capitulo 26:

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Nalla era encaminada por un pasillo que le pareció demaciado largo, con personas a su alrededor vestidos de colores y sin olor, solo la mujer que le parecía amable estaba vestida de blanco y con su rostro descubierto, pero comparada a como la había visto otros días está no llevaba la sonrisa que le había visto desde que la conoció, está estaba sería, eso le instalo un mal presentimiento a Nalla

Pero ese mal presentimiento se disipó en cuanto pararon frente a una gran puerta de madera, un escalofrío subió sobre todo su cuerpo al darse cuenta que tras esa puerta encontraría a sus cachorros y la emoción la atacó junto con el deseo latente de ver a sus cachorros nuevamente.

Dos de las personas que la custodiaban la tomaron cada uno de cada brazo y de manera rápida y sin que ella lo esperara la empujaron dentro de la habitación, encerrada dentro de esta en el suelo Nalla sintió frío y cuendo subió su mirada los vio

Había contado mínimo 40 Cachorros, de diferentes edades con rostros asustados, algunos temblaban de frío, otros se encontraban mojados, algunos sucios

El corazón de Nalla se estrujó en su pecho y con sus ojos húmedos se levantó del suelo, al hacer eso los Cachorros la notaron y retrocedieron abrazándose unos a otros, tratando de protegerse y sollozando en silencio o intentando hacerlo

-Cachorros, no....- fue lo único que pudo salir de sus labios con la vista de criaturas inocentes sufriendo de esa manera

-¿¡Mami!?- ese pequeño grito lo reconocería donde sea, era su cachorra, su Seilly

Nalla se levantó rápidamente del suelo y miro entre todos los Cachorros pero no veía a ninguno de los dos

-¡¡¡Seilly!!!- grito con todas sus fuerzas con los sentimientos a flor de piel y sus feromonas expandiéndose de forma suave lo que calmo a los cachorros que la miraban con curiosidad- ¡¡¡Meys!!!, ¡¡¡Cachorros!!!

Y luego de llamarlos recibió como respuesta unos gritos de parte de ellos, siguió las voces hasta llegar a una puerta pequeña, el olor de sus cachorros venía de allí pero cuando intento abrirla no pudo, estaba cerrada

-mami - escuchaba el llanto de Seilly detrás de la puerta y eso la desespero

Con su mano golpeó la manija con toda la fuerza que tenía hasta que su piel llena de sangre pudo dañar la manija y entro rápido con desesperación pero no había nada detrás de la pequeña puerta, solo era un cuarto blanco en dónde solo estaba el olor de sus cachorros y los gritos que salían de una pequeña caja extraña en medio de el cuarto

Nalla ya no sabía que pensar, la rabia la invadió y con todas sus fuerzas, la poca que le quedaba, levantó la caja pesada y la estampó contra la pared, respirando fuerte se arrodilló y no lo pudo evitar más, sus lágrimas cayeron por sus mejillas y una opresión en su pecho la hizo sollozar, ya no podía más, no sabía que hacer

Y de repente unos brazos pequeños la cubrieron y luego de ese más vinieron, el olor de los cachorros la consolaron junto con su sueve tacto

Luego de un rato llorando los cachorros se separaron de ella viendola con sus sonrisas angelicales dándole esperanza, respiro profundo limpiando sus lágrimas y les devolvió la sonrisa con dulzura.

-se los llevaron en la mañana- Nalla miro al Cachorro frente a ella, parecía ser el más grande de allí- Seilly y Meys... Se los llevan a la cámara

-¿Camara?- Nalla lo miro sin entender

-a la cámara llevan a los que se portan mal, aunque no se hayan portado mal- dijo esta vez una cachorra un poco más joven como si fuera lo más normal del mundo

-¿Que?- Nalla los miro preocupada Levantándose del suelo para ir hacía la puerta principal pero está no tenía manija y por más que intento abrirla no pudo

-no puedes hacer eso- el mayor de los cachorros la detuvo tomándola del brazo- los vigilantes te puedes ver- señaló unas pelotas de colores en el techo- y a los mayores los llevan a la camara para nunca regresar

Nalla le faltaba poco para entrar en pánico por segunda vez en el día, era mucha información que procesar, pero aún así quería saber más.
¿Por qué se llevaron a sus cachorros?, ¿Que era la cámara?, ¿Que le estaban haciendo?, ¿Le estarán haciendo dañó?, ¿Tendrán hambre o frío a dónde los llevaron?

Se pasó la mano por el cabello y respiro profundamente, cuando ya de vio calmada vio a los cachorros detrás de ella, y como una chispa en su cabeza se encendió una idea que podría funcionar para sacarlos a lodos de ese lugar misterioso, pero para ello necesitaba saber cosas, y si de algo estaba segura es que los Cachorros que se encontraban encerrada con ella podrían ayudarla, por lo que se agachó a la altura de el mayor de todos apenas inclinando sus piernas y pregunto en un susurro

-¿Los vigilantes nos pueden oír?

-no- le dijo el cachorro pero enseguida miro hacia las paredes acercándose al oído de Nalla para susurrar- las esquinas si nos pueden oír- y se separó rápidamente sonriéndole con tranquilidad- traen las comidas cuando suena el pitido y nos bañan cuando los vigilantes cambian de color por lo que intenta no tener ropa cuando eso suceda o te enfermeras y te llevarán para nunca regresar, hay juguetes y pintura y colores y muchas cosas con que jugar si quieres puedes jugar con nosotros, ¿Quieres jugar?- le extendió la mano

Nalla supo que ese lindo cachorro la entendía, la podía ayudar por lo que le sostuvo la mano

-si, si quiero jugar- le sonrió dajandose guiar por el pequeño

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Gracias por seguir leyendo 🥰

Y más les vale leer el siguiente capítulo ¿Eh? 😏

Pero tranquil@s no hay presión..... Por ahora 😁

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⏰ Última actualización: Jan 02 ⏰

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