artos de sus bromas y su mal rendimiento escolar, decidieron que se mudara a vivir con su abuela, cuando solo tenía doce años.
El día en el que llegó al pueblo de su abuela, veía a través de la ventana del coche el lugar. Se trataba de un pueblo muy rustico, la gente que vivía en él era bastante mayor, y en todas las tiendas ponían en los letreros que pertenecían a una tal Agnes J. Burton.
- Tim: Mama, ¿Es cosa mía, o la dueña de todas las tiendas es...?
- Jean: Si, tu abuela es la dueña de todas las tiendas del pueblo.
- Tim: Vaya, pues debe de tener mucho dinero ¿No?
- Jean: Pues fíjate tú que no, en este pueblo no viven muchas personas y no compran tanto como te crees. Por eso te hemos traído aquí, no podrás hacerles bromas a tantas personas.
- Tim: Tampoco eran para tanto.
- Jean sarcástica: No, no era para tanto hacerte pasar por un muerto y que los vecinos llamasen a la policía, y tampoco era para tanto meterle a tu hermano esas tonterías tan sangrientas y, sobre todo, no es para tanto que en vez de estudiar te pusieras a dibujar monstruitos en los apuntes.
- Tim: Yo no tengo la culpa de que no me interesen los estudios como al resto de chicos.
- Jean: Pues sería bueno que te empezasen a interesar un poco. No lograras nada en la vida si estas todo el día con tus películas, tus dibujos y tus monstruos. Escúchame, que te claro una cosa, te queremos lejos de toda clase de problemas, por eso te hemos traído Crollow Hills, para que te calmes y dejes atrás todas esas tonterías.
- Jean: Pft, lo que tú lo digas.Al cabo de unos minutos llegaron a la casa de su abuela que estaba prácticamente en los límites de las tierras del pueblo, y mientras bajaban las maletas, Tim se puso a observar la casa; se trataba de una casa muy antigua de madera blanca, con un porche polvoriento y las ventanas llenas de grietas, y en la puerta se encontraba una aldaba muy siniestra con el aspecto de una persona sollozando. Entraron en el porche y su madre toco el timbre, que se trataba de una cuerda con un cordón en el extremo con forma de araña, y en vez del típico timbre sonó un grito desgarrador.
Tras unos pocos instantes, su abuela abrió la puerta. Se trataba de una anciana muy delgada, con unas gruesas gafas, vestía un chal negro y un vestido pálido y llevaba un bastón con un tallado de insectos.
- Jean: Hola Agnes, cuanto tiempo.
- Abuela: Oh, hola Jean. Pues sí que ha pasado tiempo, sí. Os esperaba...
- Jean: Si, lo sé, venimos un poco antes lo se. Bueno, aquí te dejo a Tim.Tim entró con sus maletas al interior de la casa de su abuela, y mientras su madre y su abuela hablaban, él se dispuso a mirar la casa de su abuela. El interior era muy limpio y estaba lleno de objetos siniestros y de otros que estaban decorados con insectos. Escucho el sonido de la puerta cerrándose y su abuela le llamó la atención para decirle que estarían a punto de comer un platillo del pueblo.
Tim se sentó a la mesa y su abuela se presentó delante de el con una gran olla llena de un espeso pure negro y que olía como si un pescado le hubiera dado un golpe en plena nariz. Le pregunto a su abuela asqueado que era ese mejunje azabache, y ella le contesto con una sonrisa mientras lo removía con un gran cucharon:
- Abuela: Es lombricia, un pure hecho de perejil, tomate, patatas, muérdago, escabeche, tocino, zanahorias, y su ingrediente principal, un pescado colgado durante tres días, tres noches, y tres horas ante la intemperie con clavo y una lombriz atados con menta.
- Tim asqueado: Con razón huele de esta manera ¿Y cómo es que esta tan negra?
- Abuela: Es por otro de sus ingredientes, tinta de calamar.
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El saco de insectos
ParanormalEl joven Tim, es obligado a pasar una temporada en casa de su abuela, debido a que le gustan las bromas siniestras. Pero no se espera que en el pueblo de su abuela, existiera un ser tan siniestro, como Oogie Boogie, el saco de insectos.