Coloco mis rodillas alrededor de su cintura, muevo mi cabello y vuelvo a acercar nuestros labios. Es la gloria. Paso lentamente mi mano por su cabello, me hace cosquillas cuando rozan la unión de mis dedos. Jake posa sus manos a mi cintura, aprovechando que la camiseta se a movido y tengo un trozo de piel fuera.
Sentir su tacto de nuevo en mi piel, fantástico. Junto mi cintura haciendo que nuestras partes se roce, encendiendo una llama de fuego, jake gime en mi boca. Consigue sacarme la camiseta. Pone su mano en la parte trasera de mi cabeza y me besa el cuello, mordiéndome el lóbulo, gimo en su oído. Baja sus manos hasta mi espalda.
Cambiamos de posición, él arriba. Noto su peso y expulso un pequeño gemido, si es su peso no importa, noto el calor de su cuerpo. Llevo mis manos a su cuello y vuelvo a besar sus labios, deben de estar ya rojos de la energía con la que los besos, al separarme, muerdo su labio inferior y hago que me acompañe un poco, para luego soltarlo. jake muerde y lame mi vientre, haciendo que corbe la espalda. Desabrocha mi short y lo desliza por mis piernas. Cuando me doy cuenta de que estoy medio desnuda, doblo mis piernas, como si quisiera taparme.
- No, no, no- dice jake gracioso- ¿Por qué tienes vergüenza?
Dice jake pasando sus manos por mis largas piernas, apretando algo más por mis muslos y parando encima de mis braguitas. Cierro los ojos disfrutando del camino de sus manos. Me lanzo al cuello de su camiseta ¿por qué sigue llevando ropa? Meto las manos en su pecho, tocando sus abdominales, admirándolo. Estaban bien formados, mejor que antes. Quito su camiseta y la lanzo al suelo, a los pies de la cama.
Observo su cuerpo, esta más tostado y más formado, pero sigue siendo mi jake. Rodeo con mis brazos su cuello y beso de nuevo sus labios, cada beso es mejor que el anterior y así sucesivamente. Desabrocho el pantalón de jake, que él se encarga de quitar. Unos boxers negros ajustados, eso es ahora mi único enemigo.
Ahora nos quedamos unos minutos mirándonos a los ojos, como si todo se hubiera parado, nuestra respiración agitada es lo que suena en la habitación. No termino de creerme que este de nuevo delante mía, volverlo a tener para mí es tan mágico. Jake roza con su mano mi mejilla y recoloca un mechón detrás de mi oreja. Me besa primero en la frente, luego en la nariz... sonrío y termina en los labios.
- Estas aquí- susurro en sus labios.
- Para siempre- me susurra.
Al susurrar sus labios dan en los míos. Mientras que me desabrocha el sujetador, saboreo sus labios y sus palabras "Para siempre" Que bien suena, y más si te lo susurran en los labios. Siento cosquilleo cuando jake desliza las tirantas del sostén por mis brazos. Besa mi cuello, yo echo mi cabeza para atrás para ayudarlo. Sus labios terminan en mis senos, me tumbo en la cama para volver a sentir algo de su cuerpo en mí. Besa cada seno y los masajea, luego muerde mis pezones duros, haciendo que gima. Noto ese calor en mi entrepierna, ese calor que me indica que me voy a mojar, doblo un poco las piernas y gimo. jake se da cuenta y sonríe.
- No hace gracia- digo sonrojada.
- Un poquito- dijo soltando una pequeña carcajada.
- Bueno, si eres tú, vale- me acerco y lo beso.
jake termina bajando mis bragas y soltándolas en el suelo. Me recuesto un poco en mi cama, apoyando una parte de mi espalda en la fría pared. jake roza con dos dedos la entrada de mi feminidad antes de penetrarme con ellos. Cuando lo hace, expulso un pequeño gemido y curvo la espalda para adelante. Hacía tiempo que nadie lo había echo, el último había sido él, en el día de navidad.
jake empieza a hacer giros rápidos y lentos, saca y mete lentamente. Mi cara tiene que ser un poema, tengo la boca abierta y gimo, mis ojos pestañean lentamente y siento el corazón en mis oídos. Luego siento algo húmedo y blando, su lengua, me da un escalofrío. Cuando acaba, me mira y se lame su labio inferior.