Muchas veces me pregunto cómo la vida puede cambiar de un segundo a otro. En una milésima de segundo pueden pasar muchísimas cosas. Cosas de las que nunca te crees que pueden pasar, como por ejemplo, un accidente de tráfico, la muerte de un familiar o la pérdida de tu mejor amigo perruno. Creerme sé de lo que hablo. Un día estás disfrutando de lo que tienes y al día siguiente, la vida te lo arrebata en un momento. No te da tiempo a reaccionar, no te da tiempo ni a pensar. Porque si, hace ya 12 años desde que mi mejor amigo dejó esté mundo. Y aunque muchas personas me dicen que pase página, no puedo hacerlo, porque una muerte no se olvida, se supera. Y no os voy a mentir, ya a pasado mucho tiempo que no está conmigo, y lo he superado (a medias). Pero tampoco voy a negar que muchas veces lloró por él, me sigo acordando mucho de él. Pero quién no ha tenido nunca una mascota, no sabe lo que se siente. No saben el dolor tan grande que te deja en el pecho, es como si el corazón se te rompiera en mil pedazos, como si se te abriera una herida en el pecho, como si te quisieras morir en aquel preciso instante.
Eso es lo que sentí yo con 4 años de edad. Era una niña cuando lo perdí. Cómo le explicas a una niña de 4 años que su mejor amigo se fue, la dejó. Es imposible.
Todo comenzó el día 31 de agosto del 2010.
HACE 11 AÑOS:
Me acabo de despertar, todavía sigo tirada en la cama porque todavía estoy medio dormida. Cuando logro espabilarme, me acuerdo de Killer. Así que me levanto de la cama tan rápido como puedo, para dirigirme a la entrada de la casa donde siempre duerme el.
Pero hoy, es distinto. Me encuentro en la entrada de la casa, en frente de Killer. Es raro porque, todos los días me levanto corriendo para darle los buenos días a Killer y el cuando me ve, se levanta y se acerca a mí para que pueda acariciarle. Hasta que me fijo en lo que le sucede: No se puede levantar de las patas traseras.
En ese momento tengo ganas de llorar, algo le esta pasando a Killer.
- ¿Killer que te pasa?- empiezo a acercarle a él.- Vamos, levántate. Tu puedes.- le dije intentando que se levantara.
En ese momento veo como hace el intento de levantarse, pero vuelve a caer al suelo. En ese momento mis ganas de llorar se intensifican. Inmediatamente voy a la única persona que hay en la casa que puede ayudarlo: MAMÁ.
Llego a la habitación corriendo a lágrima viva. En ese momento no me lo pienso dos veces y me subo a la cama. Llamo a mi madre como si mi vida dependiera de ello.
-¡¡MAMÁ, ALGO LE PASA A KILLER!!- mi madre sigue dormida, pero al escucharme llorar se despierta de inmediato.
-¡¡MAMÁ, ALGO LE PASA A KILLER!!- le vuelvo a repetir. No hago más que repetir esa frase. Mi mente sigue con la imagen de Killer sin poder levantarse de las patas traseras.
-¿QUÉ PASA ANDREA?- dice mi madre.
-¡¡ALGO LE PASA A KILLER, NO SE PUEDE LEVANTAR DE LAS PATAS TRASERAS!!.- respondo llorando.-¡¡ AYÚDALO; POR FAVOR!!
Mi madre en ese momento se levanta tan rápido como puede y llega hasta donde Killer se encuentra. En cuanto llego donde está mi madre, veo que Killer está empezando a sangrar por la boca y por el trasero. No se a movido ni un centímetro, solo... sigue ahí.
- Vale, no pasa nada, ¿vale Andrea?- me dijo mi madre mientras se va a cambiar de ropa.- Vamos a vestirte, le vamos a llevar al veterinario ¿vale? No pasa nada.
No podía apartar la mirada de Killer, tenía los ojos casi cerrados y estaba lleno de sangre. En ese momento mi madre me cogió en brazos y me llevo a la habitación a vestirme.
Cuando ya estaba vestida, estaba sentada al lado de Killer, no quería dejarle solo y había dejado de llorar, solo porque mi madre me dijo que se pondría bien. Mi mirada se desvía hacía donde está mi madre. Ella está hablando por teléfono con mi abuela, diciendole que me va a dejar con ella, mientras ella y mi padre (que estaba trabajando) le llevan al veterinario.
En el momento que mi madre cuelga el teléfono, se va hacía la cocina y trae un plástico gigante.
Se acerca a Killer y le empieza a envolver el plástico a su alrededor, como si fuera un caramelo.
- Vamonos Andrea, que te tengo que dejar en casa de la abuela.- me dice mi madre mientras coge en brazos a Killer.
Salimos de casa y vamos al garaje para coger el coche. Cuando llegamos al coche, mi madre mete a Killer en el maletero.
En ese momento no se lo que siento, estoy triste pero también preocupada.
- Sube al coche.- mi madre me mira y yo lo hago sin rechistar.
Ponemos rumbo a casa de mi abuela, tengo ganar de llorar, mucho. No se que le pasa a Killer, pero quiero que se cure.
ACTUALMENTE:
En ese momento, yo no sabía que Killer se estaba muriendo, pero realmente fue así, ví como poco a poco se iba consumiendo.Ví como mi mejor amigo, mi compañero, se iva muriendo poco a poco delante de mi. Mi madre ya lo sabía, sabía en ese momento que había llegado el día. Sabía que era el día en el que le tuve que decir adiós.
HACE 11 AÑOS:
Llegamos a casa de mi abuela, ella ya me estaba esperando en el portal del piso. Salí del coche y fui hasta ella. Lo que me extraña es que estén también mis tíos/as allí presentes. Mi abuelo quiere irse tambien con ellos al veterinario.
Yo también quiero pero mi madre no me deja.
De repente, mi madre se baja del coche y abre el maletero. Y allí estaba él, envuelto en aquel plástico enorme mirandome.
- Andrea ven.- me dice mi madre.
Yo me acerco a ella.
- Dale un beso y un abrazo.- me dice ella.- despidete de el.
Yo sin pensármelo dos veces, me acerco a Killer y le doy un beso en la cabeza mientras le doy un abrazo con mis pequeñas manos.
Yo solo quiero que se cure. Me separé de él, mi mirada seguía en Killer mientras mis padres cerraban el maletero. Cuando lo cerraron del todo, me dieron un beso y se fueron con Killer al veterinario.
ACTUALMENTE:
Esa fue la última vez que ví a Killer. Y ese abrazo y ese beso que le dí, no lo voy a olvidar en la vida. Recuerdo como me miraba cuando fui a darle ese beso y abrazo, era pequeña cuando sucedió, no sabía que quería decirme con esa mirada, pero cuando fui creciendo... Si pude saber lo que me quiso decir. En ese momento su mirada me transmitió lo siguiente:
" Llegó mi hora, me tengo que ir. A sido un placer vivir contigo bajo el mismo techo. Nunca te olvidaré y siempre te protegeré allí donde esté."
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AMORES QUE NUNCA SE OLVIDAN.
Short StoryEsta historia está basada en hechos reales. Concretamente escribiré mi historia, de mi mejor amigo perruno. Killer. Un rottweiler que a pesar de su raza y de su nombre siempre me demostró que no hacen falta palabras para amar incondicionalmente a al...