One-shots Lemon creepypasta x Tú

Plegarias 1/2

Zalgo

Desde pequeña he sido una fiel creyente, pues eso me inculcaron desde niña, y aún así pienso que la fe nunca terminara de saciar la sed humana de adorar a alguien cuya imagen no necesariamente tiene que ser un dios, cualquier cosa superior a los humanos, como el universo, el agua.. mi fe me llevo hasta donde estoy, Soy una Monja novicia.

El día recién comenzaba, los rayos del sol entraban por los ventanales de la iglesia, y se escuchaba bullicio por parte de mis hermanas ansiosas por comenzar a preparar la primera misa del día, donde me tocaría recibir a los niños después de esta, yo ayudaría con el catequesis, así que comencé a ayudar en lo que me pidieran.

La mañana transcurrió con normalidad, el padre dio fin a la misa, y a mí junto con algunas otras de las hermanas nos tocaba recibir a los niños, los padres fueron dejandolos y se dirigían a la salida, una vez tuvimos a los niños reunidos dimos las instrucciones de obedecer y portarse bien pues nuestro querido dios los estaba observando en todo momento.

— ¡Niños no corran! Podrían lastimarse, presten atencion, una vez acabada la sesión podrán ir a jugar al patio — apenas terminé la oración y el sonido de los gritós de emoción se hicieron escuchar ante el eco de la iglesia.

Encaminamos a los niños a los salones correspondientes, a mí me tocaría cuidar a los menores de 6 a 8 años, siempre fui buena con los niños y yo solía serles de agrado a ellos, la lección era fácil, un tema popular como lo era el arca de Noé, seguido de unas cuantas manualidades y dibujos.
Había llegado el receso, aquel tan esperado por las pequeñas creaciones de Dios, sonó el campanar indicando que era el momento, procedí a taparme los oídos ya que al sonar la campana los niños gritaron de felicidad.

— Mis queridos angelitos, hagan una fila y tomen en orden sus loncheras! El que no haga caso se quedará en el salón conmigo oyeron? —Dije de manera amigable para que no se alterarán, y pude ver cómo empezaban a formarse esperando su turno para salir a jugar y comer.

Saqué a los niños al patio en orden y pude ver cómo las demás hermanas también, podían verse niños desde 6 años hasta los 13 corriendo por el patio y obviamente, cada quien con su grupo de amigos.

Tenían 30 minutos para jugar y estar fuera de la iglesia, había zona de juegos, y como siempre, había reglas; no empujar, no hacer burlas, no tirar comida y sobre todo, no adentrarse al bosque.
El bosque que estaba detrás de la iglesia era enorme, los mayores rentaban a los más pequeños a adentrarse por al menos 5 minutos en el bosque para probar que "ya crecieron y no tienen miedo" para alejarlos de aquella zona verde, empezamos a esparcir rumores que que había gente mala ahí. No podíamos arriesgarnos a perder un niño o que saliera lastimado o mordido por algún animal, supervisamos más a los mayores desde que nos enteramos de lo que hacían para que los menores se asustaran y ellos tener un rato de diversión.

Aún así, nunca falta ese grupito de niños preadolescentes maldosos, y entre todo el ruido que había de niños al jugar y de las hermanas cantando algunas canciones en guitarra, pude oír algunos llantos semi ahogados por el ruido, intenté seguirlos y llegué a orillas del bosque, me puse detrás de un árbol y asome mi cabeza de a poco para ver qué sucedía, había un grupo de chicos riéndose y murmurando que seguramente "ya se había perdido" refiriéndose claramente a un niño, preocupada salí de mi escondite y les llame la atención, los llantos se escuchaban cada vez más lejos, volviéndose casi inaudibles, aquellos jóvenes burlones se les borro la sonrisa al verme aparecer asustada, sus expresiones se volvieron caras de preocupación y miedo y salieron corriendo sin dejarme terminar.
No perdí más tiempo y empecé a intentar encontrar al niño comencé a trotar y de a poco a correr, aquellos llantos lejanos ya no se escuchaban y empecé a llorar por la desesperación, grité e intenté no sonar alterada, para que el niño siguiera mi voz, pero no había respuesta alguna, quitaba ramas y arbustos en todas direcciones para poder localizarlo, el bosque era interminable y pronto me di cuenta de que me había perdido en él.

Me tiré de rodillas y empecé a intentar calmarme, junte mis manos y le pedí ayuda al Señor todopoderoso, pedí paciencia y tranquilidad, pidiéndole a llantos que el niño no se alejara más, teniendo esperanzas de que haya encontrado la salida y solo me tenga que preocupar por regresar yo a la iglesia, durante mi oración pude escuchar murmuros, siendo mi comunicación con Dios interrumpida, intenté prestar atención a lo que decían pero no se entendía, a pesar de que era temprano los árboles hacían mucha sombra, me levanté intentando no hacer mucho alboroto, e intenté seguir el lugar proveniente de aquellos murmullos, llegué a un pequeño calor de bosque y me escondí entre algunos arbustos al notar un grupo de personas reunidas en aquel lugar, todos vestidos de negro y solo uno de rojo, aquel que portaba una túnica color vino, sostenía en sus manos a un conejo negro, solté un suspiro y sudando frío recé que no me escucharan, me quedé congelada de miedo al ver cómo uno de túnica negra asesino al conejo en manos del de rojo y comenzó a poner sus manos de manera de cuenco para acumular sangre del pobre animal agonizante, procediendo a dibujar en el suelo símbolos que sinceramente ni siquiera quiero reconocer, y terminando, con los residuos de sangre en sus manos froto su cara manchando la de esta y se arrodilló poniendo su cabeza en el suelo y sus manos hacia en frente de manera de devoción hacía al de rojo.

En mi mente repetía una y otra vez que jesucristo me perdonará por presenciar actos probablemente satánicos y que me diera fuerzas para huir sin ser notada. Lamentablemente mis plegarias fueron en vano ya que al intentar moverme pisé hojas secas que con mi peso comenzaron a quebrarse al intentar esconderme de nuevo mi pie se apoyo mal sobre una rama y caí generando más estruendo que el que había generado en un inicio. Volteé mi cabeza con miedo en dirección hacia aquel culto y noté que ya no estaban, empecé a soltar lágrimas y cuando quise levantarme los pude ver frente a mí, luego de eso, lo último que ví fue que uno de ellos se abalanzó contra mí con un saco en manos mientras que el de túnica roja me miraba a través de una máscara rara, que pensándolo mejor no parecía una máscara, se asimilaba más a la cabeza de un cordero sin vida, lo único que salió de mi boca fue un grito ahogado por el saco y no pude ver más luego de eso.

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HOLAAA!!! Estoy de regreso, lamento ausentarme, es probable que las actualizaciones tarden, pero aquí andamos vivirás y coleando, les traigo esta historia pedida por una seguidora hace muuucho tiempo y cuando la empecé la dejé incompleta. No pensé que fuera a regresar, pero aquí me tienen y con una historia de zalgo ;D

La próxima será de Ticci Toby a petición de otra persona!
Hago pedidos, y todo a su tiempo, besitos 💕