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Pasaron dos dias estraños

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Pasaron dos dias estraños.

¿Los actualizo? El extraño espectro que me encontré es la penumbra de las calles de New York, desapareció asi como nada. Me hizo cuestionarme muchas cosas como por ejemplo ¿Qué mas hay allá fuera? mi existencia confirma que todo es posible.

Este mundo no conoce nada todo lo ve como una simple fantasía no conoce los peligros que acechan en las penumbras de la oscuridad. No conoce el verdadero peligro que se desataría si se descubriera el terrible secreto que se esconde detrás de la penumbra de la absoluta oscuridad.

—Esa novela es un insulto para los vampiros al igual que todo lo que los humanos que han creado todas esas falacias. — comentó algo ofendida —.En primer lugar, no mueren con el ajo, segundo no duermen en ataúdes en fin todo eso es una maldita mentira.

—No duermen en ataúdes pero Klaus los hacia pasar una eternidad dormidos —explayo los ojos a su chiste de mal gusto y susurra: —¿Que...? Oh no no me mires asi sabes que eso es tendencia controversial en la familia.

—Vamos, vamos, —insiste la maestra, de pie en la puerta—. Pónganse con sus compañeros de grupo. Entré y descubrí que en la mesa ya acostumbro a sentarme ya había alguien mas.

Genial... Visualizo y verifico la presencia de un chico que se entra al lado contrario de mi puesto. Una loción cautivadora inunda mis fosas nasales, hasta el punto de volverme loca ¿Qué era eso? siento un brazo masculina que me saca de mi transe, Nick me hace señas de que me siente pero aun sigo un poco tonta, cierro los ojos y me tapo la boca y agachó la cara cuando involuntariamente mis colmillos chocan con mis dientes.

El mismo olor de sangre dé el individuo, no lo conocía tenia que ser nuevo, observo su perfil y esta semi encorvado escribiendo algo sobre mi mesa. No hay mas asiento y tomo la cordura de sentarme en el puesto contrario.

La profesora señaló el pizarrón cuando ya todos estuvieron en silencio, mientras que aun a la poca distancia que estaba escuchaba como el torrente sanguíneo desplazaba aquel liquido que es preservado para mi. Sentía ansias de acercarme y pedirle amablemente que me diera de su muñeca, bajo el rostro cuando evidentemente veo que Nick abre los ojos señalando mis venas de bajos de los ojos.

—Aquí tengo cuatro géneros literarios —indicó ella, señalando lo escrito con marcador de agua color azul—. Ciencia ficción, novela negra, romance y sobrenaturalidad. Quiero que cada uno escoja un género. No tiene que ser unánime, así que la idea es escuchar los porqués de su compañero para llegar a una misma opción y elegir un género para su grupo. ¿Entendido? 

Fue preguntando de mesa en mesa. En parte resultó aburrido porque todos escogían el mismo. Dos chicas se quedaron con romance. Un chico y una chica ni siquiera necesitaron discutir por qué seleccionaron ciencia ficción, y el resto no tuvo que intentar convencerse de nada

𝑬𝒍 𝑳𝒆𝒈𝒂𝒅𝒐 𝑷𝒓𝒆𝒗𝒂𝒍𝒆𝒄𝒆 | 𝑯𝒐𝒑𝒆 𝑴𝒊𝒌𝒂𝒆𝒍𝒔𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora