Rastro

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Todo parecía sacado de una muy mala película de suspenso y acción.
Bon miraba incrédulo por el cristal. No podía creer que estaba viendo a Bonnie en ese estado. Algunos médicos estaban con él, haciendo sabía Dios qué pruebas.
-¿Está...?- medio preguntó.
-Lo están revisando, pero está estable- dijo su madre, entre sollozos.
Bon no podía apartar la mirada de su rostro. Estaba inconsciente, su rostro estaba demacrado, visiblemente estaba desnutrido y podía ver uno que otro ematoma en su piel tan blanca.
Todo eso le parecía irrelevante. Estaba bien, estaba aquí,  estaba sano y cada cosa tenía remedio, y lo más importante, NO estaba muerto.
Pasaron algunos minutos antes de que los médicos les dijeran que habían terminado. Sólo sus padres podían entrar hasta que estuviera completamente fuera de peligro, por lo que los tres jóvenes se quedaron en la pequeña sala de espera fuera de la habitación. En algún momento, el resto de los animatrónicos comenzaron a llegar. Eran un lío de abrazos y llanto pero por alguna razón, Bon apenas lo registraba. No podía dejar de pensar en que Bonnie estaba finalmente ahí. No era capaz de razonarlo, no había lágrimas, no había llanto. Su cerebro iba mucho más rápido que él. Bonnie estaba vivo, estaba a salvó y estaba bien.
Vió a Joy entrar a la sala seguida de Meg. La mirada de Joy se posó en alguien (seguramente en Freddy) y le sonrío entre un saludo, reconocimiento y una disculpa, y procedió a ir directamente con él. Se puso frente a él dónde estaba sentado lo tomó de los hombros, frotó su mejilla y lo abrazó.
-Está aquí...-
-Lo sé- dijo ella.
Y lloró.

Al final, sí fué un pedazo de película todo lo que habían vivido.
Resulta, que Bon debió haber puesto más atención a esa noticia del condado vecino, pues tenía todo que ver con Bonnie. El guardia de seguridad de esa vieja pizzería tenía una pelea por la custodia de su hija y, dado que no veía que fuera a ganar, decidió robarse a la niña. Obviamente, se trasladó de lugar para que nadie los reconociera pero en el camino la niña se escapó y resultó que lo hizo prácticamente frente a Bonnie quien, por supuesto, no iba a ignorar a la pequeña que pedía auxilio. El hombre, temeroso de que lo descubrieran. Golpeó a Bonnie hasta que lo dejó inconsciente y no vió más remedio que llevárselo. Resulta que en esa pizzería había un sistema de túneles con algunos cuartos que estaban en desuso y como uno de los pocos que sabían que existían y los conocía de memoria, creyó buena idea esconderse ahí con la niña, Bonnie y él mismo. La pizzería aún funcionaba, aunque no con el mismo auge y la gente creía que estaba embrujada por las cosas que se movían, se perdían y los ruidos que se escuchaban, que no eran otra cosa que los sonidos que hacía la niña al jugar o llorar. Todo iba relativamente bien hasta que, aparentemente, Bonnie hizo algo para que la niña escapara por un lugar muy estrecho y saliera a pedir ayuda. El hombre, al darse cuenta, lo había golpeado y hecho la mayoría de los golpes que tenía ahora y había perdido la conciencia. La niña había logrado pedir auxilio y una patrulla llegó antes de que el hombre pudiera escapar o hacer más daño.
Parecía demasiado simple, pero todo esto había durado 42 días.
La noticia se esparció pronto y para el final del día, parecía que no se hablaba de otra cosa en su ciudad.
Ambas bandas (incluyendo a Toddy, milagrosamente) se encontraban en la sala de espera, en una forma de compartir su felicidad y apoyarse mutuamente. Bon sólo podía ver sus rostros y pensar en lo diferente que eran a cuando se despidieron esa mañana. Por Dios, hasta se estaban riendo.
-¿Bon?- se escuchó sobre la voz de los demás y Bon se giró para ver a la señora Moretti llamándolo desde un costado de la sala.
Bon se puso de pie rápidamente y se acercó a ella.
-¿Sucede algo? ¿Necesita algo? Puedo hacer cualquier cosa- le dijo, preocupado.
-No, cielo. Todo está bien, gracias.- esta vez Bon supo que estaba siendo sincera -solo quería agradecerte, haz hecho mucho por nosotros las últimas semanas-.
-No hice nada extraordinario-.
-No- dijo, negando con la cabeza - lo hiciste, nos diste esperanza. Lograste ayudarnos a mantenernos a flote y no podría estar más agradecida, hijo. Sé que ha sido difícil para tí, para todos,- dijo, mirando a todos en la sala, quienes le estaban poniendo atención- pero hemos compartido un poco nuestras penas durante este tiempo y... Sé que es afortunado de tenerte. Todos ustedes - dijo mirandolos de nuevo - Son los mejores amigos que una madre podría desear para su hijo, jamás podré agradecerles lo suficiente-.
Después de más palabras emotivas de Chica y algunos de los demás se quedaron solos de nuevo. Aparentemente, todos habían tomado la decisión de quedarse a dormir en el hospital. Nadie quería perderse cuando Bonnie volviera a tener conciencia. Toddy fué la única que se excusó, aunque prometió volver por la mañana.
-La señora Moretti tiene razón - le dijo Toddy, antes de irse, mientras él la había acompañado a la salida (junto a Joy, o sabía que no sería capaz de volver) -Él tiene suerte de tenerte, sólo espero que de verdad pueda verlo- y se marchó. Bon no sabía qué tanto le habían dicho o qué tanto había intuido pero se sorprendió sabiendo que no le importaba.
De vuelta en la sala, las horas habían transcurrido y Bon se encontraba con Joy jugando un juego de cartas que alguien había traído. La mayoría estaba dormido en algún rincón en alguna posición incómoda.
-Entonces...- inició Bon -¿Tu y Freddy...?- no pudo terminar porque una carta había golpeado su frente -¿Cómo es que sabes hacer eso?- dijo frotándose el lugar.
-¿Quieres callarte?- le gritó susurrando, mirando al mencionado chico que se encontraba profundamente dormido recargado en una esquina. -Vas a despertarlo-
-¿Qué? Sólo estoy haciendo ver lo obvio, ustedes dos están siempre juntos, y, honestamente, no sería una sorpresa para nadie-
-No importa, señor "amor o amistad", este totalmente no es un buen momento para eso-
Bon se rió, ahora podrían decirle cualquier cosa y ciertamente le daría risa.
-Me alegra verte feliz, aún en medio de todo eso, en serio, me alegré por tí- le dijo dándole su más sincera sonrisa y Joy no pudo evitar regresarsela.
-Gracias, Bon. Te adoro, ¿Lo sabes?-
-Si bueno, soy bastante irresistible, ¿eh?-
-Oh sí, cualquier guitarrista caería a tus pies- dijo en tono burlón. Y Bon se descubrió sin la ansiedad que le había producido antes la inminente respuesta de Bonnie.
-¿Sabes? Estaré bien con lo que él me dé. Si me acepta o no, ya no me preocupa. Creo que saberlo bien es el mejor de los regalos-.
-Awww, mi niño ya creció y maduró- le dijo Joy mientras lo despeinaba. Bon se rió y se quejó por igual, mientras le pedía que parara o iban a despertar a todo el hospital.
Mientras se les bajaba un poco la euforia, vieron a dos enfermeras correr por el pasillo y se dieron cuenta que ambas entraron a la habitación de Bonnie. Ambos se asustaron y se pusieron de pie al mismo tiempo. Su movimiento brusco despertó a Golden quién se puso de pie con más calma
-¿Pasó algo?- preguntó el recién despierto.
-No sabemos- dijo Joy.
Sabían que no debían interrumpir, por lo que lo único que podían hacer era esperar. No habían pasado ni 30 segundos cuando la madre de Bonnie salió de la habitación y pidió un vaso con agua. Notó a los tres jóvenes mirando hacia ella e hizo la sonrisa más bella que Bon había visto alguna vez.

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⏰ Última actualización: May 21, 2023 ⏰

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