Aquella pelota de béisbol no era más que una pequeña esfera de cuero curtido, cosido a mano con hilos gruesos y resistentes que formaban un patrón de costuras elevadas en su superficie. Era un objeto que encerraba todo el espíritu del juego que representaba, capaz de hacer vibrar corazones y emociones con cada lanzamiento, atrapada o bateo. Sin embargo, más allá de la suave textura de cuero que mostraba al mundo, ocultaba una triste realidad. Durante toda la semana era confinada en un contenedor en alguna remota zona del estadio, donde sufría en silencio diario. Llegado el fin de semana, parecían los novatos con ansias de practicar. En ese momento que sacaban la pelota al campo, era cuando podía ser feliz revolcándose entre césped y arena, era su momento de gloria. Pero, acabado ese fin de semana, volvía a ser recluida en un contenedor olvidado para la semana proxima.
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Escritos que vienen del alma
PoetryUn lugar donde poder desahogarme mediante aquellos escritos que salen de lo mas profundo del corazón.