6 AÑOS DESPUÉS...
Ahora puedo comprender la frase "Después de la tormenta sale el sol" ya que lo viví en carne propia.
Estos últimos 6 años fueron perfectos, yo comencé y termine la universidad, me dedique al arte que era específicamente mi vida, tendría pronto una exposición en una de las más grandes galerías de la ciudad, estaba trabajando mucho con este proyecto que a decir verdad lo amaba.
Lisa sigue trabajando como profesora, pero ahora en una universidad donde le va mejor, la vida junto a ella es perfecta y única, llena de amor y alegría, compramos una casa con jardín grande, tres habitaciones, un living, cocina comedor, dos baños y dos estudios una para mí y otro para Lisa.
Se escuchan tres golpees desde la puerta de mi estudio.
—Pase —grite cerrando mi computadora donde estaba viendo algunas cosas.
Lisa entro a mi estudio con un pequeño bulto entre sus brazos, yo apenas las miro sonrió de oreja a oreja.
—Siento molestarte, pero alguien quiere a mamá —dijo con una sonrisa.
Si lo que escucharon, mamá, SOY MAMÁ, el pequeño bulto que sostiene Lisa es nuestra hija de tan solo 2 meses de vida, la llamamos Ella como quería Lisa, ella es hermosa, su carita redondita y unos grandes cachetes, los ojos avellanas como los de Lisa, el pelo se está empezando a notar y es de color rubio como el de Lisa.
—Aquí estoy —dije acercándome a ellas y agarrando a Ella en mis brazos, ella se movió un poco, abrió los ojitos, nos miró a ambas y después bostezo para volver a cerrarlos.
Mire a Lisa y ella solo sonreía, Ella era tan pequeña y linda, no pesaba casi nada así que no era un peso en mis brazos.
Desde la sala se escucha un diminuto llanto y rápido fuimos las dos.
—Shh —dijo Lisa acercándose a una cuna donde estaba nuestro hijo, sip, DOBLE MAMÁ, resulta que tuve mellizos, una niña y un niño, el también tiene el pelo rubio y los cachetes redondetes. —Shh tranquilo —dice Lisa mientras lo toma en sus manos y lo alza, lo pone contra su pecho y comienza a darle palmaditas.
—Eres buena en esto —dije mientras camine hasta el sillón y con cuidado me siento en él, comencé a acariciar el cabello de Ella, era suave.
—Tu tampoco lo haces tan mal —dijo ella sentándose a mi lado con el pequeño en brazos con dos biberones en la mano.
—Aquí tienes —dijo entregándome el de tapa rosa.
—Gracias —dije mientras lo agarraba y le saco la tapa.
Lo acerqué a la boca de mi pequeña y con cuidado comencé a alimentarla.
—¿A qué hora vendrán los otros? —pregunto Lisa.
Estaba por responder, pero en eso sonó el timbre.
—Yo voy —dije y me puse de pie con Ella en brazos y el biberón en la mano.
Abrí la puerta y ahí encontré a Jisoo con dos cajas grandes una azul y otra rosa.
—Hola —dijo feliz apenas me vio.
—Cállate, están durmiendo —dije refiriéndome a los bebes.
Jisoo se tapó la boca y después sonrió. La deje pasar y puso las dos cajas en el suelo.
—Quiero tener a mi sobrina —dijo dando pequeños brinquitos, sonreí y le di con cuidado a Ella.
—Dios que chiquitita es —dijo sonriendo mientras la miraba con adoración, saludo a Lisa y se sentó a su lado en el sillón para darle el biberón.
—¿Dónde está Rosé? —pregunte a Jisoo, Rosé termino siendo la prometida de Jisoo, desde el momento que se conocieron no se separan más, es muy agradable, se ha vuelto una gran amiga y linda también.
—Debe estar por venir tenía que hacer algo en el taller —dijo sin prestarme mucha atención ya que toda su atención estaba en la niñita en sus brazos.
El timbre sonó otra vez y abrí rápidamente, en ella estaba Rosé.
—Hola perdón por la tardanza —dijo Rosé algo cansada.
—No importa pasa —dije mientras me hacía a un lado, me saludo con un beso en la mejilla, después a Lisa con las manos y se acercó a Jisoo para darle un lindo beso en los labios.
Cerré la puerta y me acerqué a Lisa que estaba terminando de darle de comer a Louis y este ya estaba más que dormido.
—Es hermoso —dije mientras me sentaba a su lado y miraba a mi hijo.
—Si, lo es —afirmo Lisa. —Tenlo —dijo entregándome a Louis —Debo comenzar a hacer la barbacoa, pronto llegaran los otros —dijo besando mi frente, yo asentí y sonreí.
—¿Rosé me ayudas? —le pregunto.
—Claro —dijo Rosé poniéndose de pie, salieron al patio y comenzaron a preparar todo.
El timbre sonó y me levante a abrir, mi madre estaba parada en el marco de la puerta, a su lado estaba Olga y en el otro lado , el nuevo novio de mamá, primero no me agrado la idea de otro hombro con mamá, pero Frank me callo bien así que lo deje pasar, aunque le puse los puntos claro, que él no sería un suplente de mi padre, nunca mi padre.
—Hola mamá —dije sonriendo.
—Mira que preciosidad —dijo mi madre agarrando a Louis y entrando a la casa, ignorándome por completo.
—Hola Jennie —saludo Olga y se dirigió dónde estaba Jisoo.
—Hola Jennie —saludo Frank estirando la mano.
Negué con la cabeza y lo abrasé, el me correspondió, pero después nos separamos.
—Traje algo para los bebés —dijo sacando dos cajitas de su saco color piel. —Ten, son para cuando sean más grandes —dijo con una sonrisa y yo agarre las cajitas.
Eran dos cadenitas de oro y plata con sus iniciales grabados en un chapita de oro.
—Frank no debiste —dije apenada.
—Es un regalo no puedes rechazarlo —advirtió y yo sonreí.
—Gracias —dije dándole otro abrazo.
Deje que el pasara y se acomodara, mientras tanto yo fui a la pieza de los bebés y deje las dos cajas que trajo Jisoo que resultaron ser dos enormes osos y el regalo de Frank.
Me quede un rato en la pieza mirando las cosas de los bebés.
—Hey, ¿estas bien? —pregunto Lisa entrando por la puerta.
La miré y asentí, ella se acercó a mí y me abrazo por atrás.
—Como pasa el tiempo —dije con una sonrisa, las lágrimas estaban de vuelta, todo el embarazo fue así, no podía ver una película que no me ponía a llorar y Lisa se burlaba de mí.
—Si pasa muy rápido —dijo en un suspiro.
—Tenemos una casa, dos hermosos hijos y amigos y una familia que nos quieren ¿podemos decir que es una vida perfecta no? —pregunte agarrando sus manos.
—Si creo que si —dijo y soltó una risa.
—Ven vamos o pensaran mal de nosotras —dije soltándome y caminando a la puerta.
Lisa agarro mi mano y me jalo para que me acerque a ella.
—Te amo tanto —dijo rozando su nariz con la mía.
—Yo también te amo —dije y la besé profundamente enredando mis dedos en su pelo.
Se escucho un llanto seguido de otro y unos gritos llamándonos. Eso hizo que nos separáramos.
—Ven nuestros hijos lloran por sus Madres —dije y agarré su mano para caminar a la puerta y salí del cuarto de nuestros bebes.
FIN.
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Mi Alumna Favorita (Jenlisa G!P)
FanficJennie Kim está profundamente enamorada de su profesora de Literatura, la Señorita Manoban, la cual es 8 años mayor que ella, gracias a un proyecto que le mandan a Jennie ella logra conocer un poco más a la Profesora Manoban y comienzan a pasar much...