Parte 2.

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HACE 11 AÑOS:

Me encontraba en casa de mi abuela, hacía una hora que mis padres se habían ido con Killer. Quería a mi Killer de vuelta.

En ese momento, suena el telefonillo, me levanto rápido. Mi abuela ya estaba contestando.

- Es mamá, dice que te baje, que os vais ya a casa.- me dice mi abuela mientras prepara todas mis cosas.

Cuando ya tenía todas mis cosas preparadas, mi abrigo y mis zapatillas puestas, bajamos a la calle donde me esperaba mi madre.

Yo estaba felíz porque iba a volver a ver a Killer. Pero, cuando bajé a la calle y vi a mis padres sin Killer...Se me cayó el mundo encima. Lo primero que dije fue:

-¿Dónde está Killer?

Mis padres se miraron entre los dos y ahí, me di cuenta de que mi madre estaba llorando. Ella se acercó a mi y me dijo:

- Killer se ha convertido en una estrella. Se a ido al cielo. Lo mismo pasa cuando una persona se ha ido al cielo, se convierte en n una estrella, por eso hay tantas estrellas en el cielo.

Yo en ese momento empece a llorar otra vez. ¿cómo que se había ido? ¿por qué?

- ¡Pero yo quiero estar con él!.- le digo a mi madre llorando.

- Ya lo sé mi amor, ya lo sé.- responde mi madre mientras me abraza.

ACTUALMENTE:

Cuando vi a mis padres sin Killer, el mundo se me cayó encima. Quería volver a tocarle, quería volver a jugar con él, quería que me mirase con esos ojos color chocolate que me transmitían felicidad, alegría, paz.... Pero sabes lo más doloroso, que desde entonces, no volví a ver eso ojos, esos ojos ya no brillaban para mi. Me dejó cuando me hacían bulling en el colegio, me dejó cuando me acorralaban más de cinco chicos, cuando me tiraban piedras, cuando se burlaban de mí... Pero sabes, creo que lo hizo para que yo me hiciera más fuerte. Pero todo fue cuesta abajo cuando murió.

Tuve que ir a un psicólogo para que pudiera aceptar que mi mejor amigo se fue. Tuve que ir, para poder aceptar, que el único amigo que tenía, el único amigo en quien confiaba, me dejó.

Mis padres muchas veces me dicen que la muerte de Killer tiene que estar ya superada pero ellos no parecen darse cuenta, de que cuando murió Killer, ellos tenían 35 años y yo solo tenía 4. Cuatro años cuando Killer se murió. ¡ERA UNA NIÑA!

Yo en ese momento quería que Killer volviera a mi lado. Éramos uña y carne, siempre estábamos juntos, nunca nos separábamos. Me crié con él, cuando yo era recién nacida, él ya estaba ahí.

No os voy a engañar, yo era muy pequeña cuando murió, no tengo casi recuerdos con él. Solo tengo dos. El primero era cuando yo estaba la cocina y le tiraba la pelota y el me la devolvía.

Y el segundo... El segundo para mi, no se me va a olvidar en mi vida. El día en que le dí ese beso y ese abrazo. Yo era muy pequeña, pero ese momento me marcó, para siempre.

Y no puedo olvidar a alguien que ha marcado tanto en mí. Alguien, que me demostró que no hacen falta palabras para amar, solo con caricias y acciones.

Durante toda mi vida, siempre me he cruzado con gente que me ha dicho: "ES SOLO UN PERRO". Si, para ti es solo un perro, para muchísimas personas más, no es simplemente un perro. Es un amigo, compañero, es alguien que siempre te va a amar, a lo mejor no toda tu vida, pero si de la suya, es alguien que daría la vida por ti si fuera necesario.

A todas esas personas, me gustaría decirles que hasta que no hayas amado a algún animal, una parte de tu alma seguirá dormida. 

AMORES QUE NUNCA SE OLVIDAN.Where stories live. Discover now